Perfiles metropolitanos entre mucho de todo
Septiembre significa nuevo curso escolar: para muchos funciona como si fuera un nuevo año laboral y de proyectos, para aquello de pensar en buenos propósitos (más que el 1 de enero). También, nueva temporada andarina por los GR. En este caso, seguimos en el GR 92.Pocos pero bien avenidos.
El recorrido y los paisajes entre Montcada y Vallvidrera pasaban de unos entornos fluviales y de unos viales que se entrecruzaban por encima de vidas- circuitos de cemento y de ferrocarril-, atravesando una población obrera (Montcada) dividida por líneas en el horizonte que facilitaban el ir y venir de forma rápida. Después, el camino del GR se elevaba a la zona más montañosa y boscosa, que protegía a las multitudes, transcurría por las altitudes de un entorno que delimitaba comarcas y evitaba que el mar y los edificios pudieran ascender y se juntaran con las construcciónones del otro lado; para, al final de la etapa, confluir en otras áreas con edificios de más estatus y túneles que evitaban las heridas territoriales que Montcada padece.
Entornos
Fue una etapa con sorpresas, con diversas líneas horizontales y verticales con las que se dibujaban formatos diferentes del skyline: perspectivas aéreas, o a pie de camino o en entre árboles. El Mediterráneo: presente al fondo y lleno de significados. Algunos carteles con prohibiciones de paso a las bicicletas parecían una ironía posterior, o bien la anticipación del anuncio de las multitudes en máquinas de dos ruedas: manuales o eléctricas.
La gran conurbanización metropolitana en torno a Barcelona tenía mucho de todo si la atención se centraba en el camino y no en el final. Aquí el poeta Kavafis se tendría que imponer ante tanta gente de paso rápido sin mirar ni imaginarse cómo vivirán personas invadidas por tanto vehículo rodante: con incesante ruido, motorizaciones imparables, velocidad y más, por vías, carreteras, aire y el mar al fondo. Hasta aquí no llegaban las hordas turísticas, a lo sumo los sucesos por atropellamientos, los cruces, la industria, las columnas de cemento y los postes eléctricos También, aguas de todo tipo y color, o ausencia de ellas.
Esta etapa el GR 92 mostraba un territorio real y de tanta belleza como se pretenda encontrar, cuando las presiones humanas provocan, deforman, adaptan y propician vidas, muchas venidas de otras tierras, supuestamente menos amables. Al lado del río Ripoll, míseras cabañas que acogen a poblaciones diversas, con incendios periódicos, frío y necesidades. Al final, inframundos aquí al lado, otra realidad sin necesidad de ir lejos. Vallvidrera no se imagina esto. Quizá pensarán: ¿para qué?
Seniors
Mientras, el poco personal asistente a la etapa podría tener motivos para mirar a sus semejantes de al lado, después del verano, verse también a sí mismos y responderse: “¿Envejecemos bien?”. Claro que también se podría sonreír con aquella frase atribuida a Groucho Marx: “Cada día estoy conociendo a más gente mayor que antes era de mi edad”. O imbuirse del último libro de la gran Maruja Torres, con un título sugerente: “Cuanta más gente se muere, más ganas de vivir tengo”.
Tránsitos
Después de Cerdanyola y Ripollet, el polígono industrial de la Ferrería acompañaba al río Ripoll en su devenir hacia el Besós. El centro urbano de Montcada mostró esa cara desconocida para la rapidez y el pensar qué hacer en el destino final. La torre de la iglesia asomaba majestuosa por la mañana. Después del paso subterráneo para salvar las vía del tren (con grafitis y otras pinturas urbanas) , alguna pintada se explayaba con supuestas denuncias: “Asistentas sociales, ladronas”. Habría que escuchar a la otra parte y conocer a fondo quién la puso.
Pronto, anuncio de que se entraba en el Parque Natural de Collserola. Los bosques ya preconizaban frondosidades venideras. Atrás quedaron los 40 m. de altura de Montcada. Los perfiles anunciaban subidas acordes con la orografía de lugar. El cementerio de la urbe, allí al lado, retirado de la vista, como si la muerte no existiera. Mientras, la inicial poca gente serían más tarde multitudes en formato ciclista, también a pie. La presión humana, imparable en fin de semana. Tránsito de difuntos allá, de vivos aquí.
