martes, 24 de diciembre de 2019

Etapa circular per la serralada de l'Obac i dinar de germanor al Parc Àudiovisual de Catalunya

Tejiendo complicidades entre ‘inflorenciats’ y escisiones diversas


Los recorridos circulares no son habituales en un grupo donde lo normal es la dispersión, la disparidad de criterios y la convergencia solo ante una cerveza en el bar del final de etapa. Siempre con trazados programados pero muy abiertos, divergentes, dispares,  entrecruzados, discontinuos, donde el azar cuenta más que la planificación. Sin embargo, alguna extraña vez se ofrecen salidas no marcadas y sí conocidas, entre otras finalidades para la congregación   feliz ante una larga mesa ocupada por amables personas. Un ágape tradicional y prenavideño para celebrar que seguimos estando vivos, entre otras cosas para caminar, concelebrar, disfrutar, quemar calorías, recuperarlas comiendo y volver al principio en un bucle también muy circular.
“Teixint creativitat” es el lema de una parte de las actividades que se acumulan en un edificio con pasado de hospital del tórax, con supuestas reminiscencias a un historias con fantasmas, psicofonías, apariciones y con un presente cinematográfico, catódico, digital y muy audiovisual,  lleno de ‘triunfitos’ televisivos, rodajes misteriosos, anuncios varios y también con apariencias diversas. 

Salida

Una vez franqueado el paso de la barrera y al guardia de seguridad, con lista nominal en la mano, las caras de felicidad se reencontraron cuando aparcaron innumerables vehículos  y descendieron rostros sonrientes. Especies humanas refugiadas en el nirvana de la tranquilidad de espíritu y el disfrute de la jubilación, otras que pretendían desconectar de sus atribulados espacios laborales (¡casi no quedan en este grupo!) y gentes lozanas que no mostraban signos de contratiempos y sí de dejarse llevar por el fluir de  las vidas diversas.
El círculo comenzó a abrirse por los aledaños del Parc Audiovisual de Catalunya-Orbital 40, hasta vislumbrar otro entorno cerrado, el Llac Petit. Allí se mencionaron las mil y una historias de desapariciones, ahogamientos y tormentos varios con el protagonismo de aquellas aguas tan de leyenda. Mientras se rodeaba su perímetro hubo que evitar resbalones, verificar pisadas y tonificar los músculos. Eran unos recorridos conocidos y en subida, con vistas panorámicas en un día muy despejado, propenso a abrir los ojos y los objetivos de cámaras y móviles. Para ver delante y detrás del ojo electrónico. Con excelentes plasmaciones fotográficas compartidas después.

Líder

En todo el recorrido se dejó constancia del espíritu (ausente en aquel momento pero presente siempre) de quien es insigne conocedor de estos entornos, formador de caminantes, GPS infalible, conductor de toda clase de grupos menos del incorregible de GRMANIA, olfateador de trazados desconocidos para la mayoría de excursionistas, capaz de improvisar nuevas rutas combinando otras, hombre con muchas habilidades, con las palabras más que justas y, en aquel momento,  viajero en entornos europeos:  a veces también atrapado por otros menesteres más mundanos.  En su homenaje y reconocimiento alguien aportó un nuevo término o expresión a ese diccionario apócrifo grmano, en reconocimiento a su luz que nos iluminaba desde la distancia. Estábamos ‘Inflorenciats’ y él estaba aquí. Claro que, si hubiera estado, quizá se debería resignar a la anarquía y a las escisiones varias en un terreno donde siempre ha sido el guía conductor de otros caminantes que se dejan llevar.

Parada

Uno de los depósitos de agua de los entornos del pueblo ‘obrero’ por excelencia fue testigo de la genuina alma grmana: circulación por caminos diversos para llegar a les Foradades. Más adelante, ya de vuelta de la etapa circular por los entornos de l’Obac, las evidencias se acrecentarían y en el mismo punto.
En este emblemático lugar hubo tiempo para las degustaciones y para observar amplias perspectivas del Vallès Occidental, Baix Llobregat y Montserrat. 
Allí se produjo la prevista y programada escisión. Nada que objetar. Habría otras más a conveniencia, o sea, al libre albedrío.
Encima de este punto un grupo de escaladores se preparaban para el descenso mientras otros ascendíamos por la ruta marcada hacia la Torrota de l’Obac, el Turó de la Carlina (933 m.), luego hacia la roca del Corb (877), Puig Codina (857), bajada a la riera y aproximación de subida al depósito de agua, testigo de una sorprendente escisión.

Heterodoxias

Allí hubo nueva división: quienes seguirían por la opción camino fácil dirección a la cerveza y el grupo purista que debía seguir hacia el Pic de l’Aguila, hollarlo y bajar por toda la cresta hasta abajo, en dirección al objetivo final: el punto de salida. En este colectivo también hubo otra escisión , con ciertos principios iniciales de división por género, aunque luego hubo cruces de personas y, por tanto, esto cambiaría las reflexiones de quien anunció escribir una proclama contra el género masculino que iba delante. Estimada señora: hoy se llevan personas, no géneros. Y estos cada vez quedan más diluidos en categorías y subcategorías, casi hasta el infinito y más allá. 

