domingo, 4 de mayo de 2025

Etapa 4 del GR 151-Abat Oliba entre L'Estany y Vic

 Ante el efecto dominó, meteorología favorable


¿Cuántos astros se han de alinear en el firmamento para que las previsiones meteorológicas nos  sean favorables a todos? Si actualizamos la frase, hoy los astros estarían en los programas de TV que prevén el tiempo casi a una semana vista y en las aplicaciones de móvil que dicen que detectan el paso de las nubes y/o pueden predecir aguas y otros fenómenos meteorológicos (acertar es otra cuestión, y si no te gusta una elige otra). Basta que salten las alarmas sobre la tan necesaria lluvia como para que la salud personal se priorice ante posibles mojaduras exteriores (las interiores con la jarra en la mano son de otro calibre y al final de la etapa). ¡Ojo avizor a las encuestas de si iré o me borro! El efecto dominó podría atacar a la economía grupal, hasta reducir la cuenta de resultados tanto como la actual del Tesla de Elon Musk  hoy. En todo caso, ¡sírvanse ustedes mismos y a su salud! 

No faltaba la acumulación de reservas energéticas entre un amplio colectivo que peregrinó al norte peninsular. Mirar y patear aquellas recortadas, agrestes y verdes costas pareció ser un ejercicio de contención gastronómica para no dejarse llevar del todo ante enormes raciones en platos rebosantes. “Ese cachopo me sabe a poco”, no se debió escuchar y sí ponme las sobras en un tupper que me las llevo. 



Inicios


Ante el panel luminoso de una parada de autobús urbano, donde se repetía  en bucle “Pantalla sense informació, perdonin les molèsties”, alguien destapó tamaño contrasentido municipal a aquellas horas: informar sin informar (un arte muy extendido en la vida diaria). Debía ser una estrategia más del hablar sin decir nada, generar contenidos sin aportar nada nuevo o bien ocupar un cargo sin tener ni idea. 

No obstante,  también hubo quien fue más práctico y, a la del alba sería, trazó una posible hoja de ruta para una utópica etapa que alguna vez habría que practicar, en grupo o en privado: autocar + esmorzar de forquilla en un lugar selecto + paseo llano para disimular + comida con cuchillo y tenedor en otro espacio bajo cubierto + siesta o cabeceo de regreso, quizá con cierta parada urinaria o para tomar algún digestivo. Buen plan, ¿no? Que no falten ideas. 

Mientras, para quienes en el grupo  dejaron su paciencia y  gargantas en las artes educativas, se comentaba que en el mundo ahora faltan 44 millones de docentes. Por tanto, trabajo en la enseñanza hay. Muestras diarias de esta imperiosa necesidad se observan  a menudo en conductas diversas: “Por sus hechos los conoceréis”. 

Con estos prolegómenos tan variados, las brumas que desdibujaban Montserrat parecían protegerla para el recuperado paseíllo exterior del día siguiente (27 de abril), su santo día. Después de las multitudes en Roma  vienen estas locales. Todo en un entorno primaveral, campos verdes y amarillos  y nieve aún en las perspectivas pirenaicas. Sobre ese color tan abundante, la leyenda dice que va asociado a la mala suerte en teatro. De ahí que el amarillo  lo desechen actores y actrices que se suben a un escenario. A lo largo de esta etapa lo disfrutamos y hablamos de la olorosa y visual planta que inunda Instagram más fotos en los informativos meteorológicos de televisión. Más adelante, compartimos información.



Controles


El equipo gestor tenía muy controlada la meteorología y los tracks, sabía dónde podría gotear y dónde no durante el recorrido. Y acertaron de pleno en el reparto de “las cuatro gotas” previstas. 

En el punto de inicio de la etapa, L’Estany, asamblea espontánea comandada por alguien que, con voz enérgica y clara,  ratificó que, como había sido maestro toda la vida, tenía mucha experiencia en dejar los puntos claros y muy bien razonados antes de pisar el terreno mojado: dónde y cuándo podría llover. En resumen: personas escuchantes  deducían que caerían cuatro contadas gotas. 

