lunes, 8 de octubre de 2018

Romería de Terrassa a Montserrat del 7 de octubre de 2018

¿Tentaciones?... las justas

Este año la Virgen del Rosario y la Romería coincidieron en un mismo día otoñal. Ante tanta celebración, religiosa, laica, deportiva o de paseo, el ambiente era propicio para enfrentarse con la realidad más cercana y mirar al cielo: ¿Lloverá o no? No parecía que de momento se cumplieran los pronósticos dictados por quien se refiere a “la Península Ibérica” y “al nostre país” cuando del tiempo televisivo se trataba. No caímos en la primera y preocupante tentación:  sacar el chubasquero.

En un ambiente tan diverso,  el azar y la realidad mostraron supuestas tentaciones, que se enumeran a continuación.

Aproximación a posibles tentaciones romeras de la edición 2018:

1.   De perderse, con tanta dedicación de GRMANA parecía tarea harto difícil aunque se quisiera. Mucho ojo avizor expectante que se fijaba en los movimientos humanos  para evitar descarríos diversos.
2.   De ir por tu cuenta, pasando de walkis, consignas y monsergas. Solo se atrevió un avezado y deportivo grupo desde Monistrol. Demostraron buen olfato y una hoja de servicios impecable. Se les concedió su demanda y subieron libres y veloces.
3.   De flagelarse con alguna zarza en zonas no afeitadas por manos expertas desde hace tres años: quien quisiera mortificarse con la lesión vegetal podía acercarse a una de esas lianas herbáceas con pinchos, en algunas zonas sombrías, y comprobar sus efectos en partes blandas. Era el cilicio de la flora al alcance de despistados o de personas que se satisfacen con esto porque no se atreven con la autolesión, tan extendida hoy entre adolescentes. 
4.   De comprobar el agarre de la suela de las zapatillas ante resbalones en las bajadas. Hubo de todo, con retenciones provocadas por el miedo, planificación estratégica sobre dónde situar los pies, ayudas con bastones y hasta lanzarse a ver qué pasaba.
5.   De descubrir el camino sin frontal ni linterna: algunas almas no se iluminaban con la luz artificial más segura y se dejaban guiar por focos ajenos o por espíritus divinos. 
6.   De sucumbir a pliegos, legajos, instancias y demás burocracia necesaria para que no seas un supuesto usurpador del espacio público ni sospechoso de asociación indebida y andarina.
7.   De observar la asistencia de tanta juventud y comparar con otros tiempos ya lejanos en que la diversidad de edades y tipología creaba un entorno poliédrico.
8.   De atender la queja de quien dijo en voz alta que el ritmo de este año era muy alto, sin darse cuenta de que las esperas para juntar todo el grupo fueron constantes.
9.   De caminar bajo el manto protector de los walkis de GRMANIA en los cruces, en las paradas, cuando no parecía que pasaba nada pero su soniquete verbal era continuo.
10.De cumplir o no las órdenes tajantes y estrictas de Mossos para no atravesar la C 58 hasta que llegaran ellos. Lógicamente, todo se cumplió sin rechistar. La larga espera dio sus frutos, con un trabajo excelente de la autoridad competente. 
11.De someterse a los caprichos de la carne con más carne, esta vez “pase lejos de mí ese cáliz”. En el bar Teresa de Vacarisses alguien no cayó en el opíparo desayuno  del año pasado con la butifarra y las judías secas, que le truncó su “ilusión” de subir andando desde Monistrol y tuvo que decantarse por el “sufrimiento” del Cremallera.
12.De consumir o no ese café con leche de personas que lo deseaban en voz alta durante el camino y que se lo pedían con fervor a Teresa la del bar. 
13.De ponerles dificultades a las veloces bicicletas con las que cada año se comparte camino, y este año también con alguna moto. 
14.De recriminar a tanto animal canino cómo mostraba sus fauces por todas partes y ladraba con furia a peregrinos pacíficos e indefensos.
15.De degustar las energéticas golosinas de la plaza de Monistrol.
16.De echar en falta las puntaires que  otros años a esas horas enseñaban su laboriosidad en esa plaza.
17.De provocar dudas a personas y familias que mostraban inseguridades a flor de piel en temas obvios.
18.De abandonarse al goce de subir en cremallera, dejando el disfrute del camino para gentes más abnegadas.
19.De caer en la tentación de ir a degustar cerveza  en una feria de Barcelona a la que estaba invitado y dejar a los romeros a su suerte en tan empinada subida desde Monistrol, a base de sol, sudor y esfuerzo.
20.De abandonar en mitad de la subida final a un prolífico plumilla egarense que se prodiga en multitud de medios y, una vez escritos los artículos de los próximos días, ya pensaba en temas de una actualidad que aún no ha llegado. Ya tiene un futuro tema resuelto: cómo subir a Montserrat cuando no quedan fuerzas, gracias al apoyo de tres abnegados GRmanos.
21.De enfrentarse a deportistas que bajan a toda velocidad y no respetan el paso de quien sube a su ritmo.
22.De compartir la degustación del tentempié de una pareja al sol, que sabe dosificar el esfuerzo de la subida y cada cosa se la toma a su tiempo.
23.De consumos varios en el Monasterio: tomar una cerveza o no, comprar un mató o mortificarse, encender una vela cuando los cepillos revientan de monedas y ya no hay ninguna libre.
24.De no cambiarse la camiseta sudada por otra seca y asumir o no el primer resfriado de la temporada. 
25.De admirar el trabajo y la compañía de las personas de Cruz Roja, profesionales que estuvieron siempre pendientes de todo.
26.De solazarse en el ambiente de Montserrat, un espacio que irradia un gran poder energético, deportivo, paisajístico, turístico, religioso y humano. 
27.De callarse cuando se ha de agradecer el esfuerzo del personal GRMANO que colaboraba y del que asistía a la edición actual de la Romería. Sin ambas figuras, este discurrir por los caminos históricos no existiría.
28.De no tener en cuenta el recuerdo de los pageses que crearon esta romería hace casi mil años (aún quedan cuatro), de los asistentes a tantas peregrinaciones y del trabajo abnegado de las personas que murieron con la ilusión de que la Romería cumpliera el milenario. 





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2 comentarios:

Maria dijo...

Siempre un placer leer tus crónicas, gracias.

Fina dijo...

Vaya!! habia más tentaciones de las que yo caí.