viernes, 2 de diciembre de 2005

La web de GRMANIA: presentación de su sede virtual, la web

www.grmania.com

Si aún no la conoces, entérate de qué encontrarás dentro


Quienes paseando por la Red os habéis detenido en esta web, no lo dudéis, habéis acertado. Estáis delante de lo que buscabais. Os invitamos a hacer un alto en vuestra ruta virtual. Contemplaréis paseos reales, personas muy muy humanas, caminos históricos pateados por muchas generaciones, fotos que no aparecen en ningún folleto turístico y textos que os harán deducir quién, qué, cuándo, dónde, cómo y por qué hacemos esto. Os proponemos un viaje real que ya dura ocho años, seguid las andanzas de un grupo que os invita a disfrutar virtualmente con algo de lo que hacemos en nuestra realidad senderista.
Es difícil presentarnos geográficamente, somos una unidad en la diversidad y no de destino en lo universal. Hemos llegado a ser veinticinco, aunque todo depende más que de nuestras ganas de hijos, abuelos, compromisos, casas y cosas variadas. Vivimos en un área formada por Barcelona, Mollet, Sabadell, Terrassa, Rubí, Vacarisses, Viladecavalls y alguna otra nacionalidad más. Alquilamos un microbús que nos deja medio dormidos en un punto y nos recoge bastante cansados en otro. Somos expertos en empresas, chóferes y diligencias con cuatro ruedas, podíamos escribir mucho sobre este tema. Imaginaos las que hemos probamos en tantos años, con una salida mensual por término medio. Y eso que aguantamos bastante y tenemos un relativo espíritu de sacrificio.
Físicamente aún es más difícil decir cómo somos: de cánones de belleza masculina o femenina no hablaremos, haberlas haylas, aunque muchos nos consolamos con la belleza interior (algo es algo) y con nuestra habilidad, debilidad o ¿encanto? con la lengua (para hablar y mucho). Sobre la edad, es un tema muy personal. Si bien a veces se habla de enfermedades, pruebas médicas, mejores o peores galenos y masajistas, gozamos de una salud a prueba del segundo resfriado o gripe y una edad envidiable, aquella en que nos consolamos diciendo que ya sólo podemos mejorar la resistencia (es un decir). No malinterpretéis, la jubilación, desgraciadamente, aún la vemos tan lejana que dudamos si cobraremos algo cuando la olfateemos. Como único detalle corporal e íntimo, deciros que algunos cambiamos las uñas del dedo gordo del pie como mínimo una vez por temporada. Y no es por estar con el dedo encima del ratón del ordenador. Las piedras estaban delante, os lo aseguramos.
Respecto a nuestras profesiones, hay la suficiente variedad como para hablar casi todos siempre de todo, pero en especial del Gobierno (más bien contra el antigualla de aquel no añorado y casi olvidado Aznar). Eso sí, los gobiernos de Franco invirtieron muchos dineros en capellanes, monjas, bachilleratos, Formaciones del Espíritu Nacional, fes de las jons y secciones femeninas en nosotros y nosotras. Parece que los resultados no fueron los esperados (por ÉL). Pero intentamos mejorar nuestros niveles: del gremio de la enseñanza hay quizá más gente de la cuenta, descompensan el grupo, pero también son estrechamente marcados por el ramo del textil (aunque esto no repercuta en nuestro porte exterior), de la veterinaria (¡cuánto trabajo con nuestras animaladas caminando!), de la enfermería (éste sí que lo priorizamos siempre), de la gestión y de otros más, depende de las personas eventuales que se nos unan. Una vez nos sentimos muy reconfortados cuando nos acompañó una cardióloga. ¡Cómo la añoramos a medida que pasa el tiempo! ¡Con qué seguridad caminábamos en aquellas etapas! Eso sí, en general progresamos muy adecuadamente en el dominio del mando a distancia, ratones ópticos y las TICs en general. Nuestro webmaster es un crack de la informática y el resto a menudo tenemos nuestro minuto de gloria. De cultura, si a alguien le falta y a otro u otra le sobra, la compartimos rápidamente por los caminos. Hemos tocado casi todos los temas posibles y arreglado el mundo varias veces en cada etapa. Después de ocho años andando, ya veis la prueba de nuestra verborrea: así va el mundo.