Bordeado el turó de Montcada, depósito de agua, torres eléctricas, cruces entre el PR-C 35y el GR 92, y señales de la font de la Mitja Costa, con mesas de picnic. Paso por un polígono industrial en Santa Maria de Montcada. Más allá, puente para atravesar la C-58. Cerca, las grandes erosiones artificiales de la histórica cementera de la población, más visibles desde las vías rápidas.
Pronto, puntos de venta de flores, lápidas, panteones y demás servicios funerarios. Otro cementerio, el de Collserola, allí. Anunciado también el tanatorio con un gran cartel: Parc Funerari de Collserola. Otro parque más. Este, imprescindible.
Más arriba, primeras vistas del Mediterráneo, al fondo Sant Adrià del Besós y la desembocadura de este río. Por el otro lado, Montseny, La Mola, Montserrat y poblaciones a sus faldas. Miradas amplias para imaginarse el recorrido de Matagalls-Montserrat de aquel día a partir de las 15 horas.3000 apuntados a 60 euros por persona: ¡hagan juego, señores! También, las zonas del Besós, donde los incendios en polígonos industriales y áreas boscosas abundan, o de vez en cuando escapes de productos químicos con mortandades de peces en la poca agua del Besós, con una desembocadura en la que las crecidas mostraban la cantidad de suciedad y desechos que arrojamos a las aguas.
Jauja
En la parada técnica y práctica de recuperación alimenticia, alguien explicó sus emocionadas lágrimas cuando contempló la magna maravilla inca construida en las alturas andinas el año 1450, a las órdenes del emperador Pachacutec. Las fallas tectónicas acogieron al Machu Pichu primero y, después, a las multaitudes turísticas que lo visitan sin parar. Junto a la emoción, entre bocado y bocado, hubo cierta profundización en una frase relacionada con la ciudad peruana que lo acogió: Jauja.
Se escarbaban las neuronas y se estrujaban varias memorias senior allí presentes para discernir qué significaba una frase con origen e inspiración árabe:“Esto es Jauja”. Varias versiones, algunas contrapuestas: a/-un tipo de prosperidad y abundancia; b/- para reprender de forma irónica una acción inoportuna por presumir de abundancia. Hay quien dice que cuando los conquistadores españoles llegaron allá en el siglo XVI surgió la citada expresión. Creían que Jauja era un lugar ideal, una utopía. por cierto, ¿GRMANIA: esto también es Jauja?
Diversidades
¿Qué etapa muestra más diversidad que esta? Especies humanas, reales e imaginarias, de paseo y debajo de tantos tejados casi hacia donde miraras, entre mar y montaña; nunca tantas fuentes no muy lejos del mar, jamás tantas estructuras comunicativas rápidas, incluida la torre de comunicaciones de Collserola; más bicicletas, difícil; varios ríos y rieras (entre el Ripoll, Besós y Llobregat), más cruces senderistas y pistas amplias; imaginería religiosa variada y muy alta, con atalayas como la de la iglesia del Tibidabo; miradores para observar muchos contrastes sociales y económicos, aguas que acogen copas Américas (o, para ser más exactos, Copa del América) con equipos que manejan sobre 100 millones de euros de presupuesto cada uno, propiedad de grandes fortunas; muchos veleros al fondo, hasta históricos de la Armada (el Juan Sebastián Elcano) con el beneplácito de chorros de agua espectaculares; el sector canino, muy bien representado (hay países como Corea del Sur donde ya se venden más carritos para pasear perros que niños); además de muchos anglicismos (en una Comunidad con dos idiomas) como el skyline desde abajo o desde arriba, mucho personal sudando con el hiking, running, cicling y demás variedades.
Fuentes
Más demostraciones de la riqueza acumulada en esta etapa, única. Sobre todo, para quien camine con las antenas puestas por muchos entornos con panorámicas de 360º.
Travesía de la riera de Can Catà o de Sant Iscle. Con la Masía de Can Catà del siglo XVIII (a 85 metros altura). Por aquí se llegaba a la ermita de Sant Iscle de les Feixes, románica y de propiedad particular. Cerca, el bosque grande de Can Catà, abierto algunos días.