Comida

Mesa alargada: una pareja-guía formal y legal a un extremo y otra en el otro, formada por dos recalcitrantes individuos: uno indepe y otro no indepe. Ambos muy hermanados por la amigable disidencia y por el placer que producen las opiniones contrarias. Un ejemplo de convivencia y de discurso, aunque uno habló mucho más que el otro, como era evidente. Pero no convenció.
Fueron esos momentos en que las complicidades afloran, el espíritu de grupo se consolida, la unión de los esfuerzos de las personas que organizan nos demuestra que merece la pena, y hasta se espera la colaboración de quienes siempre están en el otro lado de la barrera. Villancicos originales y apócrifos, el ritmo de palmas, cánticos y la inefable botella de Anís del Mono, la perpetuación de la tradición que también nos une.

 Humos

En momentos tan puristas como los actuales, con condenas a costumbres antiguas y encumbramiento de nuevas formas de vida,  este escriba siempre necesita salir a ‘oler’ y escuchar al grupo que tiene la osadía de atreverse a fumar un puro fuera. Hace años se decía que muchas de las personas que fumaban solían tener una gran conversación. Humo y temas, reflexiones al lado de la volatilidad del  tabaco y del fuego redentor. En esta ocasión hubo como mínimos dos pensamientos de alto ‘calado’. Alguien que mordía un habano por prescripción psiquiátrica (tenía al lado al galeno con otro puro) dijo que estaba intentando identificar las cinco sustancias beneficiosas de fumar un puro, entre las más de cuatro mil nocivas que decían que tenía aquel humo. Una cata a la que se entregaba inhalando muy hondo. 
Después de haber leído este texto, documentó y verificó la información con un enlace a la revista MUY INTERESANTE. Por si fuera poco, aportó un texto más, de EL PAIS, en el que habla de que la nicotina estimula las señales entre las neuronas
Otro fumador, entregado a los viajes típicos de la jubilación, compartía un profundo pensamiento digno de mencionar aquí: A esta edad ya no hay que querer verlo todo, saberlo todo ni tenerlo todo. Lo dicho: el humo estimula.  Y se prohíbe por salud. También a esta edad.

En fechas donde se vuelve a recordar lo obvio de cada año, fue muy oportuna la poesía del muy reconocido poeta grmano que, aunque ausente en esta ceremonia, nos sorprendió con el envío de unos versos dedicados a quien nace en un lloc equivocat. Magníficas palabras que retratan a millones de vidas. Vale mucho la pena releer sus versos, de los que se citan algunos a continuación:

“Mira el destí quina herència t’ha deixat:
oblit i desraó, les dues en una.
Només s’adora al deu de la fortuna
En aquell món que et mira al costat”
Pedro Puerma

¡Salud!

Evaristo
24/12/2019

lunes, 25 de noviembre de 2019

Etapa entre Sant Joan de les Abadesses y Vidrà

Por el otoño del Ripollès, en clave femenina

Quizá volver a escribir sobre esta etapa tiene poco sentido. Bastaría releer la del 16 de febrero del año en curso  (Felices por volver vivos al punto de partida) pero en sentido inverso. No obstante, los matices, los paisajes y las personas siempre enriquecen los contextos. 

Sinceridades
Anima juntar palabras aquí  para elaborar un simulacro de crónica  cuando unos irreverentes músicos dan nombre al autocar que nos transportó: los Mojinos Escozios. Ahora se tienen que autocensurar.Sus letras van más allá de esa irreverencia para unos, que molestan a públicos bienpensantes que pudieran tener la doble moral a flor de piel. Incluso a progres de movimientos avanzados en lo social y en lo político. Cuanta más información tenemos, a veces menos sabemos o menos somos capaces de relacionar y de contextualizar. O bien, como a menudo ha pasado,  unos han de someter la vista del resto  solo a determinados dictados, sin posibilidades de réplica. Callar para no molestar.
Las sinceridades planteadas en estos escritos, transcritas de comentarios escuchados sobre supuestas ignorancias al papel femenino en GRMANIA hoy se han saldado con creces. Los hechos hasta ahora demuestran igualdad de género, aunque para el diseño de las rutas y para decisiones concretas la masculinidad sobresale, también con sus defectos.  Veamos cómo detrás de  la palabra “alguien” en esta etapa casi siempre se ha de sobreentender una mujer.

En marcha
Es la primera vez que alguien que conduce un autocar tiene una actitud tan abierta ante desconocidos. Sin obviar la búsqueda del camino más corto en plena avenida. El primer grupo fue testigo de una maniobra insólita. Todo para llegar a tiempo y conocer a las nuevas personas que tenía que transportar. Alguien con mucha mundología y don de gentes,  a quien se le pide que también abra la puerta de atrás y responde: “Quiero que todos entréis por delante y así os conozco”. “Ayer aparqué un camión tráiler en Madrid. He venido toda la noche en un autocar, durmiendo. Hoy comienzo el día con este autocar y vuestro grupo. Pondré mi GPS profesional y confiad. Os llevaré al destino”. “Ya te enseñaré algunas fotos de mi vida profesional y privada”. 
La segunda peculiaridad pudo haber acabado en una grave incidencia física. Cerró la puerta del maletero y le pilló la espalda a un ilustre GRmano. Se dio cuenta y todo fueron amabilidades para evitar males mayores. “Si quieres te doy un masaje”. Las circunstancias no dieron lugar a tamaño frote y magreo terapéutico. Al final todo quedó en un susto y en la verificación de la fortaleza del musculado GRmano. Pasó la prueba con nota.

