Tras las huellas de capellanes, nobles y bandoleros
La entrada en los paisajes y espacios de Osona, Guilleríes y Savassona traía recuerdos de antiguas historias y leyendas donde capellanes, nobles y bandoleros habían campado a sus anchas en épocas anteriores. Hasta se sospecha que con presuntas connivencias entre los tres términos y especies humanas, conectados e intercambiables. Se cree que aquellos modelos para mandar, controlar y avasallar también existen ahora, con otros nombres, acepciones y puestas en escena. El pueblo llano, como siempre, siendo mayoritario, apenas se le menciona en ningún sitio. La historia oficial pertenece a los de siempre. Castillos, iglesias, monasterios, masías, capillas, murallas, fortificaciones, campos, pantanos, cuevas: la fuerza bruta para levantar todo era para las gentes anónimas. Así seguimos. Como siempre.
Prolegómenos
La explosión de la actual primavera ha producido una borrachera adictiva y continuada debido al poder narcotizante del color verde. Necesitábamos agua y , cuando llegó, coincidió y animó el resurgir de vidas, o aletargadas o casi secas. Miraras por donde miraras en la Plana de Vic deslumbraba el verde por terrenos que solo son llanos en la toponimia y en la parte central. ¡Camine usted por los laterales y sentirá en sus piernas el “llano subida” y el “llano bajada”!
La etapa del GR151 Abat Oliba trnascurre entre Vic y Sant Romà de Sau, pantano y Parador. Había tres opciones de kilometraje, a escoger: 27,15, 18 y 13, todo más o menos/ y depende. Aquí reflejaremos andanzas en la primera de las posibilidades.
Más adelante, observe su cuerpo después de pasar por Pont del Bruguer (0.9 km), Font de les Eres (3.4 km), Moli de la Calvaria (4.2 km), Molí d'Altarriba (4.8 km), Les Set Fonts (5.8 km), Ermita de Sant Roc (6.5 km), Font Trobada (8.2 km), Ermita de la Damunt (9.2 km), Font dels Foquers (9.7 km), Església de Sant Esteve de Tavèrnoles (10.2 km), Pedra del Sacrifici (12.1 km), Coll de Passarella (12.9 km), Font De Fussimanya (15.4 km), Monestir de Sant Pere de Casserres (19.5 km), Puig dels Moros (21.4 km) y vistas al Pantano de Sau. Aunque la opción elegida fuera de menos kilometraje, las ancas también se resienten. Por tanto, la Plana no es tan llana.
Dicen que el color de la alegría y de la esperanza (eso le atribuyen al verde) ofrece 10 tonos diferentes por estos lares. Comparativa e incógnita: si los esquimales distinguen 30 tonalidades de la nieve, ¿cómo nuestro ojo es tan poco preciso con el verde? Y eso que no será por operaciones oculares varias, anteojos de todo tipo, lentillas, prótesis diversas y demás arreglos. Quizá habrá que recurrir a la visión de los artefactos digitales par que ellos nos fotografíen y aprecien o descubran mejor nuestras limitaciones.
¿Autorretrato?
Y no hablemos del poder también adictivo de la IA o AI que, si no sabe una respuesta de cualquier prompt, se la inventa: nunca sabe decir que No. Aunque no queramos, a veces nos conduce sin saber a dónde. Este aprendiz de todo lo que ignora (que es mucho) debió de ser analizado a fondo por esta Inteligencia Artificial.
En aquel momento de placidez, sentado en un autocar aún no autónomo, le apareció una recomendación en el móvil que le preocupó por sospechar que podía ser un golpe directo a sus pocas capacidades. Era un artículo impactante, con un título difícil de pasar por alto: “¿Cada vez hay más imbéciles? Una teoría intenta demostrar que sí”. En la búsqueda de un posible autorretrato (personal, de este plumilla) a aquellas horas de la mañana, tamaña provocación alivió al lector cuando, más adelante en unas líneas esperanzadoras, decía que eso no tiene que ser malo para la especia humana (¡menos mal!). Para quien quiera profundizar en lo que seguro que no es, he aquí el libro original al que se refiere el artículo: “Nuevo elogio al imbécil”, de Pino Aprile, continuación de un libro anterior también dedicado a imbéciles.