Nuevas gentes allí presentes se percataron del alto nivel organizativo, a lo que hubo quien les situó con los pies en tierra: el ejército de Pancho Villa también funcionaba, aquel que se nombraba como  sinónimo de “aficionados, mal pertrechados y peor disciplinados”. Aquí se lleva años mejorando con creces y con éxitos tras 29 años pateando GRs.



Humedades


Después del Camino del Norte durante la primera parte de la Semana Santa (con humedades costeras cantábricas, lluvias, sidras y demás líquidos), insistamos: el destacamento desplazado allí se reincorporó al GR 151- Abat Oliba con las pilas y otras zonas muy recargadas, además de las posteriores celebraciones con “monas” y demás añadidos. 

La etapa 4, entre L’Estany y Vic (+/-20 km), se convertía en más amable con la subdivisión entre L’Estany y Santa Eulàlia de Riuprimer (13 Km), punto este señalado para retirada total en caso de que  las cuatro gotas fueran algunas  más,  o  torrenciales,  pero muchas menos que DANAS-Mazón. Los letreros indicativos verticales insistían en aquella población (cuyo antiguo apodo explicaremos más adelante) y en Vic, aunque faltaran más señales a pie de tierra en un camino y sendero sin apenas pérdidas. 

De entrada, cruce de la C-59 hasta encontrar indicaciones del Camí Oliba, donde se intersecciona  con el Pedró de Pontarró. Pistas de tierra, a veces cimentadas, atravesar el Pla de la Carrera, a la derecha el Mas de la Carrera y, cerca, la Font de la Canaleta. Pronto, intersección en forma de cruz (Creu de la Vall). Cerca, paso por la Font de Puig-carbó y la masía que hoy casi es una balsa de agua, el Mas de Puigcarbó. Más allá, la Bassa dels Bombers a la derecha por aquello de reserva de agua ante posibles incendios. 

El pelotón delantero que abría paso solo dudó dos veces para saber la dirección correcta. ¿Motivo?: por enfrascarse en sesudas y documentadas conversaciones sobre dos políticos que no merecerían tanta atención. Despistes ocasionales, efectos colaterales que se suman a los producidos por tan impresentable personal.

El grupo, estirado por una pista fácil,  iba sorteando nubes sospechosas que parecían dar tregua. Todo en orden hasta que, en un punto, cayó la primera gota de las cuatro previstas. Alguien se cubrió con un chubasquero que solo le sirvió para airearlo y devolverlo pronto  a su sitio. Entre bosques tupidos con pinos, robles, encinas y un sotobosque espeso, algún vehículo perturbaba la tranquilidad sonora con sus  tubos de escape cantarines e imperiosa  necesidad de paso.



Amarillos


Después de la parada alimenticia, el paso cerca de la masía Molí de la Roca, carretera BV-4317, mostraba la vida agrícola y el amarillo asomaba al lado. La colza florecida perfumaba el ambiente con su olor profundo y lleno de sensaciones. A veces las granjas activas con cerdos luchaban con sus esencias olorosas y se superponían a aquel olor floral inicial. Más allá, paso sobre la riera de Muntanyola.

El grupo delantero abrió un debate tipo ingeniería agrícola que busca rentabilidad al terreno. ¿Por qué desde hace unos años abunda tanto el cultivo de la colza? Pasábamos página a aquella contaminación general que hubo hace años por la adulteración y venta de partidas de este aceite, con muchas muertes humanas. 

Quien antes de la etapa había consultado webs específicas compartió conocimientos ajenos elaborados por  gentes versadas: el precio de la cosecha de sus vainas es muy superior al trigo, al ser invernal permite la rotación de cultivos con otros cereales o siembras, se accede a subvenciones europeas vía PAC, controla las malas hierbas, mejora la calidad del suelo con sus raíces profundas (lo airea y reduce la erosión), su floración es escalonada y protege el cultivo de las heladas primaverales ya que si una parte se helara después salen otras flores, su aceite se usa en muchas industrias (alimentaria, cosmética, maquinaria, para el biodiésel, forraje, los residuos de la obtención del aceite son un pienso animal, etc). Dicen que es “ el todoterreno de las materias primas, de los cultivos de plantas domésticas”. Y las abejas la usan para la producción de miel, con la imperiosa necesidad de que haya más abejas en el mundo. No siendo que haya que fabricar abejorros polinizadores, como hacen en granjas/fábricas/laboratorios de Granada y Almería para usarlos en los invernaderos del gran mar de plástico.

