jueves, 2 de mayo de 2019

Matagalls-Montserrat, edición 2 etapa 2 entre coll de can Taló y Sant Llorenç Savall


Esencias asfaltadas entre suspicaces nubes y verdores primaverales

La bruma inicial del punto de inicio (del grupo A) de la Matagalls-Montserrat (MM) por etapas, además de estética, era el preludio de una meteorología favorable en la que  las formas de las nubes junto con los verdes variados parecieron metáforas muy propias del día de la reflexión, previo a las elecciones generales del 28 de abril. Aquella cortina tan visual pronto desapareció y no fue un obstáculo para ver el camino y no perderse ante opciones temibles del día después. Como que este escriba va situado en un grupo y aún no puede desdoblarse, desconoce los entresijos del otro grupo (el B), si bien por las fotos los conoceréis y no parecen comunicar ninguna circunstancia especial. Comenzaron en la intersección con la carretera BV1341 (cerca de Sant Quirze Safaja) hasta Sant Llorenç SavallLS. 15 km. Lo que sí estuvo muy presente fue despejar una incógnita ajena: ¿dónde estarán mis palos?


Épica
En este punto de la carretera C-1413B, correspondiente al punto kilométrico 16,8 de la edición 2019 de la MM, en la que se celebra el 40 aniversario, con preinscripciones ya abiertas, surgen los primeros recuerdos épicos para quienes en ediciones de menos de 24 horas, ya acusaban  la subida desde Aiguafreda y pensaban en cómo afrontar el resto del reto. 
A menudo, para algunas personas,  la conquista de lo inútil atrae más que lo útil, las experiencias vitales valen más que el dinero, las emociones más que las razones, el sufrimiento es placer y el dolor atrae como un límite más del ser humano. ¿Seré capaz?

Homenajes
Partíamos de algunas de esas reflexiones no anodinas ni baladíes, realidades vitales entre sonrisas y sospechas. Alguien reflexionaba sobre el trasfondo del perfil de ciertos homenajes que se pueden recibir, y no por acabar un reto al alcance de mucha gente, como es la MM. Se decía que, entre los mejores toques a la fibra sensible se localizan en las despedidas: cuando se casa el hijo o la hija y se te va de casa (¡para interpretar!), cuando marchas de la empresa u organización en que trabajas (¡quizá con más satisfacción para quien se queda y hasta para el que se va!), cuando te jubilas o cuando alguien se muere, con la diferencia de que si te jubilas lo oyes y escuchas palabras que quizá nunca fueron capaces de decirte a la cara (¡te hubieran ido tan bien en tantos momentos!). Y,  cuando te mueras, que  tiene la ventaja de no escucharlas. Pero, por lo que has oído en entornos multiconfesionales o no, ¡qué bien se les trata a los muertos! ¿Alguien le dijo esas palabras en vida? Y no hablemos de tonsurados que no tienen más remedio que hablar bien o glosar la vida de alguien difunto que no conocen, y cada media hora les toca  uno distinto. ¡Qué habilidad!

Presencias
Nos alegramos de la presencia de dos personas que hacía tiempo no nos acompañaban. Una,  víctima de un accidente senderista que, con mucha paciencia y aceptación de la realidad, ha sabido sobreponerse y ya está operativa, y otra persona que había desaparecido de nuestros sábados mensuales, si bien guía a quienes pueden disfrutar de su sabiduría cada miércoles por Sant Llorenç del Munt.

Despejado
La suave subida inicial permitió divisar la primera línea del horizonte detrás nuestro, el punto inicial de salida en la zona de Collformic y aledaños. Camino amplio, suelo propicio. Las máquinas habían cortado una zona de árboles que, de noche, marcaban un sendero estrecho. Zona despejada, rentable por su madera y con menos dificultades para el 40 aniversario de la MM. Los caminos anchos se imponen. Las 3.000 personas caminarán por tramos anchos, adaptados a nuestros tiempos. Sin aparentes dificultades. Con cierta seguridad. Que nadie luche contra ramas adversas. Que sea fácil adelantar, ir en grupo y rápido, que de eso se trata hoy. Más comodidades.

Motores
En dos puntos se coincidió con personas que disfrutaban con sus motos de trial por los mismos pasos. El primer grupo tuvo un gesto cinco estrellas. Todos pararon sus motores hasta que pasamos, para que los humos no nos quitaran el aire que necesitábamos. Un gran detalle que confirma la necesidad de la convivencia en caminos compartidos. El otro grupo también se comportó correctamente pero tendrá que copiar de sus colegas en el tema motor parado. Gestos de gran significado en zonas interiores con mayor afición a las motos que no a caminar. A las pruebas nos remitimos. 