Etnografías
Es la primera vez que en un autocar nos sorprenden con un programa literario de una emisora pública que aquí suena extraña, lejana, de otros tiempos. Ya no se lleva en estos lares. Para gentes del momento sobra, es anticuada, opresora. Como diría McLuhan, “el medio es el mensaje”. Más tarde cambió a otra musical con ritmos más actuales. En fin. El recorrido de ida hacia la salida y el camino de a pie comunicó muchas señales muy válidas para estudios de  etnografía.
Cuando el día clareaba, las señales escritas y visuales por las carreteras y poblaciones de la Catalunya interior  transmitían mensajes concretos, de fácil y obvia lectura e interpretación. Si bien para que haya paz y buen rollo, mejor no hablar de temas concretos, la visualización de la simbología pública era unidireccional y monotemática. 
Había contextos curiosos en frases y anagramas. Algunas destacaban. A la entrada de Ripoll, alguien demostraba en un letrero público su amor por Hong Kong. ¿Por qué sería? Ese sábado un diario digital publicaba la traducción del inglés de un artículo titulado “Mi querido Hong Kong se ha convertido en un campo de batalla”.  Mundos contrapuestos.
Más adelante, otra frase a pie de carretera: “Quant pitjor, millor”. Mientras, en un diario digital en catalán, los empresarios del Ripollès i del Gironès manifestaban su hartazgo por la hongkonizaciónde las vías públicas, fronteras incluidas. De ruta hacia el centro de la población, enfrente de la estación de RENFE, el anuncio de un bar, “Cafetería Esperanza”, con un letrero en varias lenguas, entre ellas el árabe:  motivo para la reflexión. En otras partes de la península habrá textos con mensajes contrarios. Aquí se leen estos. Para pensar en cómo construir concordia, diálogo y soluciones.

Caminos
La llegada a Sant Joan de les Abadesses rememoró salidas deportivas y senderistas. Historias y recuerdos que nos demuestran quiénes fuimos para llegar a lo que somos. Vidas en otoño. Mientras, una calle angosta sirvió para aparcar y bajarse el primer grupo. Quien conducía sació su sed y despejó su mente con bebidas de cola adquiridas allí y cigarrillos varios. Aprovechó para abrir su vida a un extraño. ¡Viva el arco iris! Ante la pregunta de cómo saldría de allí con el autocar, respondió: “Soy profesional de la marcha atrás”. 
Nosotros, adelante. 
Inicio del recorrido por el pueblo, intento  por el margen izquierdo de un arroyo, imposibilidad de saltar, vuelta atrás, camino correcto y subida en medio de un paisaje espectacular de un otoño muy despejado de hojas. La caducidad, muy presente también en la vida.  De los 750 metros iniciales hasta los 1000 metros,  para bajar hasta los 950 de Vallfogona del Ripollès, subida tranquila con puesta a punto por entre una alfombra de hojas húmedas, con piedras y troncos mojados, suelo mullido y resbalones periódicos e inoportunos.  Una constante hasta el final de la etapa. Paisajes muy retratados, fotogénicos, en medio de brumas y, en palabras de una estimada GRmana de la zona, con mullena.La gran nevada del Puigmal se entreveía a lo lejos, más allá de los valles teñidos del rojo de algunos árboles, cortinas de niebla y el gris que todo lo encubre, en una época del año con una luz cenital de baja intensidad. Otros encantos de la naturaleza en otoño.

Esperas
No insistamos más. A pesar de que el mejor guía donde los haya intentaba poner orden en la habitual dispersión, su tarea fue tan ardua que la dejó por imposible. No obstante, las esperas fueron continuas y bastante respetuosas. 
A pesar de la hora, el ritmo se adecuaba a reagrupaciones incluidas y cierta tranquilidad en la marcha. La parada regeneradora debía ser en Vallfogona. Se llegó al pueblo medieval, con las mismas pancartas y estadísticas que la otra vez, reivindicaciones repetidas, solitario por la ausencia de personas (unas 60 en esta época), lugar de nacimiento de quien tan bien nos ha cuidado siempre que pasamos por aquí, con personas longevas, laboriosas y con una vida dura propia de otras épocas. 

Sobres
Pueblo cuidado, casas cerradas, la melancolía de otros esplendores, y la simbología del momento, Los escalones en desnivel de la plaça de la Vila acogieron al personal para el refrigerio. Pocos paseantes descubrían el entorno. Entre el bourbon, el ron, el vino y demás bebidas, alguien recibía masajes con cremas para aliviar tortícolis. Un preludio de otros pequeños achaques, más habituales cada vez. La edad, los kilómetros y las circunstancias nos condicionan.  Eso no fue óbice para que aparecieran sobres estampados para algunas elecciones generales. El membrete “diputats(diputados” parecía una denuncia de corrupción, un acto teatral o para prevenir lo que no había que hacer. Dentro la papeleta era un billete. Recompensas de viajes, devoluciones honradas y legales. Que aprendan nuestros representantes en el Congreso. El espectáculo se completó con quien derramó parte del bourbon por los suelos, mientras sus ojos acrecentaban su visión con dos pares de gafas a la vez. Efectos indeseados por despistes inoportunos. También pertenecen al otoño de la vida. 