Al final de la lectura, la parada en Vic devolvió a quien lo leía a la otra realidad, con la belleza primaveral ante los ojos. En todo caso la palabra Imbécil no se olvida. Da para mucho.
Deserciones
En la denominada por los romanos como Auso (Vic), parece ser que el obispo al que le seguimos sus huellas, Abat Oliba, impulsó la construcción de edificios eclesiásticos e incrementó el poder de la ciudad. La espiritualidad y los mercados se impulsaron. A veces van de la mano. Un ejemplo actual, el mercado del sábado en la plaza de VIc, que dejamos a un lado, no siendo que las mochilas se recargaran con productos del cerdo y similares (había que dejar sitio para cocas de Mossèn en algunos selectos hornos, puestos ahí para una inmensa minoría).
Aquí vinieron a la memoria recuerdos del grave atentado terrorista en esta Ciutat dels Sants (cuartel de la Guardia Civil), la potente industria porcina con algunos mataderos en su momento denunciados (Santa Eugènia de Berga), xenofobias concretas e integraciones generales, universidad de calidad, época de boicot a industrias lecheras castellanas en momentos en que la “llet nostra" no era tal sino de Navarra, grafitis por el camino con el cerdo como personaje principal, potente desarrollo como capital muy bien situada y con gran futuro.
Ya en las afueras, las dudas de si enfrentarse o no al tramo más largo de la etapa se abonaron por alguien con los siguientes argumentos: que si había granjas de vacas al aire libre, que si se pasaba por ciertos espacios- imprescindibles en nuestra civilización-, por ejemplo estación depuradora de aguas residuales, desguaces, talleres, almacenes, granjas de animales, cementerios o centros de recogida de residuos. Al final (o, más bien, al principio del camino) iniciaron el tramo pocos pero bien avenidos.
Molinos
La realidad fue muy distinta a la anunciada. Los primeros 5 km llanos hasta llegar a Sant Julià de Vilatorta fueron un placer visual por parte de la anilla verde de Vic entre sombras, cantos de pájaros y encantamientos varios. Allí estaba el río Gurri, compañero del Mèder (etapa anterior). Uno le entrega el agua al otro (el Mèder al Gurri) y al final toda acaba en el Ter. Como punto final de la etapa, en el pantano de Sau intenta cubrir la iglesia de Sant Romà y allí se guarda o se bombea a Susqueda.
Estos entornos fueron el saludo a modo de bienvenida para entrar más tarde en L’Espai Natural de les Gulleries-Savassona, perteneciente a la red de Espacios Naturales de la Diputació de Barcelona. Los senderos locales por Osona son muchos, con cruces de caminos que a su vez cruzan otros caminos más anchos o carreteras, que a su vez entran y salen de poblaciones, pasan por las ermitas Abat Oliba y ayudan a abrir los ojos a huellas eclesiásticas, del pueblo llano y de noblezas varias, todos amenazados por bandoleros “de rancio abolengo”, de aquí o de zonas próximas: Joan Serrallonga, el general Josep Moragues y otros segundones.
El puente d’en Bruguer (dentro de “Els camins del Bisbe i Abat Oliba”), construido en el siglo XIV para pasar el río Gurri, fue el punto de partida para la Ruta de los Molinos de Calldetenes, una oportunidad para familiarizarse con la antigua industria harinera del entorno. Siguiendo el torrente de Sant Martí, venido a menos, se iba serpenteando por estas construcciones, con traídas de agua para los antiguos molinos y, ahora, espacios a la sombra para solaz y recuperación de fuerzas. Las zonas de picnic como verdaderas áreas de descanso.