Más allá, Font de Can Lloses, algo alejada, con castaños. Frondosidad y llegada a font de Can Ferrer. Subiendo se podía llegar a la carena de Valldaura. En el Portell de Valldaura (370 m), hay antenas y una torre de vigilancia forestal. Allí, el Turó de Valldaura (422 m).
Al fondo, mirador del turó del Maltall o de la Margarola (429m, uno de los 100 cims de Catalunya, hollados por mucho senderistas-montañeros perseguidores de hitos),
Cerca, reserva natural parcial de la Font Groga, el Pas del Rei, el coll de l’Erola, proximidad al Tibidabo. Bosques con mucha biodiversidad. Hasta con sonido de pájaros, dicen que el pito verde; robles, encinas, majestuosos pinos piñoneros.
Allí, el coll de la Vinyassa. Más allá, la fuente de la Salamandra, de bajada por unas escaleras, sin agua. Una más: la fuente d’en Canet, lugar con vegetación también frondosa.
Palabras
De camino, personas que contemplaban estructuras corporales paseantes y atractivas, como si pensaran en aquella frase de San Agustín: “Señor, hazme casto pero si es posible que no sea hoy”.
Próximos, talleres y mucha variedad cultural en Sant Medir, con cartel de la asociación de vecinos. La puerta del taller de carpintería y soldadura, abierta. Sorprendentes decorados con dragones y pinceladas alegóricas, Recuperación de objetos, proyectos alternativos y jóvenes que empujaban un coche sin batería, como en los viejos tiempos. Al lado, concentraciones de muchos ciclistas, por si no hubiera suficientes.
Más allá, un banco de madera en mal estado con una inscripción incrustada: “Revaloritza el bosc. Repensa la ciutat”.
También, fuentes de sabiduría andante. Contrastes entre el antes y el ahora. Mientras alguien instruía a la infancia con el “Érase un hombre a una nariz pegado,/érase una nariz superlativa,/érase una alquitara medio viva,/ érase un peje espada mal barbado;/“, esos “locos bajitos” identificaban al autor de los versos anteriores con los del intérprete de una de sus canciones que lo condujo a la fama, “Cayó la noche”: “Si no se acuerda no pasó, ese es su lema/ trajo una botella para ahogar las penas / Su amiguita pa’to’s lados la acompaña/ Hace tiempo que por hombres no se raya”. Quevedo, presente en ambos textos, con años de diferencia y actualizaciones culturales. Ambos Quevedos están ahí, para entenderlos por seniors e infantes de la generación de Taylor Swfit, Rosalia, Karol G y muchas /muchos etc.
Antes de llegar al fin de la etapa, a Vila Joana, la casa donde murió Jacint Verdaguer en 1902, Mosèn Cinto, también hubo citas a frases históricas dichas en entornos africanos que gentes del grupo visitarán. No obstante, en 2017 se afirmaba que tal legendario dicho no se dijo nunca. Un 10 de noviembre de 1871 el periodista Stanley encontró al explorador escocés Livingstone (descubridor de las cataratas del Zambeze, que renombró como Victoria en honor de la reina del Reino Unido) en Ujiji, aldea a orillas del lago Tanganika. Su frase mítica: “Doctor Livingstone, supongo”, se pone en duda que se pronunciara.
Al amparo de la torre de comunicaciones de Collserola (año 1992, 288,4 metros, autoría de Norman Foster) y del templo del Sagrado Corazón de Jesus del Tibidabo (el punto más alto de la ciudad, a 516,2 metros), cerca de Vila Joana, las oficina del Parc de Collserola, la escuela El Xiprer y una demanda en un cartel: “Prohibit donar menjar als sanglars”, y al lado de un restaurante en plena vorágine de los servicios del mediodía. De atender a tales animales, sanciones de 150 euros.
Más allá, fin de etapa en los entornos del área de picnic de la plaça del parc del sector del baixador de Vallvidrera, al lado del bar-restaurant El Racó de Collserola, en Vallvidrera.
Una de las etapas más cercanas, diversa e interesante, con un encuentro informal para reflexionar sobre el funcionamiento de GRMANIA de cara al futuro, después de 29 años de existencia.
Y si abundamos en más pensamientos, acudamos a C.S. Lewis en épocas vitales como séniors:
No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero puedes comenzar donde estás y cambiar el final.
Evaristo
26/09/2024