Escenarios volátiles y fluidos de otoño
Visualizaciones al andar por la etapa del GR 151-Abat Oliba entre Tavertet y L’Esquirol ( Osona) en una jornada llena de alicientes, con descubrimientos saltimbanquis entre quienes no se despeinan y otras habilidades varias, entornos naturales volátiles que se desvisten en la estación otoñal, pueblos con topónimos para la posterioridad, el fluir de guiños variados y la gran ayuda de la Inteligencia Artificial (IA), cuando a algunos nos ha escaseado siempre la natural.
Por cierto, ¿qué dirá la IA de GRMANIA?
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Las tonalidades del otoño en espacios y paisajes con árboles de hoja caduca regalaban sensaciones como para ser vistas, grabadas e interiorizadas para su goce presente y futuro. Eran previas a los tonos ocres de noviembre, al final con alfombras bien mullidas donde pasear es hundirte sin ver dónde pones el pie. En aquel fluir, entre Tavertet y L’Esquirol, discurría un camino y etapa únicos: por su orografía y amplitudes en el horizonte, lleno de historias antiguas que suelen ser ignoradas cuando lo que se pretende es una etapa más, llegar al destino, más kilómetros y amenidades varias.
A continuación, un recuento de momentos presentes y otros volátiles cazados “al vuelo” durante el recorrido, vividos en lugares cargados de accidentes geográficos, simbologías diversas y los ojos del personal puestos a prueba para mirar a riscos, hayedos, vallas, fuentes, masías y otros detalles significativos. Una etapa única, resaltada por este otoño, llena de estímulos y de huellas de vidas pasadas. He aquí una memoria histórica que pueda ayudar a contextualizar por dónde se ha pasado, lugares por donde otros lo han hecho antes.
Partidas
Salir de Tavertet es maravillarse de este y otros pueblos de la zona, rodeados de tradición, bucolismo y paisajes, sometidos a mínimos habitantes entre semana y máximos al final . Visitarlos en coche significa pasar por un aparcamiento o peaje a la entrada. Cuando procedes así y luego te adentras en la población, las calles están llenas de vehículos, se supone que del vecindario. Contradicciones y polémicas que han dado lugar a decisiones de algunos, escritas por visitantes: evitemos venir aquí en vehículo.
La salida de la etapa pasó por la puerta de la casa de Raimon Pánikar (mencionado en el resumen de la etapa anterior), quien aseguraba: “Vivir cada momento como único es esencial. Si cada momento no es único, pierde todo su valor y unicidad”. Ligera subida en dirección a sendas y pistas abiertas a la amplitud de tantos riscos, con un paisaje que gente viajada seleccionaba con cinco estrellas, junto a Las Médulas y al Meandro del Melero, atendiendo a sus características orográficas. Indicador: Espai Natura Cingles de l’Avenc de Tavertet”. Invitación en la piedra: “Seu, mira, aquí es pot escoltar el silenci”
Placeres
Los riscos marcados en lontananza y la naturaleza otoñal se vieron acompañados por una fina lluvia y un lugar donde guarecerse y acomodarse aperos varios para no mojarse. Aquella entrada de aparcamiento parecía uno de esos búnkers para guerras varias.
Por la pista amplia, sin recortes de distancias si se hubiera transitado por atractivas sendas laterales, apareció una construcción para relajaciones de todo tipo, escuchas varias y otras actividades. Antes, a alguien se le iluminaron los ojos, con una comunicación no verbal que transmitía nostalgias de momentos muy placenteros pasados en aquel complejo de edificios, el apart-hotel L’Avenc. Un sitio con curiosidades históricas dignas de mencionar en este viaje escrito. Hasta este lugar llegaba la finca de Mas Rajols, extensión en donde al lado del camino había la famosa valla saltarina o no. También merecerá unas líneas con su historia.
América
Anunciaban el cielo en la tierra si disfrutabas de este espacio de estilo gótico-renacentista (obviaban la entrada búnker al aparcamiento), con referencias desde 1314 y por donde pasaron mucho clero, bandoleros, navegantes y gentes de la llamada “miscelánea viajera”.
Quienes accedieron al original Mas de L’Avenç contaron historias con unos misteriosos personajes. En su interior había relieves que mostraban figuras de navegantes, de cacao y de ciertas huellas que emparentaban esta casa y entorno con el descubrimiento de América, a través del puerto de Pals, en l’Empordà, y con acceso hasta aquí a través del río Ter, que en aquella época era navegable.
Y, ¿cómo no?, los bandoleros de etapas anteriores aparecieron también aquí. Dicen que el famoso Serrallonga la usó como escondite, con comida, bebida y refugio en noches frías. Se desconoce si también disfrutaba de friegas, intercambios de flujos y otros placeres amorosos, como a quien la nostalgia se supone que le recordaba momentos inolvidables.
