viernes, 3 de octubre de 2025

Etapa 6 del GR 151 - Abat Oliba entre el Parador de Vic en Sau y Tavertet

 iluminaciones al borde de la amplitud

La niebla matinal aportaba señales evidentes para identificar la comarca - y no confundirte- por donde transcurriría la etapa del GR 151-Abat Oliba  y del GR-2 a veces, entre el parador de Vic en el pantano de Sau y Tavertet, con casi 17 km de recorrido total por Osona. Mencionar el inicio y el final añadía más imágenes superficiales de la zona, unas a simple vista, otras archiconocidas, algunas imaginadas, a tiro de piedra (literal) de objetivos digitales, y otras por debajo. Podrían  corresponder a capas más profundas que emergerían a la superficie si se buscaban. Aquí aparecerán algunas entre tantas, con nombres y apellidos. 

La etapa ofreció muchas posibilidades e  iluminaciones. Grandes espacios que propician   contemplar el silencio  en medio de  aquella amplitud, siempre que los cruces de  las conversaciones humanas lo permitieran. 

El final de la etapa anterior  fue el principio de esta, con varios indicadores informativos: un  cartel que recordaba información práctica para visitar el conocido monasterio de Sant Pere de Casserres y una señal vertical que recordaba dónde ponías tus pies: Les Masies de Roda, Parador de Turisme y Sant Pere de Casserres. 

La gran superficie de esa imprescindible agua del pantano de Sau seguía asegurando el líquido a muchas bocas. Allí estaba acumulada y retenida detrás de una gran pared artificial, conservando el renombrado pueblo bajo sus aguas, simbolizado por una de las cúpulas rurales más conocidas (campanario de la iglesia de Sant Romà de Sau, documentada entre los años 1025 y 1050), auténtica marca de agua (en el sentido literal del término) y protagonista de millones de fotos. Cuando baja el nivel del agua, ¿qué TV no ha metido en el barro a alguien informante para que demuestre en directo que estaba allí aunque no diga nada nuevo? Cuando el agua sube las empresas del ramo se lanzan a la venta de deportes acuáticos y otras disciplinas quemacalorías con la contemplación del entorno incluida. 


Señales

Además del embalse, otras señales hubo por algunos tramos del recorrido, unas de personas vivas aún y otras ya no, pero con un legado imborrable. Alguna del mundo culinario y mediático actual y otra del campo de la espiritualidad y del entendimiento entre religiones. Comida y espíritu: buen binomio y, para muchos,  hasta complementario. Para otros, mejor la mística que la mástica,  o al revés. 

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Mensaje 1:
He aquí el primero de tantos mensajes como dejó  esa persona que se revelará al final,  que marcó a alguna gente y, después de vivir en varios mundos, acabó sus años  en el de Tavertet, él tan imprescindible para algunas mentes en estos tiempos: 
“Si vis pacem, para te ipsum” (si quieres paz, prepárate o conquístate a ti mismo) es el giro que le dio a la típica y conocida frase: “Si vis pacem, para bellum” (si quieres la paz, prepárate para la guerra). Son latinajos con trasfondo. 

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Riscos

Dos personalidades de  un entorno esculpido en piedra (a tiro de piedra se decía)  por los grandes cingles (en catalán) que te rodeaban:  riscos, despeñaderos, barrancos o acantilados, sinónimos en castellano. Cingles de Sau, de Tavertet, del Pla de Dalt del Castell, la Miradora, Coll del Puig de la Força y , para empezar, Mirador del Campanar de Sau. Con buenos observatorios para practicar una mirada muy larga (en la medida en que te lo permitiera la vista cansada, miopía y demás disfunciones corregidas con lentes o no), perspectivas desde arriba en aquel tramo, desde abajo más adelante o desde en medio, en bajadas y subidas. 

Las visiones de los grandes riscos que separaban el Collsacabra de les Guilleries son monumentos naturales gratuitos que permiten, mientras se suda, contemplar el fondo de los valles y disfrutar después del sacrificio que supone llegar al final de la subida. Quien mire y admire no quedará indiferente ante estos accidentes geográficos.

Claro que quienes miraban allí al lado  con grandes ojos  eran las vacas y sus crías que surgían por doquier. Animales muy curiosos y también huidizos, símbolos de cierta continuidad de vida agraria, economía ganadera y señales en el terreno de las atenciones a sus necesidades varias, en todas las estaciones del año. También, si mirabas y sabías, se identificaban  algunas setas que ya empezaban a salir, de esas que existen pero nadie “caçador de bolets” dice dónde encontrarlas.


Aguas


Entre los acantilados, el fotogénico pantano con recortes de brumas matinales en ascenso, las curvas y los longitudinales recodos que pueden acoger hasta entre 165 y 177 hm3 de agua, en un proyecto  que obligó a a desalojar los 100 habitantes del pueblo de Sant Romà de Sau en los años 40. Tanta acumulación de agua fue fruto de los 20 años de obras antes de ser inaugurado en 1963 (se obvia decir si vino "él" a inaugurarlo o no), con una longitud de 17 km y 3 en la zona más ancha. Y con un detalle que “calienta” a caminantes: los 500 escalones que esculpieron los ingenieros para subir o  bajar hasta la pared del pantano, con la vista concentrada para evitar tropiezos y con perspectivas casi aéreas del visionado de la pared y de la obra en su conjunto, aliviadero incluido que simbolizaba la salida del agua como si fuera una fuente artificial, como  para olvidar su ausencia durante  la sequía de 2023, la peor de las recientes.

En el fondo la etapa consistió en reseguir una parte de los márgenes del pantano entre riscos e interiorizar en carne propia los esfuerzos de bajar para tener que subir. Pero, ¿solo a eso fuimos?


Másticas

GR 151 Abat Oliba, GR 2, caminata Rupit-Taradell y otros senderos como el SL-C 122 a El Puig del Far, el Torrent de Moran (prohibido el acceso “por motivos de conservación y seguridad”), el Sender de les Lleixes de Tavertet,  ofrecían cruces de posibilidades que, poco a poco, te acercaban a Vilanova de Sau y a sus pocos habitantes en medio de montañas, sierras, collados, ríos, fuentes, pantanos, casas de veraneo, casas de colonias como Les Tallades, masías añejas al lado del recorrido y, siempre, que no falten iglesias y ermitas por doquier.