Decisiones
No puede haber más alabanzas para la GRmana que decidió ser disruptiva y  no seguir el GR3 (ya caminado en febrero) sino el Torrent de la Masica. Aquel puente demostró un cambio trascendental en la etapa. Mentes aferradas al blanco y al rojo no lo tenían claro, de entrada. Luego se demostró que la decisión fue placentera y de gran belleza.  Un recorrido inicial por bosques de ribera, con subida hacia espacios que impresionaron por su espectacularidad: Font de la Tosca, Teuleria del Pinatar, Era de batre d’en Paixana, Torrent bauma del Boer, Gorga de Dalt, Gorga de Baix, Saltant de la Costa Llastanosa,  un torrente que hipnotizó al grupo y a los objetivos fotográficos (¡qué fotos se compartieron después!). Ligera subida, zizagueos por superficies deslizantes, pisadas inestables y aproximaciones a cascadas de agua de alturas diversas. ¡Qué gran decisión! Alguien aprovechó el momento para lanzar la gran proclama, oportuna y muy real: “Esto lo disfrutamos gracias a la sensibilidad femenina” .
Más arriba, un cartel muy bien conservado explicaba las sierras de Milany-Santa Magdalena–Puigsacalm-Bellmunt. Hubo ojos que detectaron que ya hay lenguas que algunos consideran de poco uso práctico aquí. Un letrero informativo en tres lenguas, no incluida la que algunos pretenden extinguir por falta de visibilidad, que no de presencia. ¡Para los que somos!

Disfrute
La ascensión por el torrente fue un acopio de sensaciones, entre el regalo de los hayedos que nos brindaban sus hojas secas a modo de alfombra, el agua, la descubierta de las marcas lila o calabaza, la perspectiva de los desniveles y la ascensión a la zona próxima al Castell de Milany. 
Del agua a la niebla para volver al cielo despejado del destino final, con el trastabilleo propio de apoyos pedestres, los troncos y las piedras como incógnitas, la ascensión dificultosa y el descenso con propensión a caídas. Ciertos riesgos que ocasionaron una torcedura dolorosa, si bien las consecuencias fueron menores, con el alivio de la ayuda de un  vehículo todoterreno para bajar a quien sufría pero seguía. También en el autocar de vuelta hubo mareos varios, por cansancio acumulado o por ritmos inapropiados en las pausas para la comida. O por las edades del personal. 
El fin tuvo lugar en el bar de la otra vez, Els Caçadors, en Vidrà, no sin antes rendir pleitesía al roble de la entrada y observar el angosto paso de la carretera entre dos edificios. Para quien conducía no le supuso ninguna dificultad. 
El grupo último en llegar y primero en camninar también disfrutó de comidas y bebidas, loterías y luminetas, agasajos de alguien que entró en la década de los sesenta (muy bien llevados los años) y sometió al personal a dos pruebas distintas: elegir entre dos tipos de polvorones y entre dos bebidas: Pedro Ximenez o Ratafía. Todo fue consumido sin miramientos ni escrúpulos, fuera el origen que fuera.

Cerremos el texto también en clave femenina, con el pensamiento de la activista polaca  y filósofa Rosa Luxemburgo

Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.


 Evaristo
25/11/2019




domingo, 20 de octubre de 2019

Etapa entre Llinars d'Aigua D'Ora y Casas de Posada (pantano de la Llosa del Cavall)

Inteligencias múltiples en identidades diversas

¿Cómo nos ves después de dos años? Al lado de la ermita de Sant Pere de Graudescales se esperaba la respuesta deseada por quien se ha reincorporado al servicio. Si bien sus palabras  fueron diplomáticas y no negativas,  en lo personal nos dejó mejor de lo obvio. También se sumó a la catarsis de algún colectivo que, desde el primer momento,  se dejó llevar por nuevos términos, preguntas y respuestas ante realidades muy preocupantes.
Aquellas piedras de los caminos son multiusos, las mismas carreteras pueden servir para la conducción de grandes muchedumbres, con senderistas y personas de a pie cansadas por horas de avance lento e ilusionadas con sus creencias. También en estos territorios, hace algunos años, se repitieron sucesos históricos quizá vistos otra vez  ahora y como para recordar. En la historia, el azar puede responder a hechos que se entroncan en los años pasados. Más adelante los veremos. Nuevos términos como la Oclocracia, viejos contextos, realidades y utopías rurales y urbanas, más antiguas de lo que parece. 

Inteligencias
La suma de las inteligencias con la experiencia da lugar a interpretaciones y visiones varias, siempre que el silencio prudente no perpetúe la incomunicación. No hace falta acudir al gran Howard Gardner y su teoría de las Inteligencias Múltiples,allá por  1983, para observar que se quedan cortas las ocho iniciales de Gardner. Si bien añadió después alguna más y ahora ya no quiere hablar del tema, en GRMANIA inteligencia más experiencia vital conforman un gran poder. Véase la forma de entender el mundo político y social. O mejor, cómo una etapa puede estar asistida por GPS con cuatro rutas diferentes más la voz de la experiencia, femenina una vez más, y sin hacerle ni caso, otra vez más. 

 Cóctel
 Nueva época. La primera etapa de la temporada fue un reto: ya no más seguir siempre las marcas de los GR, combinemos varias marcas, aventurémonos a efectuar conjunciones aleatorias o experiencias caminadas por otros, bajemos tracks diversos, juntémoslo todo y a ver qué sale.  La experiencia final debe ser juzgada por el personal pero todo se superó y confirmó, una vez más, que pasó lo mismo que cuando se seguía un GR: el espíritu de tantos años va por encima de todo. Está muy consolidado en la genética grmana. Las inteligencias y las experiencias fueron superiores a la nube y a las máquinas.