En la actualidad, la familia propietaria habilitó la masía en 1997, catalogada como “bien cultural de interés nacional” para hotel de montaña, “bienestar rural” lo llaman: naturaleza, amores, espiritualidad, historia, desconexión, deporte o dejarse llevar y fortalecerse en los significados de esa palabra tan importante en Finlandia: el Sisu.
Miradores
Más adelante, en un espacio de la carretera el personal acopiaba energías para afrontar sorpresas aptas para toda clase y condición. Cerca, el mirador del Silenci , junto con el de Rocallarga, que deja sin palabras cuando la niebla cubre los valles y riscos, tapa y anula los abismos. Parece como si el cielo estuviera más cerca mientras tú estás en medio. La “broma baixa” enaltece las zonas naturales próximas de Collsacabra y les Guilleries.
Habilidades
¿Por qué hay quien le pone tantas puertas al campo- en campos donde cada vez hay más puertas, vallas, setos, videovigilancia, alambres, electrificaciones y “prohibidos”- , quien somete a excursionistas a un simulacro de primero de pista americana o quien pretende aguzar la perspicacia y prudencia para evitar riesgos innecesarios? ¿Cómo cazar el paso: al vuelo o tirando de un pestillo?
Actitudes: la de quienes iban delante y eran ortodoxos y “volátiles”, seguían el track y su fidelidad era innegociable; la de quienes su posición y templanza les permitió observar el conjunto desde atrás y analizar estrategias sobre cómo ejercer la ley del mínimo esfuerzo sin tanto posible desequilibrio en el aire, incluyendo a gentes que olisquearon los entornos para saber cómo traspasar una pequeña empalizada sin despeinarse.
La realidad, una vez rebuscado Internet y con la ayuda de la IA: la propiedad de la masía Mas Rajols es extensa (de 319 hectáreas, propiedad en su momento de la extinta Obra Social de Catalunya Caixa y la familia Abey-Parris del hotel de los placeres), llega hasta L’Avenc pero también hasta la zona de la valla.
¿Y por qué el paso saltarín? Porque durante mucho tiempo todo estuvo electrificado como pastor artificial para muchas vacas. Y dejaron zonas para acceso de tractores y de personas a los lados. Para que senderistas no se electrocutasen y siguieran su camino, como se les supone buenos equilibristas y gentes versadas en levantar piernas y proteger lo que queda de su entrepierna, pues qué mejor que clavetear los peldaños de subida para evitar posibles deslizamientos por el hielo y verificar la buena forma aérea una vez traspasado el obstáculo. ¿Cómo los primeros no iban a seguir aquellas decisiones ni usar un paso hecho para senderistas por personas de Fundaciones que habían pensado en evitar su chamusquina eléctrica en los bajos?
El espectáculo de poner el pie sin resbalarse, los bastones al aire como simulacro de banderillas toreras (con toros y vacas mirando allí cerca), subir, bajar, dejar aire a la entrepierna y atender a balanceos mochileros sin aterrizajes forzosos supuso una prueba bien superada. Esta experiencia, al borde del artisteo involuntario y de medio pelo, no la vivieron quienes descorrieron un pestillo o circularon sin que nada les estorbara. Tampoco probaron sus equilibrios, que seguro que se les supone.
Después, más arriba, el “collet de Rajols,” a 1.159 metros estaba cercano a la masía. Más allá comenzaba otro espectáculo.
Pero antes….
¿Qué es grmanIA para la IA?
En el proceso de “saltar” sobre la caza de información en Internet acerca de los susodichos escalones, también hubo que acudir a la Inteligencia Artificial, como apoyo muy poco útil, por no decir inútil. Es de gran ayuda a veces y mentirosilla que despista en muchas otras. Siempre estará a tu favor, no te contradecirá jamás y, si no lo sabe, se lo inventará.
¿Qué responde la IA si se la interroga con esta pregunta? Atención, pregunta: ¿Qué es GRMANIA?
Respuesta textual en cursiva (copia y pega aquí) de ChatGPT y otras IA después de casi 30 años de existencia de GRMANIA. Como para reflexionar:
“No he podido encontrar una definición clara y ampliamente reconocida para el término “GRMANIA” (o “GRMANIA” tal cual escrito). Aquí tienes lo que encontré y algunas posibles interpretaciones:
🔍 Lo que he encontrado:
No hay una página oficial obvia que defina “GRMANIA” como entidad, organización o concepto ampliamente conocido.
Aparece el término “GRmania” en un contexto de viajes: alguien comenta haber recorrido “con GRmania” una parte del Camino del Norte.
También aparece “gradoMania” (con d) como un portal formativo en España.
No hay resultados fiables que expliquen “GRMANIA” como acrónimo, entidad registrada o similar.