Aquí, en esta población desarrolló parte de su faceta culinaria una mujer que aún vive en este pueblo, habitual en programas de TV3 y de pluma brillante en sus libros y artículos de los viernes en EL PAÍS: Maria Nicolau. Durante años fue cocinera en el restaurant   Ferrer de Tall, también  pregonera este año de sus fiestas, con mención a una cita de su discurso con  mensaje bebible:

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Mensaje 2 (de Maria Nicolau):
“No me dejéis nunca más beber vermut. Ha sido un vasito y todavía no me he repuesto”, se publicó como destacado de su pregón en algún diario. Una cocinera implacable contra muchos restaurantes de alto standing, de mucho plato, poco contenido y enorme precio del tiquet final o “dolorosa”, con estrellas y títulos por doquier. Su reivindicación: la cocina de la gente normal, de las abuelas,  y platos con lo que tengas o te puedas comprar, cocina humilde hecha por ti. He ahí su apuesta. También sus ataques al gremio hostelero porque casi siempre se oponen a aquellas medidas que vayan bien para la salud general pero no para su negocio particular. 
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Convergencias

La bajada de tantos escalones convergió en el recorrido por encima de la pared de la presa de Sau antes de emprender el último ascenso, suave al principio y “con fundamento” después. El final de la pared, de 80 metros de altura en el centro y   260 metros de larga para la retención del agua, significó una esperanza para quienes, con pérdidas incluidas y ancas resentidas,  vieron estratégicamente aparcado el autocar. La salvación sobre ruedas. Una solución para evitar la subida a pie hasta Tavertet, pasando por el hostal La Riba,  construcciones actuales y otras que aún estaban en pie pertenecientes a  un antiguo pueblo. No se pudo contemplar la colección de fotos que se muestran en el bar, con vestigios de cómo era todo esto antes de la inundación por el embalse citado. Sí estaba el club náutico, con deportes de agua, barbacoas y demás ociosidades, también incluidas las vistas a la perspectiva en lontananza del popular campanario emergente. 

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Mensaje 3:
“La gran epidemia moderna es la banalidad. El silencio forja el sentido”
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Verticalidades


Las señales pintadas en piedras y árboles  confirmaban que la subida inminente era un reto a superar. Acantilados de 300 metros de altura, allí enfrente una barrera rocosa de casi 200 metros que el personal iba superando con evidentes señales húmedas en sus camisetas. En medio, si el resuello y la seguridad te lo permitían, vistas aéreas parecidas a las de las aves de rapiña que por allí planeaban con las térmicas como aliadas. Vistas a las Guilleries, Collsacabra, pantano de Sau, macizo del Montseny, cingles de Vilanova de Sau. Tierras de antiguos bandoleros, nobles, burgueses, mucho clero y más pueblo llano de a pie. 

Entre vueltas ascendentes y oquedades varias, pronto el Pla del Castell se avistaba como señal premonitoria del final de la etapa, ante los restos de una antigua muralla ibérica y de un castillo visigodo. Dos jóvenes  se extrañaron y aplaudieron el hecho de subir por alli y venir caminando desde el parador de Vic en Sau. Ellos lo hicieron en coche. Promesa: algún día, quizá, cambiarían el neumático motorizado por el de la suela senderista, mientras contemplaban las amplias vistas con atuendo de marca y olorosos perfumes (no a sudor: evidente).
 

Abluciones

Poco a poco el punto final agrupó a quienes subieron. Mientras, gentes diversas y mucho vehículo (a pesar del aparcamiento disuasorio de la entrada, pagando) ocupaban las calles y los bancos en primera línea del gran acantilado, de donde salía una ruta con nombre de autor.

El museo de herramientas del campo es uno de los atractivos de Tavertet (a 869 metros de altitud), junto con la iglesia del Sant Cristófol, en un pueblo que tenía 500 habitantes a mediados del siglo IX, y hoy 141 aproximadamente. Una población que estuvo aislada y sin carretera hasta mediados del siglo XX, aún conserva el nombre original de  las tres calles más importantes (no hay muchas más), nomenclator que no se distingue por su creatividad: carrer de Dalt, carrer del Mig y carrer de Baix. 

En la espera hubo quienes descubrieron una fuente con tintes urbanos en lo rural y antiguos lavaderos. Allí se paladeó su agua y hubo quienes se sometieron a abluciones y lavados corporales varios, con cambios de indumentarias y puestas a punto. Era un símbolo de esa agua embalsada que había allá abajo y de esos saltos tan visitados que rodean la población si se siguen los acantilados: salts del Noguer, del Molí Bernat, dot de Bala, Cua de Cavall, torrent de l’Avenc y el afamado salt del Sallent cerca de Rupit. 


Místicas

Tavertet fue el lugar donde vivió los últimos años de su vida quien fue autor de dos mensajes anteriores y otros a continuación, el filósofo y teólogo catalán Raimon Panikkar, que propició los encuentros entre religiones y filosofías, con su línea de pensamiento intercultural abierta al diálogo entre Occidente y otras  tradiciones, con su persistente mirada hacia Oriente: budismo, taoísmo, judaísmo sin faltar el omnipresente cristianismo. “El YO no es el centro”, afirmó (¡qué diría si viviera hoy en el imperio individualista del YOÍSMO!).

Alguien visitó la iglesia de Sant Cristòfol (siglo XI, con alzamiento de un campanario-fortaleza entre los siglos XII-XII) y, al lado, fue a rendir homenaje y a recordar su personalidad, al lugar donde se depositaron parte de sus cenizas después del fallecimiento a los 91 años en Tavertet, el 26 de agosto de 2010. Con más frases escritas allí al lado, por ejemplo: “me fui (a La India) cristiano, me descubrí hindú y vuelvo budista sin haber dejado nunca de ser cristiano”, o “tener miedo de la muerte es tener miedo de la vida”.

 Por allí pasa también la ruta que, en medio de los riscos, discurre hacia su casa y hasta el centro en el que tiene su sede la Fundación Vivarium Raimon Panikkar, lugar de pensamiento, cursos y encuentros de gentes especializadas en el legado de este pensador, con gran peso y poder de decisión en ciertas mentes del mundo. Tanto él como su hermano, Salvador Pàniker, fundador de la Asociación Derecho a Morir Dignamente y de la editorial Kairós merecen atención hacia su biografía, hechos y obras.