Identidades
Nuevas personas se incorporaron esta vez. Unas de origen europeo y otras del altiplano peruano. Entre más y más diversos, mejor. Su bautizo no se sabe qué efectos físicos y mentales produjo. Ni qué impresiones extrajeron de tamaña “organización”. Sin necesidad de apps encriptadas ni secretismos tecnológicos, usted está en GRMANIA y esto es otro mundo.

Mentores
Se observó una nueva figura en el grupo, habitual en muchos otros pero desconocida aquí. No provenía del ambiente de prácticas universitarias. Al contrario. El discípulo irradiaba sabiduría tipo Wikipedia y era observado y guiado por alguien mayor que él, su mentor. El día antes lo sometió a una prueba muscular en La Mola. Al superarla con nota, y después de pasar por chapa y pintura en varios centros de galenos, se le vio ufano y lozano por estos espacios. El mentor no le quitaba el ojo de encima.
Y, como novedad, en Sant Pere de Graudescalesel grupo ayudó a consumar un deseo de un sujeto motorista francés: ollar la pressó del Capolatell. Con ropa de motero, triscaba por la fuerte subida después del almuerzo en la ermita románica del siglo XI-XII. Observó la llanura del pla de Busa, las montañas de los alrededores, los barrancos aptos para la escalada, las enormes masas boscosas, las masías habitadas y abandonadas, la sequedad del terreno, la mirada y cuernos de las vacas, los colores otoñales, algunas bicicletas eléctricas y la aproximación al destino turístico deseado. 

WikiPepe
Es un honor para este humilde escriba aprender de nuestra Wikipedia particular: WikiPepe. Persona versada en muchos saberes e idiomas, con esa capacidad irónica y sarcástica ante la historia y ante la realidad. Más adelante se descubrirá el gran aprendizaje del día, muy relacionado con la realidad histórica catalana y de otras nacionalidades: saqueos, manifestaciones, turbas, asaltos, curas, asesinatos, políticos dudosos, expolios, incendios, destrucciones varias. 
El Pla de Busa condujo al personal a una excursión en la Serra de Busa, al Capolatell y a la llamada Presó de Busa. La elevación del terreno ofrecía amplias vistas en lontananza, fotografiadas por ruidosos drones llegados también aquí. No podía faltar el franqueo del puente para descubrir la prisión francesa, construido el 30/10/1991.
Una vez en este punto, quien sabe de esto aportó a la historia una parte de la supuesta leyenda que defienden algunos eruditos sobre el lugar. Ni fue tanto ni tan dramático. A menudo realidad, ficción y utopía se mezclan. Los pueblos necesitan de un buen relato. Las emociones, por encima de las razones. En la historia y ahora mismo, que también son momentos históricos.

La Pepa
Este cronista salvó su parcela cultural del día  cuando WikiPepe le informó de que el primer pueblo de Catalunya en saber que existía la Constitución de 1812, La Pepa, fue Sant Llorenç de Morunys, antes conocido como Sant Llorenç dels Piteus. Todo gracias a un telégrafo óptico instalado en un alto. Este sistema de comunicación de la época pareció adelantarse a los momentos actuales. Los lugareños se opusieron a La Pepa y salieron gritando por la calle : Muera la Constitución, Viva el Rey y la religión. Las trifulcas, asaltos a Solsona, curas combativos,  la quema del pueblo y ataques entre bandos diversos está bien documentada en legajos que ahora se pueden consultar por Internet, compartidos amablemente por quien sabe tanto, como este de la destrucció de Sant Llorenç de Morunysel 20 de enero de 1823. 

Espera, espera, vamos, vamos
Fue la frase de grandes momentos revividos para buscar el camino de vuelta desde Busa. Los GPS y móviles quemaban por el uso, ya casi sin batería. Todo para encontrar la ruta acertada hasta l final. Mientras las vacas rumiaban y nos observaban, quizá incrédulas, alguien con buena visión del conjunto, se acercó a una masía para preguntar a quien sabía. Menos mal. 
Hasta ese momento, la diseminación del personal se asemejaba al rebaño vacuno. Las dudas se expresaban: espere, espera, vamos vamos. ¿Hacia dónde? Daba igual que fuera un GR al uso que esta nueva etapa, mezcla de caminos y marcas. La respuesta fue similar. Inteligencias múltiples con desconcierto general. 
Llegados a este punto, se recordó la conversación con  aquellos cazadores de Cardona en el punto de inicio de la etapa, pont de Llinars. Cada perro llevaba un collar con una conexión a GPS, a 300 euros el collar. El cazador controlaba la jauría con una especie de walki central. No está mal. Ideas.
El camino de vuelta,  por el Grau de l’Areny, de belleza otoñal y aire decadente con masías abandonadas, sirvió para disfrutar de la sombra de los árboles, planear en bajadas técnicas e intentar divisar el pantano de la Llosa de Cavall y el autocar, aparcado en la zona de Casas Posada. 
De bajada, buscadores de inexistentes setas, grupo de jóvenes bien pertrechados de bebidas y familias con niños que se adentraban en la descubierta del entorno. 