✅ Posibles interpretaciones
Dado lo anterior, hay varias hipótesis:
- Podría tratarse de un error tipográfico: quizas la palabra correcta era “GRMANIA” pero se refería a otra cosa como “gradomania”, “grmania”, “grmanía”, etc.
- Podría ser una marca o nombre local poco conocido: quizá “GRMANIA” es el nombre de una empresa pequeña, un proyecto privado, una comunidad de viajes, etc., sin presencia destacada en internet.
- Podría estar relacionado con “Gran Manía” o similar: en el contexto de viajes, “GRmania” podría ser un nombre informal de grupo o blog que hace rutas “GR” (gran recorrido) — “GR-mania” podrían referirse a aficionados de los senderos “GR” en España”.
¡Casi 30 años de existencia para este trato a GRMANIA - que igual es justo y necesario- por parte de la IA! Lo dicho: casi nos tiene perimetrados pero es una mentirosilla. ¡Aún le queda mucho por aprender…o caminar!
Espectáculos
El recorrido de los aproximadamente 17 km de por sí era un espectáculo en una comarca a veces desapercibida para saborear mosaicos coloridos, perfiles, fuentes, hojas y puentes (a menudo solo nos quedamos con los olores porcinos y similares): miradores en Tavertet, la font de l’Abeurador, mirador del Cingle, el del Silenci, el citado collet de Rajols y el Pedró cerca, qué decir del monumento-haya-, el coll de Sesviles, la font del Rajolí, la font de les Monges, La Foradada previo pago, font de les Fontiques y el pont de les Gorgues.
A saber qué queda de aquella iniciativa puesta en marcha aquí en 2010 para “Fes de pastor per un dia”: acompañar a un pastor durante un día.
Robledales y hayedos sobre todo aportaban los matices de postal, con el gran monumento cercano, la “reina del bosque” para unos o el “abuelo del bosque” para otros: el haya cuyo tronco necesitó el esfuerzo de tres GRmanos con los brazos abiertos para abarcarla.
De bajada, subida de “traileros” deportistas a pie que participaban en un evento de esfuerzo con camiseta negra, como de uniforme. Y la perversión de alguien que le preguntó a quien subía apenas sin aliento: “Si puedes hablar, ¿cómo se llama esta carrera?”.
Cruce junto al depósito municipal de agua de Cantonigrós para descender por el sendero flanqueado por los encantos del bosque otoñal. Había quien se entretenía con las setas, detalle que sirvió para que alguien matizara: “no es lo mismo ir a buscar setas que ir a recogerlas”. Pensaba en personas muy versadas que su especialidad la demuestran en momentos de captura o caza antes de que otros las vean.
El baño de bosque fue real y gratuito durante la aproximación a Cantonigrós, por el Torrent de Balà (Camí dels Enamorats), con la font dels Enamorats y, cerca la font del Rajolí y la font del Faig. Los nombres los dicen todo.
Paso por pequeños puentes, suelo alfombrado con hojas, árboles de ribera que posaban como modelos pasajeros para la foto, humedades en el camino como para vigilar posibles resbalones y variopintas conversaciones entre caminantes, dependía de cada grupo humano.
Mientras, las vacas miraban expectantes como animales curiosos. Quizá sus dueños estaban muy preocupados, esperando las vacunas ante el miedo al contagio por el brote de Dermatosis Nodular Contagiosa (DNC), iniciado en septiembre en una granja de Castelló d’Empúries y procedente de otros países europeos. Hubo quienes aprovecharon para recordar sabores carnívoros delicatessen, macerados en cámaras con piezas de vaca vieja o chuletones enterrados el día antes en tierra para degustar “el cielo en el plato” al día siguiente. Todo ante la atenta mirada del género vacuno.
Masías
Hay bastantes topónimos con origen en masías. Es el caso del mas de Can Toni Gros, un hostal, a cuyo propietario Antoni Prat le llamaban Toni Gros (por gros y gran), origen del nombre del pueblo Cantonigròs. Sus 336 habitantes viven en una entidad dependiente de L’Esquirol, con otro curioso origen y nombre que ha pasado a la historia obrera.
Hoy acoge viviendas de segunda residencia y fue origen del Festival Internaional de Música hasta 2011, que pasó a Vic. Hace tiempo se decía que la masía que daba imagen a los embutidos y preparados de Casa Tarradellas, de Gurb, estaba en este pueblo. Parece ser que en otros lugares cercanos también se presume de lo mismo, con visitas incluidas.
Muchas y solitarias son esas construcciones centenarias que algunas ya cotizan entre los fondos de inversión y riquezas extranjeras, además de en el registro de bastantes dueños de aquí con engordados bolsillos. La arquitectura popular que, a la larga, puede ser pasto de la ruina y de las zarzas por falta de sucesión,
abandono del campo y desinterés ante sólidas construcciones con gran interés e historia, ahora preocupa como patrimonio imprescindible para entender el pasado catalán. Muchas etapas las han bordeado con bastantes masías ya abandonadas.