Entre altos árboles, vigilancia en los cruces, bicicletas sin timbre y vehículos de todo tipo, pronto el sonido del agua desembocó en la entrada d Sant Julià de Vilatorta, en el parque de les Set Fonts (cierto, eran 7). Más fuentes, viviendas que retrataban estilos de vida apacible, iglesia de Sant Julià, monumento a oficios y salida hacia otra ermita, la de Sant Roc. ¿Más itinerarios de interés?: el de Puigsec sobre espacios de interés hidrológico y el de los relojes de sol que hay en algunas fachadas de casas de la población, o paso por el área forestal de la Font Trobada.
Curiosidades: en esta población también hay un monasterio de Sant Llorenç del Munt, en una ruta que se inicia en el siguiente pueblo por donde pasó el GR, Folgueroles.
Pronto empezaron a despuntar las primeras amapolas. Una planta con muchos sinónimos, algunos de los cuales suelen citarse en los programas televisivos en catalán dedicados a la meteorología. Algunos: roselles, frares, pipiripips, bardabadoca, ronsella, rodella, gall, gallaret, gallgalleret, gallgallinot, ababol, mamberol, pavot roïll, coquelicó. badabadoc. Y más flores…muchas y variadas, con un gran atractivo visual, fotogénicas y fotografiadas.
Evidencias
La placidez del verde primaveral recién estrenado dio paso, primero a la placa de “Folgueroles, bressol del poeta M. Jacint Verdaguer” y, luego a que la vista se fijara en un letrero con una declaración que, por obvia, se desconoce para qué se puso. ¿No será para evidenciarse en plan marketing facilón ante las poblaciones que no lo hayan puesto, que son la mayoría? El fondo del fondo es lo que importa. Aplausos y solidaridad con el contenido. Texto del letrero de entrada al pueblo, en lila: “ Folgueroles no tolera les agressions sexistes”. Aún no se olvidan aquellas modas de “Poble d’Europa”, “lliure d’armes” y otros de corte más político.
La evidencia más dulce la protagonizó quien sabe situar también lugares golosos en el mapa. O sea, hornos donde trabajan bien las masas, levaduras y azúcares, algunos con una tradición de años. Folgueroles removió paladares y llenó algunas mochilas con cocas y otras golosinas del obrador Cal Mossèn, especialidad en pan y la Coca de Folgueroles: “Has voltat i observat. Has palpat i ensumat. Ara torna a casa, al molí, i mostr’am què has après”, promocionan en su web. ¿A qué se referirán con algunas palabras concretas y cómo interpretarlas en un entorno tan eclesiástico?
Estamos ante la coca del Mossèn en el pueblo de Mossèn Cinto Verdaguer, un maridaje canónico. En una población también con ilustres pilotos de coches y motos como el dakariano Nani Roma, polideportivo donde practicaban el patinaje artístico y, por supuesto, el hogar de la infancia del Mossèn convertido en Casa Museu (visitable), bajo los auspicios de la Fundació Jacint Verdaguer. Más para ver: jardí Brins d’Espígol, Pi de les Tres Branques.
Progresos
Ermitas y fuentes ya reseñadas se sucedían de camino a Tavèrnoles, pequeña población con 340 habitantes, donde destacaban, además de la iglesia de Sant Esteve, los olores de las brasas de restaurantes cercanos y su centralidad religiosa, con una filial en Sant Pere de Savassona. A la sombra de tal santo, la gula provocó el crecimiento, ampliación y traslado de lugar original del restaurante Cal Janot, ahora llamado Restaurant Colomer-Cal Janot. Las huellas olorosas que perfumaban el ambiente exterior y la multitud de la entrada debían ser tan buenas o mejores señales que las estrellas o los tenedores con los que presume el gremio.El alojamiento rural de Cal Janot despuntaba como muy acondicionado para huéspedes.