Parada
La Casa de la Rovireta es un lugar mítico en la MM, donde suele estar el control 3 de paso. Ahora se la ve en su esplendor, sin habitar, con el orgullo de  la primavera a su alrededor. Flores, tiernas hojas con un verde reciente y luminoso, espacios para disfrutar del descanso y del condumio matinal. Buen sitio para reflexionar sobre los posibles nubarrones y matices suspicaces por culpa de verdes amenazadores de una involución que no se puede consentir. 

Situación
A menudo las señales se ven pero no se leen, el paisaje se guarda como recuerdo para ver después en diferido, las conversaciones van en contra del silencio que pide el entorno natural y las grandes perspectivas solo se aprecian cuando se levanta la vista. Seguimos en el Solell de la Rovireta. Nos encontramos en medio de indicaciones diversas, con el coll de Poses como próxima subida: Matagalls, Tagamanent, Aiguafreda, Torrent de la collada, ruta Màrius Torres. Posibilidades: seguir para Aguafreda, drecera ruta Màrius Torres, torrent de la Collada, Sant Quirze Safaja,  donde sitúan otra  zona de avitullaamiento, antes de cruzar la carretera C-59.  
Direcciones en el Collell: hacia pont de les Ferreries, Sant Llorenç Savall, Montserrat. Hacia otro sitio mítico: acercándose a la carretera a Sant Quirze Safaja, gente a la espera de la bajada a esta carretera que permite llegar a Barcelona, Sant Feliu de Codines, Moià, Sant Quirze Safaja.
Más allá, a caminar entre pinares y árboles frondosos, algunos con hojas recién estrenadas. Al fondo, el Mas Badó y el camping l’Illa. Otras posibilidades:  els camins del Moianés (de la xarxa de mobilitat de Barcelona de la Diputació), el Torrent dels Horts de les Ferreries, el Badó, Sant Quirze Safaja, Castellterçol.

Futuros
Antes de llegar a la carretera C-59, mientras se subía, hubo aproximaciones a las posibilidades de la próxima temporada senderista, aún sin despejar. Alguien tenía la vista puesta en ejemplos como Horitzons, del Centre Excursionista de Terrassa. Hubo quien ya le puso nombre a la propuesta, aun antes de tenerla: Albada. Que fue corregida por alguien más combativo, quizá pensando en lo que se nos podía avecinar si trifachitos al uso triunfaban al día siguiente: Al Alba (buen homenaje a Rosa León y a quien esperemos que se recupere, Luis Eduardo Aute). El alba se situaba en caminos subyugantes pero obligaban a cambiar las costumbres consolidadas de GRMANIA a lo largo de tantos años: habría que renunciar al bar del final de etapa para comer y quizá no habría grupo B. ¿A estas edades se puede cambiar de costumbres y rutinas?

Planos
Una luz en la noche iluminaba a personas cansadas y les anunciaba esa gran zona de avituallamiento, reencuentros, medida de fuerzas, estado de los pies; ahora ya vallada, con la negación de la entrada a quien no disponga de la contraseña correspondiente por haber pagado la cuota de inscripción a la MM. Era un punto de descanso, donde los frontales fijaban una interminable fila de luces y orientaban el esfuerzo de los kilómetros venideros. 
Allí estaban los pinares del Mas Badó, con hotel cerca y muchos recuerdos personales de este entorno. Plano de la Urbanització Pinars del Badó de Sant Quirze Safaja
Del otro lado de la carretera , las vacas miraban curiosas a los paseantes pero en realidad a quien esperaban con pleitesía era al ganadero que venía detrás nuestro  a atenderlas en su tractor. Seres fotogénicos, animales amables y atentos, preludio de algún otro que más tarde nos sorprendería, al lado de un cementerio. 
Plano de situación con direcciones variadas: por la ronda Codinenca,  el collet de Matafaluga (km 32,2) y el coll de Vinardell (km 37,7): camí de les Pujades i les Pujadetes (curiosos nombres y muy acertados), Sant Sadurní, riera de les Elies, Sant Feliu de Codines con colores orientativos  de caminos diversos. 

Perspectivas
Ambientes muy fotogénicos: la solitaria casa en medio del verde prado con el bosque al fondo, las vacas,  pero sobre todo la perspectiva de los perfiles de  la Mola y alrededores vistos desde este punto elevado (por detrás de las habituales observaciones desde Terrassa), con las nubes llenando la panorámica. Hubo que pedir ayuda al gran experto en los senderos, crestas y canales de Sant Llorenç del Munt para que pusiera nombres a las dudas. 