Terrazas
De vuelta hacia Solsona, la terraza que nos acogió fue una ventana visual, sonora y olfativa a manifestaciones ciudadanas. Coches con símbolos de boda; cláxons que anunciaban el evento; un cercano grupo de jóvenes que fumaban sustancias que nos colocaban: un éxito en producción, consumo y venta por estas tierras: en este ambiente se comió y merendó a la vez, mientras un selecto grupo iba a comprar a la pastelería Massana, todo un gusto dulce. 

Ya hacia Terrassa, en días convulsos, con opiniones diversas ante las realidades que nos rodean, hay sabios que nos pueden aportar algo de luz: 

Para crear se necesitan siglos y gigantes. Para destruir, un enano y un segundo

San Agustín

 Evaristo
20/10/2019

20/10/2019






domingo, 26 de mayo de 2019

Matagalls-Montserrat, edición 2 etapa 3 entre Sant Llorenç Savall y L'Obac


Humedades primaverales con curiosidades humanas

No es habitual que aquellas leyes, aforismos o propiedades dictadas por la sabiduría oficial o popular se cumplan a lo largo de las etapas de este grupo atípico. La distancia más corta entre dos puntos no suele ser la línea recta. Los rodeos son formas de dar vueltas para descubrir la ruta y llegar al sitio de partida. La riqueza es un bien ajeno pero en el punto de mira de  ojos contemplativos con ganas de imitación. Las nuevas rutas borran las antiguas y las máquinas no permiten ver el camino deseado. Incluso hay una fórmula muy consolidada ya en el grupo. Y esta sí que se cumple. Está muy verificada. Veamos.

Rodeos
Las nuevas vías que están en connivencia con los buscadores  y redes de satélites evitan que el personal se maree, sufra curvas, pierda el tiempo en atascos y huya de carreteras ya anticuadas, sinuosas pero más cortas. Del punto de recogida al del inicio de la etapa se cumplió a rajatabla la ley del rodeo, con la cima de La Mola expectante, con amplia sabiduría sobre caminantes que se la  conocen y la aman. Una hora de expedición, con visitas a poblaciones varias y disfrute de las ya conocidas curvas antes de llegar a Sant Llorenç Savall.

Memoria
-      “Estamos en Sant Llorenç Savall, aquí comenzamos la etapa, seguimos la última versión de La Matagalls-Montserrat aunque nos gustaría ir por la antigua”.
-      ¿Dónde dices que  estamos y a qué venimos?
Esta transcripción, verídica, dio pie a recordar (aún es posible) aquel documental sobre un alcalde olímpico titulado “Bicicleta, cullera, poma” y a compartir lapsus y posibilidades futuras. Una persona muy versada manifestó que los olvidos ocasionales pueden deberse a déficits en conexiones puntuales del disco duro. Pero lo preocupante es cuando olvidas los nombres de los objetos del día a día. Alegría en el escuchante.

Ausencias
Tema recurrente que se afronta de frente, sin rodeos. El preocupante futuro del grupo y, lo más inminente, las etapas a partir de septiembre. Como ya ha sido tratado aquí, no le demos más vueltas. No obstante, las ausencias son muchas: hoy tú y mañana yo. Y, mientras…

Fórmulas
El estudio sociológico de tantos años de GRMANIA  podría acabar en una tesis muy original y única. Hasta innovadora o, como se dice hoy en día, emprendedora. En todo caso, cada etapa aporta matices para la observación.
Más peculiaridades del grupo, con definiciones y fórmulas  breves muy contrastadas en la realidad: Anarquía + Tecnología = GRMANIA. 

Líquidos
La humedad, el agua y otros líquidos permitían disfrutar de esas gotas que te mojan por fuera y por dentro. Agua en el río Ripoll, no agua en la riera de Les Arenes (el mismo nombre para dos arroyos de poblaciones diferentes), humedades matinales después de la lluvia. Pantalones mojados y refrescantes. Hierbas como pinceles con agua. Caminos mojados. El mítico depósito de agua en la subida de Sant Llorenç Savall. Esa casa de bajada, que agasaja a los caminantes de la MM con viandas y bebidas, te miran con cara amable y te desean buen camino. Más abajo, la otra casa que monta una fiesta, invita a cantar y a beber del porrón a senderistas ya cansados que vienen desde el punto de salida en la zona del Montseny. Pasos por entre piedras resbaladizas. Las ramas que descargan más gotas cuando las tocas. Contrastes ópticos y acuosos, con composiciones visuales muy primaverales y fotogénicas. 

Anonimatos
La MM es un recorrido en el que las sorpresas del paisaje existen aunque a veces se ignoran. Mirar el fin y no alrededor. Por ejemplo, después de contemplar las rojas y lujuriosas cerezas en propiedades ajenas, en la urbanización las Marinas (sin sabor a mar),  hay monumentos naturales: descubrimiento del Pi de les Quatre Besses del Dalmau, en la val de Mur, anonimatos  en la naturaleza; el árbol del que dicen que es el más espectacular del Vallés Occidental. Con curiosidades que se pueden leer en webs específicas. Con históricas amenazas de tala, incendios, nevadas, infección grave y hasta protagonismo en una novela. Quienes lo desconocían descubrieron el árbol… y más.
También en esta montaña hay historias humanas anónimas,  con señales trogloditas y realidades que plantean muchas incógnitas sobre la complejidad del ser humano. Seres que se apartan de la civilización. Que no le dan la mano a nadie,  y quizá sin que sea un gesto de rechazo. Interrogantes vitales de renuncia a la normalidad. Hay quienes se apartan del mundanal ruido y se sitúan en cuevas, ermitas o se pierden entre las habituales multitudes que nos rodean en las grandes urbes. Eremitas, solitarios, aislados, agorafóbicos, con normalidades diversas. El afán de acercarse a entender  las diferencias es difícil, se acumulan muchos  porqués.. sin los para qué. La privacidad como derecho fundamental.
Igual ocurre en las gentes de la MM: solitarios, en grupo, encerrados en sus auriculares, víctimas del esfuerzo, del sueño y de la alteración del ritmo vital: ¿y yo qué hago aquí?