Fin de etapa, comida en el lugar habitual de Artès y un mensaje más de quien encontró un rincón de final de vida para seguir con  sus iluminaciones al borde de la amplitud que propician tantos cingles, con los posos de una gran herencia espiritual y filosófica, quizá también válida para personas agnósticas y ateas que sean curiosas y se muestren   abiertas a otras realidades y pensamientos: 

"Proyectamos la esperanza en el futuro y está en el presente. La esperanza es descubrir esa dimensión invisible, misteriosa y bella, de cada momento. Hay que profundizar.”
  -Raimon Panikkar-



Evaristo
03/10/2025










 

martes, 8 de julio de 2025

Viaje al Alto Aragón: República, guerra y resistencia antifranquista (del 12 al 15 de junio)

 Contra el olvido, memoria y resistencia


Puntos de partida:


“Viatge a l’Alt Aragó: República, guerra i resistència antifranquista

del 12 al 15 de juny de 2025”

Organiza: Fundació Cipriano Garcia de CONC

Colabora: Federació de Pensionsites de CCOO de Catalunya

Centro operativo: Morillo de Tou, pueblo recuperado por CCOO Aragón.

Amenización musical: Roig Encès i Cor Rebel.

No aparecen nombres de sitios de comidas, ni de guías ni de personas concretas. Por privacidad. Tampoco el viaje por días.

Este texto es un segundo viaje (escrito) al alto Aragón,  a partir del primero y original, entre el 12 y el 15 de junio. El cóctel informativo se sugiere que se tome acompañado con las buenas fotos compartidas por el grupo y con las crónicas diarias de quien recogió acertadas memorias históricas,  para situar los hechos en donde corresponden. 


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De la estación de França casi hasta Francia


“Estoy fuera de sitio con esta gente tan mayor”, fue el saludo de alguien del grupo de gentes con el objetivo común de hacer memoria histórica (en momentos vitales donde la memoria no está boyante), en la espera antes de salir, a la entrada de la estación de França. Quien lo dijo, con bastante juventud acumulada, llevaba años mirándose al espejo y siendo consciente del paso del tiempo. Como el resto. En el fondo, evidenció una realidad cargada de optimismo. 



Caminos


La espera ya dibujaba parte del mapa del paisaje urbano en movimiento a las 7 de la mañana. Un autocar del turisteo oriental esperaba a quien se había dormido. El tráfico de dos ruedas invadía la acera y sorteaba viandantes, se supone que confiados en los quiebros de ruedas y cuerpos. La pujante moda de runners urbanos dejaban un halo de sudor  ya a aquellas horas, con los oídos cerrados a cal y canto por todo tipo de apósitos sonoros. Mientras, la infancia madrugadora trotaba hacia sus destinos, todo bajo la atenta mirada de taxistas con ganas de colaborar en carreras tarifadas. Tanto ajetreo a aquellas horas mientras el tintineo de las ruedas de las maletas de cabina aliviaban el tirón de la musculatura. Pronto, casi el grupo al completo, hacia un camino histórico establecido, con  Camino como anécdota final (¿dónde sino?: en Barbastro). 



Geografías


La geografía de los acontecimientos históricos se puede enmarcar entre puntos estratégicos que llegan a interrelacionarse cuando se ciñen a territorios y hechos concretos. Lugares de paso como las estaciones ferroviarias, carreteras, caminos, puertos marítimos y de montaña, cadenas montañosas fueron y son espacios con intersecciones de gentes, acontecimientos y vidas. Del Mediterráneo a los Pirineos, he ahí una propuesta de recorrido para revivir pasados en momentos convulsos del presente, entre colectivos de jóvenes que aparentan desconocer de dónde venimos, no saben a dónde vamos pero presumen de reaccionariado retrógrado, alentado por vociferadores físicos y digitales. Su brújula mental se siente atraída por campos magnéticos que les atraen hacia atrás.



Historias


Qué mejor lugar que la puerta de una estación de tren para emprender un recorrido histórico, aunque se haga por carretera, en autocar.  Casi desde el nivel del mar cercano a la estación de França (antes Término), el viaje se alargó  hasta cerca de Francia, con los Pirineos como frontera natural y obligatoria para sobrevivir. 


El primer punto de encuentro fue a la entrada de un edificio histórico de hierro proyectado en 1900 e inaugurado en junio de 1929, con dos marquesinas metálicas de estilo modernista en forma de U,  de 29 metros de alto y 195 de longitud. Quien de buena mañana acudió a los excusados admiró los capiteles de bronce  del vestíbulo, las tres cúpulas y la monumentalidad del conjunto. 


Para entrar en materia del viaje, recordó que en la guerra civil (o incivil) se convirtió en objetivo estratégico Su estructura sufrió daños y, poco a poco, Sants acogió el mayor volumen del tráfico ferroviario. Las Olimpiadas de 1992 fueron la excusa para su restauración, iniciada en 1988.


Curiosidades sobre el primer ferrocarril “de la península ibérica”: en 1848 se inauguró la línea Barcelona-Mataró, con salida desde aquí. Pero hay gentes que dicen que la primera línea española se trazó en Cuba.  Como esta añorada isla fue colonia española, el testigo Miquel Biada, mataroní que hizo las Américas, vio el primer ferrocarril de aquello llamado España+colonias, entre Güines y La Habana. Y decidió exportarlo después a la linea entre Mataró y Barcelona. la fuente, en la historia del ferrocarril en Catalunya vía Viquipèdia. Va por quienes no hace mucho visitaron Cuba y recuperaron otras memorias históricas.



Intersecciones


Ya con el programa en mano (versión papel) y con el recuerdo de la asignación en el autocar (¿ya se te ha olvidado el número que te envié?) los mástiles de los barcos dieron paso a la actividad del puerto y de la Zona Franca, con el cementerio al otro lado, en alto y expectante. 


La movilidad, he ahí uno delos rompecabezas. Aquel día, robo de cable en una línea de ferrocarril (uno más), la logística del transporte, la dependencia del just in time, el gasoil que lo mueve todo, el ir y venir continuo. Hasta que aparece la magia de Montserrat, con simbologías personales diversas. Hoy, visionado de montes, montículos y otros accidentes geográficos: La Mola, Collserola, Montjuic, El Bruc, La Panadella, cañones del río Vero y, poco a poco, la estructura de los Pirineos: Monte Perdido, Peña Montañesa como ejemplos. En todo caso, hay otras necesidades que atender.



Nidos


Un punto marcado como way point en los viajes fue La Panadella. Parada y fonda a veces. Un nido de gentes que le dieron vida y se la quitaron cuando, después de presiones de supuestos intereses y lobbys catalanes, alargaron lo que pudieron la construcción de la  variante actual de la A 2. Las hemerotecas así lo recogieron en su momento. 


Paisajes: parte de una gasolinera cerrada, aparcamientos casi vacíos, primero lavabos y después mesas que ocuparán seniors viajeros, tranquilidad al sol, enfrente de un gran camión con doble contenido: un gran tractor y largos troncos de madera. Todo cabía.