Se observaban otras masías diseminadas y se escuchaban a lo lejos algunas muy preocupantes conversaciones vintage. Jóvenes lozanos y bien perfumados presumían de que tenían que volver tiempos pasados, azuzados por youtubers, influencers y otras especies donde la ignorancia campa a sus anchas. Ante pensamientos progresistas, a veces utópicos, el sueño para ellos era refrescar ese pasado, donde “otro mundo es posible” si es el anterior y muy de derechas. Su único pensamiento utópico era muy regresivo, implorando personajes sin calificativos y tiempos lúgubres: ¡qué pena!
Más adelante, por estas tierras de Les Gulleries, tan históricas, se recordaban leyendas y realidades de bandoleros, maquis, fantasmas, bestias, demonios, carlistas, emboscados. Todo en torno a la vida en masías centenarias donde, si las piedras hablaran, podrían relatar historias como las de la masia Clavell, en el libro “Te di ojos y miraste las tinieblas”, de Irene Solà. Una novela extraña pero atractiva, muy propia para imaginarla aquí, donde la situó la autora.
Rocas
Aquí, aparte de iglesias y variadas categorías humanas, hay más sorpresas.
En un terreno tan montañoso, con muchas y diversas flores por todas partes, casas con leña cortada en el porche, habituales globos aerostáticos en el cielo y muchas sendas, el río Ter quería asomar a lo lejos y presumir de curvas, o sea, meandros. Antes, en lo alto la ermita de Sant Feliuet y, a pie de GR, la zona de Savassona llamada “La Savassona”, apta y preparada para el llamado Boulder, traducido en la práctica a escalada deportiva, artificial y en bloque. Un lugar de culto para esa escalada pero en pequeño formato. Para saber más sobre las posibilidades de estas piedras, se pueden encontrar en alguna web específica, por ejemplo, 182 vídeos con propuestas en los bloques. En este espacio, también estaba (y se supone que seguirá ahí, no apta para que los vascos más duros que la piedra, expertos en Harrijasotzeak como Iñaki Perurena, practiquen con ella) la gran roca de 400 toneladas de peso, llamada Pedra del Sacrifici. Por sus rituales, con tumbas que contienen esqueletos en forma de fetos encogidos y otras señales parece ser que existió por aquí un poblado ibérico. Otras piedras: les Bruixes, de l’Home o Pedra del Nen.
Cercas
Este es un país con muchas cercas, vallas, setos, cables por los caminos, protecciones privadas, delimitaciones de animales y demás impedimentos para no ver ni pasar por donde dicen que no te toca. Tantas granjas “se olían” a distancia. O sino, el género canino andaba por allí ladrando y poniendo límites al campo. “Ya puedes chillar, ¡cuando hablas no se te entiende!”, le respondía un caminante mientras se sorteaban obstáculos varios, con pronunciadas subidas que solo tenían una ventaja: estaban a la sombra. Aquellos perros rurales no se parecían a los urbanos, donde cuando salen a pasear con dueños/dueñas a veces no se sabe quién pasea a quién.
Sorpresa: las Escales de Foquers, con 300 escalones, un alivio que se agradeció para bajar y evitar los resbalones en la roca mojada, con final en la fuente de Foquers. Pronto Tavèrnoles, con una placa ante la que alguien echó en falta que concretaran la definición de Patria aquí: “En Memòria dels defensors de la pàtria”
Un senderista, fantástico guía, amenizador y conductor del grupo, todo el tiempo con el trak en la mano, estaba muy preocupado por dónde se ponían los pies, ya cansados por el kilometraje recorrido. Ante el mojón de una deposición (se duda de si humana o canina) bien que se cuidó de advertir a todos que no se pisara y menos antes de iniciar una pronunciada bajada. Al poco rato dijo: “Algo me huele mal”, su pituitaria detectó rastros, preguntó quién había lustrado sus zapatillas y, al final, descubrió que era él. Ya sabemos que, si bien en este país la escatología es un orgullo, aquí fue posible objeto de inseguridad.