Mientras
Paralelo a las curvas más peligrosas de la carretera de acceso a Sant Llorenç Savall transcurrió el camino, por en medio de la riera de Les Arenes. Seca, pedregosa, con ramas por en medio y señales que se ven bien de día y con pocos kilómetros en las piernas. De noche, en la gran MM, la interpretación es otra y todos los gatos son pardos. Cerca, la ermita de la Mare de Déu de Les Arenes, en el municipio de Castellar del Vallès. Con vinos en botas, cervezas particulares y líquidos diversos que acompañaban comidas en un espacio donde había un avituallamiento en la distancia larga. Un lugar con romerías y encuentros de tradiciones enraizadas en los años. Cada primer domingo de mes, visita a la ermita de 10:30 a 13:30 y en medio, misa a las 11:15 horas, se supone que visitando el recinto eclesiástico por obligación y sin alternativa. 

Aspectos
Surgió una conversación interesante: si el hábito hace a monje. O sea, las impresiones que produce la gente joven de hoy por su imagen física. Interpretaciones. Versión 1: con esos pelos, piercings, roturas de prendas y tatuajes diversos no son lo mismo. Donde esté la compostura y el buen ver… la fachada dice cómo es el edificio. Versión 2: la riqueza de la variedad, el placer de la excentricidad, el valor de las diferencias frente a la uniformidad. Todos cabemos.

Tecnología
Decisión al lado de la espadaña de la ermita: subir por el coll de Grua, por la ruta antigua de la MM. Realidad: quien sabía y lo tenía claro cumplió con su objetivo y volvió a pisar el tramo tradicional. ¿Los demás? Apliquemos la fórmula: Anarquía + Tecnología= GRMANIA.  Siguieron las nuevas marcas y los traks más actualizados: por el camino actual de la MM, sendero paralelo a  la carretera y larga pista hasta arriba, con las líneas eléctricas de alta tensión encima de nuestras cabezas. 
En la parte más elevada del camino esperaba quien sabe por dónde va. Hubo gentes que descubrieron por dónde conducían ahora a las más de tres mil personas que cotizan el precio de la inscripción de  la MM.

Glamur
La vertiente a la que se llegaba permitía avistar la otra zona del Vallès Occidental, con Sabadell y Terrassa al fondo  desde zonas altas del término municipal de Matadepera. Atravesar uno de los pueblos más ricos del Estado fue entrar en otros paisajes, aunque estos fueran poco naturales y mucho artificiales. Sentimientos encontrados ante tanta opulencia. Recuerdos de cuando hace años un grupo pasaba al mediodía por estas calles gritando: “¡Matadepera ciudad obrera!, ante la mirada atónita de gentes que aparentaban opulencias varias. Mientras, conversaciones de caminantes deslumbrados por la ostentación de detrás de los setos y parterres. Envidias ajenas de un personal senderista que también tienen propiedades, casoplones, segundas y hasta terceras residencias y se permite a veces lujos caros. Dirán, ¿por qué no? Como los habitantes de estas urbanziaciones.
Se escuchaba a quienes decían que también existían otras interpretaciones de algunas  especies humanas:  pobres gentes con mucho patrimonio, cementerios llenos de millonarios, personal muy feliz y realizado debajo de estos tejados, fortificaciones con anuncios de las muchas cámaras de videovigilancia, alarmas Premium conectadas a centrales y algún can desesperado por ruidos extraños en la calle impoluta y sin ningún contenedor de basura a la vista.  Alguien trasnochado, casi de otros tiempos, afirmaba que para él “menos es más” mientras los ojos de sus supuestos escuchantes se dirigían a los espacios interiores de alto standing, miraban jardines y perfiles de fachadas, como queriendo aprender de la riqueza del más, del mucho más.  Alguien estrujaba su neurona para descifrar  cómo se consigue todo esto, no con el habitual suelto del más común de los trabajadores mortales. En fin, conversaciones banales mientras teníamos que cruzar una riera homónima a otra anterior, la de Les Arenes, pero de Matadepera.  

Vueltas
Aunque hubo un grupo que supo usar el ahorro de fuerzas y curvas que suponía la línea recta para ir hacia un espacio público “inolvidable”, otros cumplieron los objetivos de llegar al destino final. El precio pagado fue dibujar un nuevo círculo, la mitad a pie y el resto en autocar hasta volver al lugar de concentración, en Les Pedritxes, famosa por opulencias diversas. 
La caminata de Granollers a Montserrat había establecido un avituallamiento cerca del punto de la MM en la que se abandona la última urbanización y se afronta un curioso reto: saltar una cadena o pasarla por el lado. Operación esta vez fácil. Recuerdos al esfuerzo que supone en el gran camino. Por allí caminaba el año pasado un señor de más de 80 años que pensaba llegar a Montserrat. Inolvidable. Pronto los caminantes de la larga distancia podían divisar el objetivo final: ver el perfil de la montaña mítica y final del recorrido. Mientras, gentes diversas paseaban por rutas fáciles, algunas buscando la torreta de l’Obac. Las bicicletas también abundan en esta zona, lo mismo que en otros puntos del camino. Educación y convivencia. 