Uno de los dos restaurantes (el menos frecuentado) recibía a quien entraba con una curiosa frase en el espacio “La botiga del Parada” , solo en inglés: “Fucking good produits”. Debajo, muestra de la proclama. A un lado y en la parte detrás de los restaurantes, muchos cargadores de baterías para vehículos eléctricos. En aquel momento, sin nadie que los usara.  Enfrente, horno de pan y, cerca del autobús, gargantas activas, aclarado de voces e inicio de ensayos musicales para actuaciones posteriores. Encima, una gran fila de nidos de golondrinas, la mayoría con habitantes que, a veces, marcan a quien se coloca debajo. Esta vez parecieron escuchar más que lo otro. 


Mientras, vamos acercándonos a espacios históricos de resistencia, duelo, memoria, lucha, estrategias, sufrimientos, destrucción, huida y muchas muertes. 




Piedra-cartón


Del amarillo del cereal al verde del maíz y de las viñas con girasoles que aportan otros tonos amarillos, del no estar segado al ir hacia Morillo de Tou al buen afeitado ya al volver a Barcelona, la vida agrícola moderna y mecanizada es un no parar cuando el calendario y los cultivos deciden. También, granjas industriales que en ocasiones trituran hasta a quienes trabajan en condiciones discutibles. 


A veces, entre grandes estructuras de riego asomaban granjas, almacenes de logística, talleres y  edificios singulares, construidos por arquitecturas de renombre, capaces de atraer visualmente para luego vender experiencias enológicas a urbanitas con ganas de contar e Instagramear. Son bodegas llamativas en medio de oasis verdes ahora, con denominación de origen Somontano. 

La marca turística señalaba a Alquezar (Alquèssar en catalán, Alquezra en aragonés)  a los pies de un castillo y fortaleza  de origen islámico (Al-Qsar), convertido en colegiata de Santa María tras la reconquista cristiana, era punto imprescindible para visitar. Presumía de títulos turísticos: pueblo medieval más bonito de España desde 2015 (en un principio tomando como modelo a Albarracín, Teruel, ya declarado con ese título en 1984), parecía de piedra-cartón (al revés cuadra menos: hay mucha piedra metaforizada como cartón), de uso de masas que lo admiran desde el aparcamiento de entrada y que, siempre previo pago, pueden visitar la Colegiata de Santa María la Mayor, parque cultural del Río Vero, museo etnológico Casa Fabián, ermita de Nuestra Señora de las Nieves, pasarelas, parque natural de la Sierra y Cañones de Guara y, ante tanta piedra y agua, la reconfortante ruta del vino Somontano dentro de “Somontano, tierra de leyendas”. 


Lo de retroceder en el tiempo también es una invitación a dejar tus ahorros en souvenirs comestibles o no, o solazarte en el mirador “Sonrisa del Viento” para ver dónde viven los 338 habitantes (censo 2024). ¿Curiosidades?: tenía tres puertas de entrada, hoy los pocos habitantes y las multitudes entran por una, recorren pasadizos y callejean. Con leyendas de brujas como responsables de granizos y tormentas. En cada bola de granizo, un pelo de una bruja. 


Entre paseantes peripatéticos  se escuchó un profundo debate sobre Cuba, realidades y futuros posibles. Quienes estrujaban sus mentes y su formación en la materia hacían casi lo imposible para llegar a conclusiones y soluciones futuribles, pergeñaban  sesudas hipótesis, analizaban los presentes, retorcían el pasado, intentaban desbloquear mentalmente el terrible bloqueo y se afanaban en despejar incógnitas. Aquellos paisajes debieron recogerlo todo en un acta inmaterial. 



Lucha guerrillera


Colungo fue un punto crucial, con mucho significado también entre los objetivos del viaje. Antes de centrarse en Doménec Serra, los maquis y “Els Nois”, cartel indicativo para actividad posterior a la comida: “Resistencia, memoria y duelo durante el franquismo y la transición. Los guerrilleros del grupo ‘Nois en el Somontano de Barbastro, 12 de junio 2025, 16 horas en el ayuntamiento de Colungo” . Pero primero,  comida en la fonda de la población para reponer fuerzas que, de momento, no muchas se habían gastado dentro del autocar. Dejamos para personal más aguerrido el barranquismo, la escalada y el descubrimiento de cuevas. Allí cerca, la posibilidad de un viaje por le Prehistoria, con  el Centro de Arte Rupestre del Río Vero. Y en Colungo, Anís de Colungo, el “mejor anís del mundo”, que en realidad es aguardiente. También, puntuales concentraciones moteras de varios países que planificaban destinos a la puerta de la fonda.


De la mano de la historiadora y guía, en el anterior museo , con temperatura fresca en momentos post comida pero no de siesta, con la profesora de historia de la Universidad de Zaragoza el público asistente tuvo el primer “enfrentamiento” (en sentido figurado, claro) con aquellas realidades de resistencia, luchas guerrilleras con el grupo “Els Nois”, encontronazos entre maquis y la Guardia Civil, detenciones, muerte de Domenec Serra, su entierro con los compañeros caídos por la democracia. Además, pinceladas a las principales agrupaciones de guerrilleros en la peníncula, miseria en momentos de represión, caciquismo, repuntes represivos, brigadillas. “Colungo: mirando hacia atrás sin ira”, titulaba un diario allí citado, en pueblos con una importante herencia republicana. 


Alguien aprovechó el acto para informar de que el 1 de octubre se hará un homenaje a todos los guerrilleros españoles en Santa Cruz de Moya, Cuenca. Gracias a Doménec Serra y a la importancia de luchar contra el olvido.


(Y hubo otras “resistencias” también allí en la sala, ante la visión de ciertos cabeceos filosóficos - sesteantes en momentos puntuales de la charla).


Emotivo recuerdo de la hostelera de Colungo  que llevaba flores a la fosa común que acogía a los maquis muertos, mientras una señora del pueblo recordaba a quién peinó en sus años de peluquera en Barcelona. Despejadas cabezas pasaron por sus manos, peines, tintes y tijeras, algunas no muy demócratas, más bien acomodaticias a quien mandara. Hubo quien la puso a prueba allí mismo. Se quitó la gorra y le preguntó cómo veía su cabellera, abundante aún. 


Al acabar el acto, reparto de agua fresca antes de enfilar hacia el cementerio. Menos mal que no era el afamado anís del pueblo. 