Por tanto, ese amarillo Instagram-TikTok sirve para algo más, aparte de recordar otros tiempos pasados con connotaciones diversas. 



Tejos


Como que el tiempo también se estiraba, igual que el camino, alguien mencionó en broma la expresión “tirar los tejos”. No es que se insinuara o se  notara en el ambiente, aunque nunca se sabe si entre presentes o ausentes pudiera circular alguna hormona compartida. El furor entre el personal sénior dicen que  también cotiza al alza hoy en algunos mercados de relaciones humanas y amorosas. 

Se habló de su origen y de posibles significados. Mientras se caminaba entre altas colzas embriagadoras, los discos duros cerebrales le daban vueltas a la frase hecha. Para aprender y rentabilizar  el tedio de la etapa, resumamos posibilidades,  consultadas después a fuentes expertas, por si alguien “tira o tirará los tejos” a alguien. Nunca es tarde:

  1. La frase puede surgir de un antiguo juego gallego llamado “el tejo”: se tiraba una piedra o un trozo de teja contra un palo de madera clavado en el suelo. Había que derribarlo. Cuando a algún  joven le gustaba una joven cercana, el gañán tiraba el tejo al lado de la chica. Con la excusa de recogerlo, se le insinuaba. 
  2. Aunque el tejo es tóxico y muy venerado por muchas culturas, sus bayas no.  Se dice que en la noche de San Juan, sobre todo en Galicia y norte de León,  los jóvenes tiraban las bayas sobre las puertas de las chicas que les gustaban. Hoy aplicaciones como Meetic, Tinder, Grinder, Badoo, Bumble, Onlyfans y otras lo facilitan casi todo. 
  3. En la cultura celta se decía que las mujeres entregaban ramas de tejo a los maridos elegidos, como símbolo de buena voluntad. O eran ellos los que colgaban las ramas en la puerta de ellas. 
  4. En todo caso, no confundamos el tejo común o tejo negro (“teix” en catalán) con flirteos varios.



Felicidades


Entre plantas de colza y sus olores, tirar los tejos podía surgir como efecto primaveral. Un sendero aproximaba al personal a la masía Alberg de Baix. La granja de cerdos de al lado eliminó el aroma de la colza y transformó el perfume del ambiente con otras esencias animales. Ya cerca, Santa Eulàlia de Riuprimer, una población en donde nace el río Mèder. Dada la alta contaminación de sus aguas, se la llamaba “Santa Eulàlia del Mèder”. Ahora el río Mèder en esta población de 1.055 habitantes  también se denomina “riera de Santa Eulàlia” y la riera cercana de Muntanyola, “el rieral”. Según el ayuntamiento, este es un pueblo con una alta calidad de vida, ideal para aquella gente que  no sabe adaptarse a la vida y costumbres de la ciudad y prefiere la tranquilidad del mundo rural, con cabalgata de Reyes, pesebre viviente, caramelles, aplec de Sant Sebastià, premis literaris pacte de Sant Sebastià,  festa del segar i el Batre, marxa dels Vigatans, Riuprimer Gas i Rocs, rutas de BTT,  entre otras actividades. 

Por aquel entorno, un viejo tractor amarillo (¿emparentado con aquella famosa y antigua canción con el mismo nombre?)  quedó situado al lado del camino, como monumento agrario que representó un enorme avance para la agricultura. Además, sirvió para comparar los adelantos técnicos de aquellos inicios con estas actualidades en el lugar de la comida, en la feria agrícola de Artès, ya de vuelta en autocar.

La iglesia de Sant Martí de Sentfores se situaba entre perspectivas de paisajes amarillentos y verdosos que anunciaban la Plana de Vic a lo lejos. Pertenecía al municipio que se llama Sentfores pero que se le conoce popularmente como La Guixa, en el valle del río Mèder, que se seguirá hasta Vic. 