Avisos
Para tener esas vistas había que estar bien situado. Arriba. Aviso de las vías públicas de l’ajuntament de Gallifa: camins rodats  Cr-02 es el cami ral Pla de les Forques – coll d’Ases, con indicaciones de fuerte pendiente (entre el 6 y el 18%), saltan piedras, desniveles en márgenes, velocidad baja) y asfalto, mientras es más embelesador mirar la perspectiva del fondo con las nubes y sus contornos que el acondicionamiento del piso para evitar erosiones y favorecer las circulaciones diversas. 

Terapias
Nadie dice que caminar con GRMANIA cura pero  hasta se podrían pedir subvenciones a fondos europeos para efectuar otra investigación más y descubrir si cura o no. Porque se supone que el yo soy yo y mis circunstancias  incluye desarreglos  varios. Y hay quien usa este entorno tan humano para ayudar a curar estados, situaciones, soledades, desequilibrios, incluso alegrías desbordadas  o locuacidades disparadas incluidas en terceras etapas vitales. También está el caminar tramos en soledad para saber cuánto tiempo se aguanta uno a sí mismo. Momentos solitarios sin perderse, sin rumbo por los caminos, con tanto ensimismamiento interno, con cierta contemplación del ombligo u otras partes. Terapias naturales para necesidades personales. 

Cetrería
La bajada casi inacabable a Sant Llorenç Savall (km 42) avanzaba por su asfaltado. Aquellos tramos nocturnos, sudorosos y polvorientos existen pero quedan menos que antes. Ver las luces del pueblo al fondo, de madrugada, simular que te acercas pero nunca llegas, gente que trota, alguien detenido ya con ampollas, pensamientos de retirada, ansia para llegar al antiguo avituallamiento cercano al cementerio, dudas de seguir o no, coches con personas abrigadas en la larga espera de caminantes, personas abrigadas en la noche, gentes solidarias que se ofrecen a llevarte a tu casa si abandonas, asistencias médicas ante los efectos del largo camino o situaciones variadas, bares llenos de caminantes: era parte del paisaje, perdido ahora al trasladar esta área de servicios a un recinto cerrado. Aquello ya pasó al imaginario de caminantes  antiguos. 

Al lado del cementerio de Sant Llorenç Savall un grupo tuvo la suerte de contemplar una escena de cetrería. Una familia que convivía con un águila muy domesticada la sacaba a volar mientras un padre la reconducía con su guante de cetrería. La madre decía que se habían entusiasmado con el animal. La hija no disimulaba su entusiasmo. La tenían en casa dentro de la jaula, no suelta. Un gusto más. Nada que añadir.

Cierre
El punto final, como era previsible, fue en un lugar reconocido y ya visitado en otra ocasión, buscado aquella vez por el GRmano nacido en Sant Llorenç Savall y ahora por el conductor del autocar. El bar-restaurant Cal  Ramonde Aant Llorenç Savall, un restaurante referente y mítico con celebraciones de fin de temporadas anteriores buscado por el grmano nacido aquí. Lugar de parada de ciclistas, moteros, senderistas y vecinos. Un sitio que nació como hostal a finales de 1800, en los bajos se guardaban los carros y caballos;  en 1900 se convirtió en café y desde 1984 es café-restaurante, con una destacada colección de productos de Coca-Cola. En la terraza, además del ágape y las bebidas, hubo detalle por parte de quien es más abuela aún.


Recuperación
Y, cómo no, la incógnita de quién tendría los palos olvidados se resolvió. Camino de vuelta por Castellar del Vallès y recuperación del ya imprescindible apósito para caminar. Guardados en el garaje de la empresa de transporte humano. Fue una oportunidad para afrontar otra incógnita,  un reto visual al cruzar por Sabadell: un grupo mostraba una bandera en una acera: ¿de qué país será? Hubo que acudir a San Google para decidir si de Etiopía o de Bolivia, con la certeza final de pertenecer a este país latinoamericano. Recuperación de la memoria personal y alimentación de la colectiva.
Dicho lo cual, hubo la sana alegría del día después: la cordura del pueblo se impuso a las peores predicciones. Aquella bruma inicial desapareció horas después, el verde perdió expectativas aunque amenaza con su fuerte presencia pública y las nubes abrieron un horizonte esperanzador, con perspectivas favorables. 
Y para la situación vivida mucho antes, la más reciente y otras que vendrán, qué mejor que recordar a quien sabe más:

“La herramienta básica para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente que debe usar las palabras”.

Evaristo
2/5/2019

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