En medio de la canícula, subida militante hasta el cementerio de Colungo. En un cruce, un grupo giraba a la derecha. Alguien con mucho sentido común político e ironía les informaba: “siempre hay que girar hacia la izquierda”. Así fue. Y, más arriba, más a la izquierda hasta entrar en el cementerio y, ya dentro, al fondo a la izquierda,  hasta la tumba de Doménec Serra.  Emotivo acto, flores y el “Canto a la Libertad” de Labordeta, entonado por Roig Encès, Cor Rebel y resto de participantes. Un ambiente propicio para desplegar banderas de CCOO, de la República y de Palestina.  Posteriormente, difusión pública:  acto publicado en formato noticia digital: “emotivo homenaje a la guerrilla antifranquista en Colungo” .


Con este homenaje y muchos aprendizajes o refrescos de memoria, Colungo sigue ahí como referente de antiguas resistencias antifascistas, a no olvidar ante algunas corrientes actuales. 


También,  para complementar tanto conocimiento de guías y presentes , he aquí el libro - novela  “Luna de lobos”, del escritor leonés Julio Llamazares. Causó un positivo impacto en la fecha de su publicación, año1985, y tuvo gran éxito al tratar sobre los maquis en un ambiente rural de León. 



Reconstricciones


De la resistencia a la reconstrucción de un pueblo por voluntariado de CCOO Aragón.  En el folleto publicitario que ofrecen a la entrada  de  Morillo de Tou la mayoría de las páginas están dedicadas a lo que engloba el denominado  “centro de vacaciones” en el Pirineo:  a un sinfín de propuestas turísticas, actos diversos, rutas,  tradiciones, cultura, alojamientos talleres y actividades. Y solo una página, al final, donde se menciona la recuperación del antiguo pueblo y el proyecto en su conjunto. O sea, muy escasa memoria histórica y mayoritarias ofertas de disfrute. Venden el producto turístico sin apenas memoria histórica de cómo se llegó hasta hoy. 


Después de su abandono en los años 60 del pasado siglo, las zarzas, los saqueos y la maleza habitaron las construcciones. A partir del 13 de octubre de 1985 personas afiliadas a CCOO Aragón y simpatizantes acumularon más de 100.00 horas de trabajo voluntario, 9,2 millones de euros invertidos (a fecha 2019), se crearon talleres de empleo que ocuparon a jóvenes en riesgo de exclusión laboral y social, generación de dos escuelas - taller de guías de montaña (pioneras en España) y taller de cerámica. Acogido al proyecto “Un pueblo conCiencia”, consolidaron senderos específicos: el botánico y el de energías renovables. También, agricultura ecológica y consumo de productos locales (según se publicaba en 2019), Pirineos Jazz Festival, museo de alfarería tradicional aragonesa, todo en una comarca como el Sobrarbe y en un pueblo rehabilitado, donde llegan a trabajar más de 55 personas en temporada alta. 


Multitud de actos se organizan en el pueblo, incluidas escuelas sindicales y formaciones de CCOO. Por otra parte, UGT también recuperó el pueblo cercano de Ligüerre de Cinca. 


En 2022 se lanzó desde CCOO una campaña para salvar la torre medieval  del antiguo campanario de la iglesia, allá arriba, con vistas al pantano de Mediano. Alguien madrugó para fotografiarla y ofrecer el testimonio gráfico al grupo. Porque, tal como dijo el Poeta Juan Leyva: “ Le llamamos torre pero es una mirada que nos recibe y nos invita a conocer la historia que nos recorre y a conocernos a nosotros mismos”. 

Nada más llegar, recorrido por la calle principal dedicada a Labordeta y a disfrutar de un entorno rural que vale mucho la pena.



La mano abierta 


En una orilla del embalse Mediano, con el río Cinca al lado, agua abundante y, no lejos,  la Peña Montañesa y sus compañías. Los edificios de la parte baja de Aínsa (ríos Cinca y Ara) y los cruces de carretera situaban la geografía y dejaban ver el núcleo de la población, allá arriba. 


Alguien vio una bandera palestina en un balcón. Buena señal, aunque no abundaban. Esta población otro día acogerá al grupo para reivindicar demandas urgentes en esta lucha feroz e inhumana de Israel para la liquidación del pueblo de Palestina, ya todo aquello convertido en  campos de muerte. Es una memoria reciente de la actualidad más injusta e inmediata.

En este ambiente tan bestia y desigual, memoria histórica de otras luchas, de los casi 7.000 soldados del ejército popular luchando a favor de la República, con Francia como acogida de la retirada. Y la 43 División del Ejército Popular, presente y adelante. Distrayendo a las fuerzas franquistas, resistir como fuera según consignas de Negrín. 


Realidades más turísticas, anuncios a la entrada del recinto de Aínsa, para visitas y compras: eco-museo de la Fauna Pirenaica, parque zoológico; 39 descenso de Nabatas; uno de los pueblos más bonitos de España; 10 razones para consumir carne del Pirineo; geo-rutas; las nabatas; el pseudotrobador de los cánticos, algunos pregrabados,  a la entrada, con inscripción bien visible acompañada  del logotipo de una ONG: “aquí hay una persona imprescindible” (¿y dónde no?).


Es una población con plaza trabajada a base de esculpido de piedras iguales (litofilia, lo llaman), uniformidad, estética de montaña y amplitud central para terraceo amplio con abrevaderos incluidos, con el ayuntamiento enfrente. Según el guía de la memoria histórica, ¿de qué viven los 2.000 habitantes, alejados de estaciones de esquí? del turismo de Cataluña y Francia, de bicicletas de montaña, de la operación “huida del calor”, de cercanía con Francia por el túnel de Bielsa, souvenirs varios (alimenticios o no) y del “pruebe nuestras croquetas de ternasco de Aragon”, extensible a otras propuestas y a “sabores de la tierra” (nombre de una tienda,  ya se sabe para qué público). 


Allí hubo quien, para recuperar temas, distribuyó el vídeo  “Bajo dos tricolores - la ronda de Boltaña”. En otros mentideros se citaba la lengua aragonesa, el trabajo del profesor y escritor en aragonés. Anchel Conte. Fundador de la Academia Aragonesa de la Lengua, investigador y hasta descubridor de palabras que se usan para momentos concretos.


Encima de una nabata, el guía levantó una mano (no podía ser menos: la izquierda), la extendió y su enseñanza fue más directa que muchos power points: “Aragón está representado en nuestra mano”. Sobre el terreno, procedió igual al explicar las nabatas con los pies encima de una; de detuvo en  su construcción, los tramos con siete toneladas de madera  río abajo en junio  con la madera cortada en invierno , 25 toneladas entre varios tramos unidos, ocho días de viaje por el “camino” fluvial, subida a pie y luego en tren. Memorias. Citas de parecidas practicas en otros lugares y libros como “Camino de Sirga”, de Jesús Moncada. 