Nuestro sistema operativo es libre pero está guiado por un jefe. Si bien su cuenta corriente se sitúa al otro extremo del amo mundial de los ordenadores, tiene la cabeza en su sitio, capaz de intentar la coordinación de tamaña cuadrilla. Él fue el formador del equipo, quien en sueños sintió los colores blanco y rojo, y nos congregó a todos en torno a un microbús y al primer GR. Nos ha hecho recorrer no sé cuántos, sólo él y su bitácora lo saben. Sus acólitos le seguimos, aunque a veces tiene serias dificultades por cierta anarquía, por más ideas que personas y por inicios de rebeliones a bordo. Lo distinguiréis en las fotos por sus ademanes enérgicos, sobriedad en el porte, rectitud en el talle y dotes de mando (la verdad, no lo busquéis por esto). Quizá el único factor que no domina es el del tiempo, aprecia la lluvia pero teme los efectos en el grupo y posibles amotinamientos; y eso que de tanto escrutar el cielo ahora ya anda por Marte (o sea, también es astrónomo). Como telegrafista mayor del grupo, a veces nos bloquea nuestro particular messenger, no tanto por sus mensajes virtuales sino por la cantidad de temas que toca cuando se pone a tu altura andando; eso sí, sabiendo de qué habla y no como otros. Una cabeza bien amueblada, por eso es nuestro jefe.
Seguro que llegar hasta aquí os ha provocado más problemas que si os hubierais calzado unas zapatillas. La casualidad os ha conducido hasta esta web, cosa que a nosotros no nos pasa por esos campos catalanes. Siempre llevamos mapas, aunque alguna vez los leemos al revés, los dejamos en casa o deducimos más interpretaciones que caminos. Fruto de todo es que llevamos bastantes kilómetros hechos de más por despistes, pero como hacíamos deporte, siempre quedaron justificados (es mentira, ¡qué mala leche interior cuando a veces estábamos asfixiados y nos perdíamos... ¡por hablar de aquel Gobierno!). De todas formas, fiaros, no dudéis de nuestra profesionalidad, por eso nos pasan estas “contadas” aventuras. ¿Qué os íbamos a explicar si todo fuera perfecto? Nuestros navegadores son expertos en ofrecer interpretaciones varias, de hecho el explorer es el que más usamos cuando nos perdemos: no paramos de olfatear señales y la exploración de la línea curva al final nos conduce a la auténtica recta. ¿Cuántos labradores, fuegos y leñadores nos han gastado bromas pesadas y no hemos parado de girar la cabeza y el mapa a la vez para favorecer aún más la pérdida?
La red digital os dará más dolores de cabeza que el entramado de caminos que seguimos nosotros. Los senderos de Gran Recorrido (GR) no se bloquean, casi nunca vemos a nadie (¡qué país de andarines!), ni sus señales blancas y rojas adquieren la típica tonalidad de la pantalla azul. Sobre enfermedades, tenemos instalado un potente antivirus en el sistema operativo con medianos resultados. Hay quien alardea de tener las últimas novedades farmacéuticas del mercado en su mesita de noche. La verdad es que el aire libre nos espanta algunos virus pero no todos. Y, para acabar esta presentación, lo mejor viene cuando conseguimos llegar al destino y vemos en lontananza el microbús. A continuación siempre husmeamos el territorio final y buscamos un local donde haya barriles de cerveza y otros efluvios alternativos. No os lo creáis, pero hay quien dice en el grupo que en el fondo caminamos por disfrutar bebiendo al final. Claro que, si eso fuera cierto, ¿qué estoy haciendo yo aquí con tanta palabrería, intentando transmitiros una imagen tan idealizada de este amistoso grupo?
Si queréis conocernos, compartir o intercambiar rutas, mensajes, experiencias con nosotros y nosotras, no lo dudéis. Usad la red virtual para acercaros a nuestra vida real. Os podéis dirigir al correo electrónico del webmaster de esta página. Aseguramos que siempre os contestaremos.

Salud y buen camino

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