En un ambiente tan bucólico, a las vacas y a los cerdos se le sumaron granjas de gallinas que correteaban por los entornos, cercados. “Gallinas felices” las bautizó alguien. Era fácil juntarlas por paseantes que les facilitaran un puñado de hierba del camino,  cortada con la mano. Como no podía faltar, anuncio de “La Riera, casa de turismo rural, venta directa de productos ecológicos, pollos, huevos y conejos”. Una casa con 500 años de antigüedad, a 4 km de Vic, rodeada por otras masías y granjas. 

Pronto, la carretera BV-1416 y el sendero que introducía al caminante por los márgenes del río Mèder. Letreros indicativos del espacio natural



Renaturalizaciones


La cuarta de las gotas previstas en el inicio de la etapa comenzó a caer por los entornos del río Mèder a quien iba adelante en el recorrido entero. Se iban cumpliendo los pronósticos y el entramado de carreteras exteriores de Vic asomaba ya. Carteles alusivos anunciaban recorridos ambientales y actuaciones diversas.  Este río es un afluente del río Gurri, que a su vez desemboca en el  río Ter. Seguíamos al Mèder desde su nacimiento en Santa Eulàlia de…, con 14,5 km de longitud. El ayuntamiento de Vic inició el proyecto para renaturalizar el Gurri y el Mèder, con una actuación especial e inicial ya en 2012 para prevenir crecidas. Luego se le sumaron otras hasta convertirlos en lo que debían haber sido. 

A la cuarta gota se le añadieron más cuando el resto del grupo se acercaba al autocar, en los alrededores de Vic, punto final de la etapa. Por tanto, meteorología favorable durante todo el recorrido, tal como adelantó el maestro en su ceremonia asamblearia inicial. Acierto pleno. 



PostSantJordi


La intensa lluvia se contemplaba a cubierto, desde el autocar hacia Artès. El bar Pavelló acogió al grupo por segunda vez, con una feria agrícola a modo de presentación. De aquel tractor amarillo se pasó a contemplar un último modelo de una marca italiana cuyo dueño es un gran conglomerado automovilístico, dentro del cual hay marcas de coches muy conocidas, cosechadoras, camiones, etc. Evitemos publicidad gratis. Si el dueño del amarillo viera este y sus 250.000 euros de precio final, pues no se sabe su alucinación ante tanta tecnología y ayudas al trabajo en el campo. Quizá la misma que nosotros en muchos procesos contrarios, memoria histórica por la que somos lo que somos. 

Y seguimos siendo porque el comer y el beber en grupo no puede faltar. El ya citado bar Pavelló demostró amabilidad. acogida, buen servicio y atenciones. Onomásticas y celebraciones sorpresa de una persona del grupo, rondallas para quien “el cavaller Jordi i companyia”  le inspira también una de sus historias orales, sorteo de libros y, bolígrafo en mano, nuestro gran poeta Pedro Puerma Barrio aprovechaba la oportunidad para estampar una dedicatoria a su último poemario: “Entre el AIRE y la ESPUMA” (disponible en Amazon). 

¿Qué más se le podía pedir a una jornada como la del 26 de abril?




Ya que hablamos de autores, libros y de una etapa con final en Vic, mencionar la novela de Miquel Llor que la situó hace años en Osona y en una población que llamó Comarquinal, para evitar la mención a Vic. El libro: “Laura a la ciutat dels Sants”, editado y prohibida su venta en el mismo año:  1930. Con una historia interesante en un entorno donde ahora dicen que ya no hay santos y sí mucha población de diversas nacionalidades que quiere convivir en paz, a pesar de los grupúsculos de siempre que pretenden otros efectos dominó. 

He aquí una frase del autor que podría servir también para cuando abandonas Vic en autocar, en medio de la lluvia primaveral y en un mediodía gris:  


“¡La niebla! Va cayendo, espesa, gris, negra; abriga la llanura otoñal y dormida en la noche”.

Miquel Llor.




Evaristo

04/05/2025












jueves, 27 de marzo de 2025

Etapa 3 del GR 151-Abat Oliba entre Artès y L'Estany

 (Falta la etapa 2 entre Viladordis y Artès: este plumilla no pudo asistir)


Caminando en modo On/Off



La tecnología puede con nosotros. Sabemos algo de lo que hay hoy pero ignoramos futuros que ya experimentan investigadores, militares y, cómo no, gentes tan diversas como tantos Elon Musk con mucho poder. 