Mientras, la maquinaria de tomas de agua del Ter, los indicativos a afamados restaurantes de los que te reciben con larga tabla, cuchillo y algún metro de fuet y demás chacinas (por ejemplo en Fussimanya), todo conducía al punto con retorno (ida y vuelta) para visitar un reconocido monasterio, estratégicamente situado. Mientras, el Ter cada ve era más visible, fotogénico y para plasmarlo en digital.
Vistas
“Uno de los monumentos más importantes del románio catalán”, así se promociona el monasterio benedictino de Sant Pere de Casserres en su web. Previo pago de entrada (no pueden entrar animales excepto “gossos pigall”, anuncia sin aportar razones), la espectacularidad del entorno de les Masies de Roda, del Ter y de su historia entre capellanes, órdenes religiosas, familias nobles, vizcondes, vizcondesas (y se supone que no admitirían bandoleros ajenos, a no ser que “presuntamente” estuvieran dentro), era para contemplar, andar y disfrutar, con una reconstrucción bien lograda. Las vistas: sin calificativos. Y, detrás de todo, el Consell Comarcal d’Osona y la Fundación de un extinto banco y de otro actual con OPAS en marcha. ”Amb la col.laboració històrica” de estos, dicen los papeles y la web, muy completa y documentada..
La ida y vuelta por senderos con precipicios que caían sobre el río Ter y el Torrent de l’Infern permitían contemplar mejor sus meandros y el terreno que dejaban en medio. Lejos se adivinaba el pantano de Sau. Una pequeña muchedumbre de ojos buscaba la punta del campanario de la torre más deseada, la atalaya más seguida, fotografiada e indicadora de sequías y de la progresiva acumulación de la esperada agua primaveral. Según alguna investigación confirmaba, la iglesia de Sant Romà de Sau es la más antigua del mundo que aún se conserva de pie sumergida en un pantano (excepto si hay sequía, controlada en este caso por las masas visitantes). Y es la que está a mayor profundidad: 23 metros. Construida en 1061, lleva más de 50 años sumergida si el agua lo favorece. Toda una atracción turística, siempre con el móvil a punto.
Ante tanta agua alguien pedía - con cierta sorna - que una parte del pantano de Sau fuera trasvasada urgentemente a esa población cercana a Terrassa, con 1.342 piscinas censadas para sus 9.815 habitantes (censo de 2024): ¿cuántas piscinas por habitante o al revés?. Según noticia de TV3 algunas viviendas tenían problemas con el agua de boca por culpa del llenado de tantas piscinas. En fin… Buen tema este… Sin comentarios.
Tributos
En aquellas épocas los tributos, diezmos y otras prebendas -más obligatorias que voluntarias- era habituales. En esta etapa del GR algún personal andarín y muy esforzado también tuvo que tributar pero de forma: involuntaria y lesiva. Al acabar un sujeto manifestó con orgullo: “He dado la cara por GRMANIA” señalando las pruebas en su rostro, Cayó de frente y dio con su cara en el suelo. La marca vertical y alargada ya es una muesca más en su brillante hoja de servicios. También hubo quien cayó por un desmayo o “pájara” y quien una rama le “acarició” la cabeza en un roce de ida y vuelta, con otra muesca que le honra. Todas estas tribulaciones fueron en acto de servicio.
Después del final de etapa en Saant Romà de Sau, pantano de Sau y Parador de Vic-Sau (cerrado por obras), la vuelta recaló de nuevo en el bar El Pavelló de Artés. Ya como si fuéramos de la casa o clientes VIP.
Y, como colofón de la actual temporada 2024-2025 por el GR 151 Abat Oliba, un tributo personal a un líder austero de Uruguay y creíble por predicar con el ejemplo personal, el cual nos dejó hace poco. Alguien inolvidable por su vida, implicaciones, acciones, polémicas y tantos mensajes como nos ha regalado a modo de herencia. Por ejemplo este:
“Es bueno vivir como se piensa porque de lo contrario pensarás como vives”
José “Pepe” Mujica (Montevideo 1935-2025)
Evaristo
25/05/2025