Ahora la Fundació Mas i Terra ha ampliado la difusión de estos edificios. Acondicionan para su sede la masía La Sala (del siglo XIV) donde nació Joan Sala i Ferrer, o sea, el bandolero Serrallonga, en Viladrau.
Cartel
En un cruce del pueblo de Cantonigròs, calle Major 34, gran cartel “D’anada o de tornada, FEM TROBADA”, de junio de 2022 con autoría de Reskate Arts &Crafts. Según el ayuntamiento de l’Esquirol, representa una cabra rodeada de golondrinas que van y vienen. Intenta explicar la identidad de “Cantoni”: un pueblo de paso pero también un lugar de grandes encuentros. Las ramas laterales de boj refuerzan la escena con la idea de regeneración. Los artistas usaron tonos suaves y naturales para priorizar la idea de que parece que estuviera aquí desde hace mucho tiempo.
También, imágenes del cercano y competitivo Halloween en algunas casas. No se veían simbologías castañeras ni menciones a la unión de todo: La Castaween. Desde allí se inició la parte final del recorrido.
El día mostró señales e indicadores curiosos: “Precaució, camí molt estret, prioritat invertida” con respeto a caminantes, ciclistas y animales.
Ardillas
El cruce de Cantonigrós por el Camí Ral de Vic a Olot condujo por las cercanías de La Foradada, entre camino pedregoso, a veces resbaladizo y turisteo que subía de verla con un gesto contrariado o incierto. Ante preguntas a quienes no les apretaba la subida, no parecía responder al espectáculo prometido previo pago de entrada. Poca agua e ir siguiendo la riera de les Gorgues, cuyas aguas más allá han dado lugar a La Foradada, con un imaginario popular que creó las habituales leyendas, cuentos y hadas de agua que engatusaban al vecindario con sus cantos y belleza: si te miraban te convertías en piedra al momento.
Piedras húmedas, algunos desniveles que asustaban a gentes de las llanuras, tierras de cultivo, más masías y el anuncio a la entrada de L’Esquirol por el pont de la Gorga para salvar la riera del mismo nombre, con dos arcos desiguales, también llamado Pont del Raval, en el camino real de Vic a Olot. Un pueblo con otro curioso topónimo y con hechos pasados que seguro no inspiraron a quien alertaba con una señal pintada en vertical, “Veïns en alerta”, logotipo de cámaras, WhatsApps y 112 emergències” en la que aparecía una persona con un saco a cuestas, se supone que para evitar ser víctima de posibles robos. El significado no desentonaba de la fama de un nombre sinónimo de reventadores de huelgas obreras.
De Santa Maria de Corcó el pueblo adoptó el nombre de L’Esquirol después de un “brillante" ejercicio estratégico y democrático de la población y de la alcaldía (se vota algo y se decide lo contrario, entre 1937 y 1939, rematado en febrero y marzo de 2014), topónimo que procede de un hostal situado en el Mas de Parai que en el siglo XIX tenía como mascota una ardilla enjaulada en el vestíbulo: por eso se llamaba Hostal de l’Esquirol. Un pueblo con fotografías históricas de la vida de épocas pasadas, distribuidas por algunas calles.
Su nombre se popularizó por todo el Estado porque, como ustedes muy bien saben, en el siglo XIX gentes de esta población se ofrecieron para sustituir a trabajadores en huelga de una fábrica de Manlleu. Dicen que el hecho volvió a repetirse a principios del siglo XX. Por aquí y en pueblos vecinos había muchas fábricas textiles. Ante más huelgas, en 1902, 1908 y 1917, más de lo mismo. No se sabe si de ahí surgió la señal vertical actual de “atentos porque por aquí se roba” debido a la tradición heredada: a cargo de los propietarios de fábricas y negocios que pagaban muy poco a los trabajadores huelguistas o debido a reventadores de huelgas ajenas que después se beneficiarían de lo conseguido mientras otros luchaban.
Fin de la etapa. 17 km recorridos en total.
La jornada acabó con cierto “paso ligero y deportivo” de quienes se lanzaron en el nunca mejor nombrado polideportivo de Artés, a por las escasas jarras (casi ya personalizadas) de que disponían, y/o a buscar sito en un bar que alguien lo calificó como el “proveedor oficial de GRMANIA” por sus atenciones y las veces que se ha frecuentado.
Y hablando de cervezas, para acabar relamiendo la espuma en los labios, una de tantas proclamas que se le asignan al famoseo de cualquier clase y condición, verdaderas o inventadas. Por ejemplo:
"A mucha gente no le gusta el sabor de la cerveza, sin embargo, eso no es más que un prejuicio."
- Winston Churchill -
Evaristo
03/11/2025
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