De momento todo el día estamos en modo on. Y cuando nos quedamos sin batería pues nos anulamos al quedar el sistema en  off. Se desconoce si en los tiempos modernos esa es la causa por la que no leemos y casi vivimos menos sin la capa digital, y puede que seamos menos capaces de interpretar  mensajes. Ya se sabe , los modos analógicos  casi son de museo de antigüedades pero aún sirven, y mucho. Nuestros pilotos automáticos, a estas edades son menos pilotos y cada vez menos automáticos, aunque los hábitos programados nos ayuden a vivir y a no pensar. En paralelo, se dan los retrasos, las prisas, los olvidos y los habituales  nerviosismos por aquello de “es que yo pensé que”. O el comentario de realezas caducas” “Disculpad, no volverá a ocurrir”. Y si ocurre, pues nada. Humanos somos.


Rastreos tecnológicos: un autocar cuyos retrovisores son cámaras, seguimiento continuo de las nubes por si predijeran lluvia (qué suerte ese agua: señal de buen tiempo), el lío satelital siempre en on y, de tanto en tanto o a la vez, la mente en off. En medio, sales al campo cargado con la penúltima cacharrería tecnológica,  tendrías que poner en marcha tanto aparato que no te lo acabas, vas  y se te olvidas  clicar al on. No te queda más remedio: deduces que en off sigues adelante y tampoco pasa nada.


Efectos

Las esperadas lluvias tiñeron y revitalizaron los paisajes del Bages, con la nieve al fondo y la dicha de la abundancia de agua. Se veía en Artés, donde aún mantienen simbología de épocas recientes,  en una estructura rural. La pista facilitó caminar hasta el final. A los verdes campos de cereal se le añadieron viñas aún dormidas y sustos por imprevistos atronadores. El nerviosismo del rebaño de vacas fue premonitorio del estruendo posterior: gran caída de piedras de un corte de rocas en una avalancha que asustaba. Menos mal que ocurrió en el lado opuesto al GR. La lluvia humedeció y provocó.

En un recorrido ya andado antes, al oasis de la casa de colonias de La Ruca se accedió por una escalera mojada, con el ajuste de los neumáticos del zapateado,  también para descender sin resbalar. Distensión en aquel ambiente y explicaciones sobre el on/off de la maquinaria para despertar a la hora. “Si yo te contara…”, le respondía alguien a quienes decían que “sufrieron quizá sin sufrir” ante retrasos reales ya superados. Encima en su vehículo llegaron antes al lugar de salida.

Después de campos y cabañas de piedra seca, las vacas no debieron haberse enterado del baño involuntario de quien resbaló al pasar el arroyo y pasó por el lavado casi integral de la espalda y zonas posteriores. Fue otro efecto más de la suerte, en una lotería donde los números estaban muy repartidos.

En estos casos actuaron las mochilas rebosantes de materiales para un “por si acaso” . Solidaridad reconfortante y sin efectos aparentes en el chasis de quien sumergió sus huesos en el agua. Para que después haya comentarios y sornas varias cuando ves a gentes cargadas con macutos hasta los topes.


Rutas

Alguien se imaginaba al Abat Olba y acólitos sotaneando por La Cataluña central y profunda. Recorridos difíciles antes, hoy anchos y preparado para aves y especies de paso, verdes en primavera y con otros  encantos el resto del año. L’Eix Transversal (C-25) fue una posibilidad de apertura viaria que favoreció la accesibilidad. 

La vida autosuficente de épocas pasadas se basaba en la agricultura de secano. En el siglo X se inició la repoblación. Eran tierras fronterizas que los condes las cedían a quienes demostrasen que las habían trabajado como mínimo durante 30 años. Más adelante las masías se agruparon en parroquias, que se convirtieron en un centro de vida social para quienes vivían del campo.

Aquellas masías centenarias convivían con granjas con esqueletos metálicos para guardar paja para animales , aperos y maquinaria diversa. A veces, con función de cementerio de chatarra. El paso del Bages al Moianés aclaró información ganadera: quien calificó a aquellos animales como toros fue respondido por quien los cuidaba: son vacas. No llegó a oír a quien identificó una construcción cercana como un “hórreo catalán”. A saber su respuesta, en un entorno bucólico para quien va de paso pero quizá con otras tonalidades más duras para quien vive allí y se enfrenta a los elementos.