Sin glamur en el Restaurant Les Pedritxes
Fue el sitio pactado para el ágape final, siguiendo la habitual fórmula. La semana anterior una representación de GRMANIA fue y les definió nuestro funcionamiento. Aprobación por la persona consultada del restaurante Les Pedritxs.  Nada más entrar y observar el entorno, en el lugar no parecía que aportáramos glamour al recinto ni a esas gentes que les amenizaban la espera en el exterior con olores a carnes y brasas, personas bien acicaladas, mudadas y muy correctas en un entorno deportivo, rodeado por  torres y viviendas  aptas a bolsillos concretos. Esos comensales quizá eran socios de la entidad. Nosotros, visitantes ocasionales: una vez y quizá la última.
Repetimos para que conste en esta acta digital: alguien acordó días antes que vendrían estas personas caminantes, con mochilas y comidas, con consumibles propios y demanda de bebidas ajenas que pagarían al contado y en metálico. Quien fue consultado en el local accedió. 
¿La realidad en el día de autos? Al primer personal lo asignaron fuera, en la terraza. Luego, contraorden y para dentro. Una vez aquí, el camarero contenía su enfado con formas que no encubrían el fondo de su mensaje, mientras cambiaba el barril de cerveza. Discurso temperamental con aparente poder ante clientes que le pagarían el servicio, entraron porque les dejaron, respetaron el derecho de admisión  y le insinuaban que fuera apuntando todas las consumiciones, para evitar supuestos impagos por falta de anotación. 
Las revoluciones dialécticas del trabajador subían, sin darse cuenta de contradicciones evidentes. Poco a poco, tranquilidad parlamentaria y atenciones correctas. 
Pero pronto llegó el remate de alguien que demostraba ser jerárquicamente superior. Salió en hábito de trabajo y arengó al grupo con parecidos términos al de su trabajador, aviso de que ocupábamos un espacio para socios (ausentes), como si fuéramos okupas pero con permiso de la autoridad competente (o sea, del establecimiento) y no clientes que le rentabilizaban unas mesas vacías, sin nadie en toda esta zona. ¡Si Juan Roig, dueño de Mercadona, lo escuchara! Él, que llama JEFE al cliente de su red de supermercados y este, que casi nos echa, sin el más mínimo  acercamiento en las relaciones humanas y de marketing de cara al presente y al futuro. 
¿O es que este público no planchado y sí sudado desmerecía ante comensales que entraban a degustar las exquisiteces que desprendían aquellos olores? No, así no se atrae a clientes, aunque sean caminantes. Allí estábamos como clientes que antes habían pactado las condiciones y habíamos sido admitidos. No éramos socios pero contábamos con el permiso de admisión.

¿Volverás?
Tanto el camarero como el responsable de este establecimiento no debieron pensar que las 23 personas allí sentadas son muchas y para ellos desconocidas. Con este trato, ¿pensaron en si este establecimiento lo escogeríamos o lo recomendaríamos a alguien para encuentros o celebraciones? Eso sin ir a las redes sociales y colgar comentarios o explicaciones sobre tal “amabilidad”. Dirección web: restaurant Les Pedritxes http://www.cdterrassa.cat/restaurant-les-pedritxes/
C.D. Terrassa Hockey. 
¿Y si estas 23 personas opinan por ejemplo aquí, en el espacio que le dedican en Trip Advisor y cuentan esta experiencia? https://www.tripadvisor.es/Restaurant_Review-g1063990-d11921662-Reviews-Les_Pedritxes-Matadepera_Catalonia.html

Mientras, a la hora de marchar, hubo quienes retiraron las bebidas y vasos y las llevaron a la barra. Otros movieron sillas e intentaron dejar las mesas tal como estaban. Alguien recogió los restos de esas mesas. Sobra añadir más comentarios y ningún adjetivo al trato oral recibido. En fin, en tantos años de caminos y establecimientos visitados, esto fue lo nunca visto. Y aquí al lado. En un entorno opulento y exclusivo. No socios pero sí clientes educados y respetuosos.
Alguien mencionó que allí cerca, en una zona obrera de Terrassa, conocía un bar regentado ahora por personas asiáticas, que te reciben con una sonrisa, te sorprenden con muchaa amabilidad y cuyas atenciones captan a personas que acaban satisfechas, con ganas de volver y de recomendar. 
Este cronista no volverá a este sitio y tampoco lo recomendará a nadie. Fue un imprevisto humano con muy poco tacto. 

El camino es aventura, vivencias, rodeos, tecnología, anarquía, buen y mal trato, aventuras y pasos. Todo correcto pero lo más vital se resume en uno de tantos mensajes que nos dejó y repitió muchas veces nuestro inolvidable maestro  Eduard Punset:

“Lo importante es saber si hay vida antes de la muerte”.

Evaristo
26/5/2019
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