Las perspectivas de los escenarios de la guerra desde Aínsa ahora dibujaban entornos pirenaicos próximos. Hoy, símbolos de deportes, aire libre, naturaleza, retos, cumbres, disfrute, fronteras. Mientras,  también dejaban entrever la dureza de la vida, de la huida y de la resistencia. El atrevido y valiente fotógrafo francés dejó el retrato de una realidad sufrida a su paso hacia Francia por esta zona del Pirineo. Unos, muchos más,  con armas modernas, otros no; unos con artillería eficaz, aviación nazi contra muchos voluntarios que resistían. 

Refugiados buscando refugio, he ahí una realidad que se va repitiendo. Antes y ahora: huidas (cuando se puede) por hambre,  conflictos, bombas, dictaduras, migraciones. Encrucijadas, intersecciones. 



Resistiendo también


En este camino de seguimiento de la 43 División en la Bolsa de Bielsa, ligera subida hasta un reconfortante tentempié del mediodía en Puyarruego (Piarruego en aragonés), un detalle  de gentes relacionadas  con el escritor, geógrafo, historiador y etnólogo, guía de este viaje y nacido en esta población. Todo para resistir mejor aquella recuperación de memorias con marcas  de munición aún en las paredes.


Bajo un sol de justicia (el guía con sombrero y cara al sol - con perdón), la mayoría de personal al lado de la pared (alguien teatralizó: ¡al paredón!), con marcas aún de agujeros de metralla de las tropas fascistas en las estructuras de las casas, aquel rincón de casas de Puyarruego ofrecía vistas al Monte Perdido aún con nieve, Las Tres Marías (no confundir con las de la montaña leonesa) y Peña Montañesa, entre otras. En primer plano, cartel de quién pagó  para evitar caer al fondo : “barandilla de protección de Puyarruego, programa de desarrollo rural de Aragón 2007-2013”. Allá al fondo, el Pirineo para modernas aventuras , emociones y experiencias. Aquí, las desventuras de quienes lucharon y tuvieron que huir si no morían antes. 


Con el condumio anterior se resistió mejor para entender las necesidades de la población,  destrucción de casas y los refugios en las bodegas del pueblo para protegerse de las octavillas y de las miles de bombas lanzadas por la aviación nazi. 


Incluso hubo  intentos de comunitarismo, de compartir todo que será de todos “hasta las mujeres” dijo el guía en alusiones a cómo interpretaban aquella utopía. Todo quedó en eso y más en poblaciones muy tradicionales donde el sentido de la propiedad prevalecía (“lo mío es solo mío”). 


Tras la huida a Francia, hubo quienes volvieron para empezar de nuevo. Rodeados de destrucción y de la gran cantidad de chatarra que deja la guerra, peligros en bombas no explosionadas y el mercado de aquello que tiene venta. 


Hubo abuelas que, al paso de los años, se reunían an casas. Hablaban de todo pero evitaban recordar el paso a Francia huyendo. Cuando lo mencionaban siempre acababan llorando. 


Se hizo entrega de materiales al guía, lámina de Antoni Tàpies y la mención poética  a “estirpe de titanes” del poeta de los obreros Miquel Martí i Pol. Recordando también tantos materiales entregados a gentes diversas en Cuba y a otras. 


Otras formas de resistir hoy al calor en aquel pueblo. Además de la imprescindible memoria histórica, el atractivo del pueblo se observaba en los entornos, propuestas de paseos del cámping de Añisclo, a la entrada; un profundo cañón formdo durante millones de años,  las pozas y  zonas fluviales de los ríos Yesa y Bellós, las fuentes cercanas al Congosto de las Habitaciones o Fuente de los Baños. En tiempos de calor, naturaleza refrescante. O, como publica el diario EL HERALDO : “Las piscinas naturales de aguas cristalinas en un pueblo de Huesca: un lugar privilegiado y paradisíaco” (se refieren a Puyarruego).



¡Agrupémonos!


El recorrido memorístico culminó aquel día en el lugar al que se volvería otra vez, da nombre a La Bolsa de Bielsa, es famosa por sus carnavales, el turismo y para usos comerciales. Otra plaza vistosa, con varios abrevaderos, el comercio local y el museo donde se concentran memorias de la población. Mientras, nubes amenazantes. La tormenta se preparaba para refrescar a la salida. Dentro la guía pedía agruparse en tres grupos. Alguien dijo: “Aquí quien puede mandar agrupar es La Internacional”. En todo caso, lo cortés no quita lo valiente. 


Museo José María Escalona de Bielsa, con espacio etnográfico dentro del ayuntamiento, de estilo renacentista del sigo XVI, restaurado. ¿Espacios? Bielsa y su territorio, historia y cultura de una comunidad. La Bolsa de Bielsa. El vídeo de 22 minutos es una buena muestra audiovisual de los hechos históricos. 


En lugar bien visible de la población, monolito al que se volvería después. Con una placa: “En memoria de los que todo lo perdieron por defender  la libertad. Bielsa, junio 1938-2008”, y listado de los “muertos en el Valle de Bielsa en defensa de la República y la Democracia (1936-1939)”. A un lado, otra placa dedicada  a Martín Arnal Mur (Angüés, 1921-Albi, 2021), luchador antifascista, anarquista, libertario afiliado a la CNT, integró los maquis como guía pasador en el Sobrarbe, nunca dejó de difundir sus odeas, dedicándose en la recuperación de la memporia, la dignidad y la justicia. 


La casa tradicional y el Carnaval. En 1938, bombardeo de la aviación franquista por la resistencia de la 43 división del ejército republicano y éxodo masivo a Francia por caminos y sendas hacia  Puerto Viejo. Belsetanes que volvieron y otros murieron en centros de refugiados franceses que eran auténticos campos de concentración.  En medio de todo esto, hoy prevalecen los valles de Bielsa, un entorno con ibones, picos con algunos tres miles, riqueza en fauna y flora, y no podía faltar lo que hoy se llama y se paga por  “la aventura”, para todos los gustos, edades, fuerzas y bolsillos: rutas de montaña, barrancos, bicicleta de montaña, escalada en roca y hielo, esquí, raquetas, con vehículos, etc. Más quienes se aventuran en rutas que, al final, a veces han de ir a buscarlos los equipos de rescate. Un fenómeno que crece sobre todo en los meses de verano. Dicen que se supone que debe ser por el efecto Decathlon y Kilian Jornet, entre otros.