Más adelante, otra enorme granja y en la carretera los indicadores de dirección y otras más adelante ofrecían posibilidades: Zona els Clapers , Masia La Santa Creu de la Rodoreda, cerca la Careta, Mas Rojans,  Mas Rovira,  Mirador Altiplans Centrals, Mas de Sant Miquel, Collet i Ermita de Sant Pere,  L’Espinalt,  VilarasSAU o La Plana. Más adelante, L’Estany, la propuesta de turismo rural Mas Torigues  en Santa Maria d’Oló y el Celler Sant Miquel d’Oló (también ermita dentro de una finca, en el Moianès, denominación de origen Pla de Bages).

Las diferentes posibilidades andarinas fomentaron versatilidad y demarrajes que acortaban el total. Cada elección significaba un trozo y una pizca de Cataluña: de Artés a Santa Maria d’Oló, de Santa María d’Oló a L’Estany y de Artés a L’Estany. ¿Quién da más?

La planicie inicial  se convirtió en una subida paulatina primero y más tensa al final de la opción larga. El reducido grupo de “percherones” se estimuló, hincaba extremidades inferiores en el terreno húmedo, se hacían la goma, se relevaban. Y lo daban todo con un paso exigente  para otear lo más pronto posible  L’Estany allá abajo .

Ruta de Artés a Monasterio  de Santa Maria de l'Estany pasando por puntos kilométricos concretos:

- Oratori de Sant Pere Màrtir (15.4 km)

- Mirador dels altiplans centrals (17.2 km)

- Coll del Torn (21.3 km)

  • Collet de Sant Pere (23.5 km), con vestigios de que allí hubo una ermita.


Recepciones

Por caminos varios fueron llegando gentes desperdigadas según opciones: que si ir a ver el Monestir de Santa Maria de l’Estany, que si el pan y dulces de aquel horno son como para comprar, que si alguien se encuentra a sí mismo (¡milagro!) pero no al grupo. Casuísticas diversas que convergieron en la terraza del bar Monestir de L’Estany. Allí hace tiempo que estaba un pelotón a modo de avanzadilla.

Cuando vieron llegar a un elemento, su chaleco sirvió para conectar con realidades ajenas: ¿podía ser un “fachaleco”? No lo era pero sí servía para imaginarse a sujetos muy abundantes hoy: “fachaleco” de marca concreta, bandera x en la muñeca, “dándolo todo por PutaEspaña”,  pelo engominado, pantalón corto y náuticas de postín, sin calcetines. O con jersey cruzado de tonalidades pastel en el cuello. Pero este no era un caso que se emparentara con esa fauna. 

Nadie ha sido recibido hasta ahora como la imagen casi copiada o de sentimientos  sinceros (indudable: lo más seguro), o de telenovelas, o de añejas revistas de papel couché o de Instagram: una persona sudorosa que lo había dado todo y más fue bendecida con Los Santos Óleos por su círculo más cercano nada más llegar a la terraza: con una gran jarra de cerveza y unas aceitunas. Si el cielo existiera esta estampa debía ser una buena prueba que lo ratificara.

No quedó todo ahí. Quien cumplía un día de ser abuelo no cabía en su ser y compartió con alegría dulces gloriosos. Y, por si quedaban zonas corporales  sin glucosa o alcohol, quien domina las rondallas y tiene hilo directo con su Altísimo, nos deleitó con carquiñolis artesanos, moscatel , vino rancio y su especialidad de contador oral, cuyo centro de atención oral fue el origen de formaciones montañosas cercanas.

El personal ya estaba en modo off como resultado de tanto caminar, comer y beber, pero muy en on para apreciar y agradecer detalles compartidos por singularidades que suman.

Ante la magnitud de la naturaleza (“cuidem i estimem l’entorn”: recomendaban por el camino), ante algunas incidencias observadas hoy, quien sabe del tema nos comparte su punto de vista, en este caso el corredor de ultra-trails Kilian Jornet:



“ En la montaña aprendes que eres muy pequeño: una piedrecilla que baja o una tormenta te pueden eliminar del mapa”.




Evaristo

27/03/2025