Para atender a todo el personal: a la salida/entrada del pueblo cartel “Parque de mayores” y consejos, por si acaso, precauciones de uso para tirar de ellos en cualquier sitio si se pretende tonificar músculos , su forma y estado: “no fatigarse con los ejercicios, detenga el ejercicio si siente dolor, si no dispone de buen equilibrio vaya acompañado, prohibido el uso de menores de 18 años”. 


Camino de vuelta al autocar, vistas de cultivos en algunos huertos al lado del río mientras el agua también producía sus efectos derivados de la tormenta. La lluvia teñía el paisaje de gris y oscuridad, donde se entreveían las superficies,  y la magia de Huesca también debía ser esto. La imaginación retrospectiva: las vidas en el asedio de las tropas fascistas, el frío y el calor, las cuevas de Peña Montañesa como refugio y hogar, el apoyo de gentes anónimas de estas zonas con lo que tenían para alimentar, curar, proteger, sobrevivir. Encarnizados combates y destrucción por todas partes. Hoy también se repite en otros lugares.



¡En forma!


Arro, Molinos, cueva Espelunga, ermita de san Antón, fuente de la Banera, piedra de San Beturian (San Victorian o de la Espelunga), Real monasterio de san Victorián en obras, parada antes de subir al autocar en la ermita de La Virgen del Pilar, Cartel:  “Bajo Peñas siente los latidos del municipio de El Pueyo de Araguas”,   Morillo, Aínsa. Pongamos orden a este listado desordenado que se convirtió en el plan para un completo día. 


¿Había que sudar más aún que con la canícula solar matinal antes de la tormenta de la tarde? Vístanse para la ocasión, escojan el calzado adecuado, dispongan de agua y llévenla encima (hubo quien se la llevó pero no la tenía cuando la necesitaba), preparen la mochila, dispongan de gorro o similares prendas cubrecráneos, ¿quizá bastones de caminar?, dense capas de cremas varias para el sol, midan sus fuerzas ,  sepan cuáles son sus límites y procedan en consecuencia. Vigilen con la tentación del quiero pero no puedo, no siendo que…


La memoria histórica del día puso el cuerpo a prueba, además de otras memorias: sobre el fondo físico, la forma, el entreno y la respuesta de los cuerpos a subidas algo pronunciadas y luego bajadas.  Se acompañó de una voluntaria excursión por caminos, sendas, senderos y dificultades en una corta pero intensa y divertida subida. 

Tantos preparativos contemporáneos pudieron servir para retrotraerse a aquellos tiempos de la Bolsa de Bielsa, maquis, huidas y cómo iban pertrechados, qué comían si comían, dónde se resguardaban, por ejemplo en cuevas, una la  de Espelunga.


Los contornos de la Peña Montañesa y otras de más allá sirvieron para otras memorias: la aristocracia y la burguesía fueron las que descubrieron el subir montañas como ocio, pero con criados y con máximas comodidades.  En 1882 el baron Louis Ramond de Carbonnières descubrió el Monte Perdido, y se convirtió en el padre del pirineismo. Y hasta este monte hemos llegado desde puntos diferentes con la vista, atalaya lejana aún con nieve.


Más cerca, de madrugada, proyección de la luna llena sobre el embalse de Mediano, rocío en plantas, charcos como pluviómetros con evidencias de parte de la lluvia de la tarde anterior, caracoles que progresan a su ritmo, levantarse más tarde y preparativos para la carretera sinuosa y con curvas que se enfilaba hacia Los Molinos, con paso estrecho apto para maniobras varias si el vehículo es un autocar o similares.  Vistas a oquedades y cuevas donde 20 maquis aguantaron unos siete años, refugios naturales y, ahora, a pie de carretera, prados sin segar ni recoger la hierba: despoblamiento, cambio de costumbres, sector terciario. Los Molinos a pie de carretera mostraba  casas derruidas, otras recuperadas y algunas reconstruidas, con zarzas amenazantes de hacerse poco a poco con el territorio. Todo en connivencia con alguna casa de turismo rural, bar y la imaginación que pretende retrotraerse en el tiempo y empatizar con aportar recursos para los maquis, con locales de estafeta para guardarlos y que los recogieran más tarde. “Come que vienen los maquis”, la frase coco de algunas gentes que los apoyaban y otras,  hartas de ellos. Una expresión que simbolizaba lo que hoy ya es lejanía, con las actuales pretensiones de acercarse con más objetividad y rigor.



Antigüedades regias


Buen ambiente inicial entre caminantes republicanos, en una época histórica en que algunos  vivían como reyes porque así lo eran. Esto sucedió en el monasterio donde se inició la subida, el de San Victorián, o Beturián, en el corazón del Sobrarbe a 1200 metros de altitud, en el Pueyo de Araguás. Dicen que es el monasterio más antiguo de la Península Ibérica. Construido en el siglo VI (época visigoda) dicen que fue testigo de eventos históricos como la firma de los esponsales de la boda que fue germen de la Corona de Aragón, o sea, la de Ramon Berenguer IV y doña Petronila. Todo por el santo italiano San Victorián , cueva Espelunga. Nacido en el año 408. Huyendo de tentaciones terrenales Victorián llegó hasta los Pirineos y adoptó vida eremita eb la Cueva de la Espelunga, donde muchos años después la ocuparían los maquis y ahora excursionistas, memoria histórica y familias que celebran el fin de curso escolar. 


El monasterio recibió protección de reyes y papas durante siglos, fue núcleo político, económico y espiritual del Sobrarbe y de parte de la Ribagorza y Valencia. En tan regio enclave, hay restos reales, los de Gonzalo I y de Íñigo Arista. Pues por estos lares, maquis y tropas fascistas junto con la Bolsa de Bielsa. 



Esfuerzos infantiles


Ermita de San Antón como si fuera una borda, fuente de la Banera o Habanera (con algunos dorsos de caminantes  pasados por agua en la bajada), la piedra de Beturian (con vías de escalada abiertas, de la cual dicen que si se golpea emite un sonido metálico), alguna fauna que podría sobrevolar las cabezas según cartel informativo (buitres leonados, alimoches o quebrantahuesos, todo en el recorrido hacia la subida a la cueva y ermita de Espelunga (“gruta”, en aragonés), apta para titanes y no titanes, incluidos maquis, por supuesto, y también criaturas de poca edad incluidas. 


Allá arriba había 14 en edad escolar, 3 años la más pequeña. Era una de las actividades para celebrar el fin de curso de una escuela de Tierra Antona. “¿Subir hasta aquí es adecuado para estas criaturas?”- preguntó alguien a unas familias. “Claro, que se curtan y sepan lo que implica la montaña”.-responden. Los posteriores días tendrán otras actividades:en agua, juegos y otras diversiones.


Ante la llegada de gentes que iban a recuperar memoria, un padre preguntó a nuevos visitantes sobre el motivo de la visita  y, en un tono amable, le dijo a sus pupilos que el lugar ofrecía interés histórico y que personas de ideología comunista también venían hasta aquí.La ruta realizada se puede seguir online pero no es lo mismo que la presencial. Dos personas compartieron dos versiones de la misma subida, en wikiloc 1 y en wikiloc 2. Ambas convergen en el espacio antes religioso donde se refugió un grupo de maquis. 



Visionados


El documental “Fuimos mujeres de preso” se proyectó a primera hora de la tarde en Morillo, en una sala de actos con estructura de madera y placa dedicada a Marcelino Camacho, presentada por una de las realizadoras y guía, quien, una vez efectuada la introducción al público presente, dijo que se ausentaba “porque iba a ducharse”. Mientras,  las mujeres de presos políticos del franquismo  demostraban su eficaz organización para apoyar a sus maridos presos. Fueron una demostración más del compromiso en momentos históricos trascendentales. Ellas también formaron parte de la referida estirpe de titanes. Debate, presentaciones de libros y referencias a trabajos gráficos para ue nada se olvide.



Visibilidad


Del visionado sentados  a la visibilidad máxima para seguir  apoyando la causa palestina. Vuelta a Aínsa, donde junio se estrenó con la destrucción de un monolito dedicado al pueblo palestino, según noticia publicada por Diariodelaltoaragon. Decían que la autoría pertenecía a las mismas gentes de siempre, un pequeño colectivo.


En la plaza, ante el ayuntamiento, con gentes inmutables sentadas en las terrazas, el grupo desplegó banderas y reivindicó el clamor mundial a favor de Palestina libre, en una nueva convocatoria global. 


Alguien del pueblo, al ver al grupo, dejó su coche mal aparcado, sacó la bandera palestina y se unió. Decía que había cierta oposición en la población a actos en contra del genocidio, a símbolos, monumentos, pancartas y lo que fuera. Pero, a la vez, también había gentes de aquí que en aquel momento (sábado 14 de junio) estaban participando en marchas a favor de la causa palestina por el Sobrarbe. 



Visiones cubanas


La noche de aquel último día  se citó al personal a cierto desmelene nocturno (¡qué más quisieran algunas cabezas, en su textualidad capilar!) para recordar y compartir ritmos cubanos. A los primeros compases con pies en movimiento siguieron misceláneas con espontaneidades diversas: teatros, monólogos, poesías, perfomances. La revolución cubana dio mucho de sí, además de la resistencias de la 43 División al mando de Antonio Beltrán, “el Esquinazu”, nacido en Jaca “la cuna de la República”, aislados los “embolsados” entre el 14 de abril y el 15 de junio de 1938, replegados hacia Francia ese día. Y con ellos casi 4.000 civiles que se unieron a los casi 20.000 que habían cruzado la frontera pirenaica hasta el comienzo de la guerra. Y, como sabemos y se ha repetido, 411 decidieron volver a Irún, 6.889 volvieron a la España republicana para seguir en la lucha. 


Homenajes


Con los cuerpos recuperados y recompuestos después  de cuevas,  caminos, naturalezas pirenaicas y ritmos cubanos, vuelta a visitar poblaciones a modo de despedida. Aínsa para temas turísticos y compras diversas, sobre todo de comer y beber. También para terracear con alguna cebezada reflexiiva incluida. O para ver el muy didáctico y completo museo del Geoparque del Sobrarbe Pirineos, en la zona de la muralla. 


Después, Bielsa para unirse a los actos en recuerdo a la Bolsa y homenajear a  quienes entregaron sus vidas a la causa republicana. Soldados muertos en combate, presentes en el monolito, reconocidos con ramo de flores coloreadas, de nuevo con Labordeta y su Canto a la Libertad: a tope con la memoria democrática.



Caminos


Ya de vuelta, gentes republicanas volvieron a divisar algún centro de espiritualidad allá en lo alto, antes de la detención para el almuerzo en la referencia, Barbastro. La zona era propicia por estar envuelta en el halo de esa santidad de quien se bautizó como José María Julián Mariano. El nombre artístico-espiritual sufrió una transformación total, uniendo nombres con otros apellidos: Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás. Su santuario allá arriba surgió de una ermita a la que le llevaban sus padres. Durante la República el santo dicen que se abstuvo de implicaciones políticas. Hay gentes que lo ponían en duda, por lógica.


Algún balcón colgaba pancarta y bandera a favor de Palestina: “Parad la barbarie, viva Palestina libre”, cartel sobre la exposición artística contemporánea  Locus Amoenus, paisajes de Aragón en la UNED de Barbastro, observado a la salida del ágape en un lugar donde se produjeron descubrimientos (no santos) y se ofrecieron propuestas no asumidas.


Tanto personal ocupó dos mesas alargadas en el establecimiento hotelero. A un lado, comensales en una mesa redonda parecían celebrar algo aunque sus caras mostraban connotaciones diversas. Hubo quienes, desde la proximidad de la mesa de enfrente,  jugaron a descubrir las entrañas del evento,  a juzgar por la comunicación no verbal que transmitía su personal. El juego fue divertido, similar a quien se dedica a observar a alguien e imaginar sus contextos. Hay obras literarias basadas en creativas elucubraciones, más sujetas a la imaginación que a una realidad desconocida. 


Mientras, hubo quien se confesó ante gentes próximas en la mesa y, lo mejor, ante quien formaba parte de su unidad de convivencia. Un secreto descubierto aquel día y en un marco muy adecuado: ¡desde hace años tenía un ejemplar del libro Camino y lo había leído! Dicho en Barbastro fue una revelación no divina pero casi. ¡Ay, San Josemaria!


Poco después, un comensal quiso relajar la tensión laboral de un joven camarero, servicial y atento. Le preguntó por san Josemaria. Al momento, informó que allí cerca estaba la casa de la madre y preguntó si queríamos visitarla. Con amabilidad se le agradeció el detalle y, sobre todo,  su trabajo. Se deducía que este grupo iba “por otro camino”. 


Objetivo cumplido por parte del grupo de CCOO en este viaje al Alto Aragón: República, guerra y resistencia antifranquista. 


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Evaristo

Terrassa, 08/07/2025