lunes, 26 de diciembre de 2011

Etapa circular por el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt-La Mola



GRMANIA SE CONFIESA


No fue un precedente como para convertirse en regla. GRMANIA abandonó la programación habitual diseñada al principio de la temporada, buscó la excusa de la Navidad y cambió el Camí de Sant Jaume por una circular en torno a La Mola. La peregrinación también tuvo un amplio sentido religioso, por lo tanto el Santo no quedó en segundo lugar. ¡Faltaría más con los aires que corren y con las confesiones posteriores!

Carta de ajuste

En lenguaje televisivo ya anticuado, los dos organizadores de la salida se cercioraron muy bien de un recorrido estudiado al milímetro y lo dieron a conocer antes, para que cada cual adecuara el cuerpo y el espíritu a una salida con final muy feliz. He aquí el mensaje original previo, de puño, letra digital y propiedad intelectual de la autoridad competente, sin aditivos ni correcciones posteriores :

La propuesta de excursión que sugerimos, es una circular por Sant LLorenç, con salida y llegada al Restaurant Cavall Bernat. La longitud del recorrido estará en función del tiempo que vayamos consumiendo a lo largo de la excursión. Máximo, a las  2 de la tarde deberiamos estar sentados en la mesa del restaurant.
El trazado que hemos previsto sería el siguiente: Inicio en parking del Restaurnt Cavall Bernat, subir por el camino de Cavall Bernat al Cami dels Monjos que nos llevaría hasta el Pi del Vent; alli continuaremos por el Camí de Font Soleia que nos llevará a Santa Agnès. En este trayecto, y como no, haremos una parada para desayunar en un lugar de la cadena con vistas iimpactantes. Despues de visitar la Font de Santa Agnés, subiremos hasta la Cova del Drac, para continuar hasta Els Òbits. Desde este lugar iniciaremos el regreso por la Canal de l'Abella y la Canal de les Bruixes, hasta el Restaurant. Vuelvo a insistir que el recorrido puede ser acortado, en razon al tiempo realizado, cansancio extremo de algunas personas, o a otros imponderables.
Para los que desconozcan el recorrido hemos de decir que es una excursión con una dificultad media baja, solo hay un poco de desnivel al inicio, hasta llegar al Pi del Vent, y al final entre Santa Agnès y Cova del Drac. Para los que padecemos de rodillas,  las bajadas nos son más desfavorables : la Canal de l'Abella y la de las Bruixes pueden ser un poco más fastidiosas, aunque no excesivmente.
Si el tiempo no lo impide, esperamos disfrutar de una excursión matinal fantástica. Ese es nuestro deseo y con ese fin la hemos preparado”


Cavall Bernat

Aparte de ser un icono en el parque de Sant Lloerenç, da nombre a un restaurante que sirvió para el ágape final. Pero, de momento, sólo fue el punto de encuentro a tempranas horas. Una lista muy larga de personal fue descendiendo de vehículos diversos, con un semblante distinto al de otras ocasiones. Es verdad. Se acababa dando gusto a uno de esos placeres que quedan cuando van fallando las energías para otros. Había motivos más mundanos y amigables por celebraciones de aniversarios, regalos y visitas de más personal a la hora de comer. Pero el Santo deja huella y debe reconducir espíritus que hace tiempo abandonaron el recto camino y se entregaron “al mundanal ruido”. Ya era hora que este grupo demostrara aquella formación recibida, que se le iluminara la cara con motivos religiosos, que apareciera la siembra de tantos tonsurados en aquella niñez no patente pero sí latente. Había sorpresas religiosas más adelante.
Primeras fotos con cuerpos cubiertos por capas y capas, calentamientos de miembros con movimientos curiosos, bastones en las manos y la primera subida delante. Hasta llegar a Cavall Bernat había que ascender por una senda tan pateada como el Camino del Santo. Piedras desgastadas, raíces multiformes puestas al servicio del pie inseguro, ramas a la altura de la mano como seguro a todo riesgo. Ganar altura significaba ver más y más lejos. Un día claro que permitió observar dónde vive (mansiones en horizontal) la supuesta opulencia del pueblo de al lado , en comparación con la verticalidad de los edificios de las poblaciones industriales del fondo.
El Belén que colgaba del promontorio de Cavall Bernat debió producir los primeros cosquilleos religiosos entre la peregrinación. Pronto el ambiente navideño caldeó el inconsciente religioso para acompañar hasta el final. La organización de la jornada conocía al detalle por dónde había que pasar. Esperas constantes para reagrupar a habladores impenitentes. No se admitían pérdidas. Mientras, la amplitud de las vistas con Montserrat al fondo y una panorámica que se perdía en el brillo del mar Mediterráneo. Una montaña tan conocida sorprende siempre y descubre no solo rincones, también las creencias de educaciones pasadas.

El Belén

El bagaje de la formación del personal siempre ha estado protegida por muchas y variadas capas: que si el comunismo en sus versiones distintas, socialismos diversos, nacionalismos varios, algún independentismo, renuncias a banderas, apátridas diversos y algunas otras especies que enfocan hacia filosofías orientales. Hasta ha sido habitual hurgar en intimidades de practicantes de religiones que se han especializado en prácticas no legítimas . Algún día había que exteriorizar de dónde venía el personal y rendir tributo a aquellas costosas inversiones que regímenes e hisopos anteriores habían insuflado a muchas personas de la GRMANIA actual.
Durante la parada para atender necesidades digestivas corrió como la pólvora la noticia del día: el extraño abultamiento de la mochila de uno de los organizadores tenía un hondo significado religioso. El coordinador del grupo se disculpaba públicamente ante los posibles laicos por haber comprado un Belén. Oteaba el entorno y aguzaba los oídos por si musulmanes en ciernes se oponían al evento y podía encender una espoleta de rivalidades religiosas. Aquí se polemizan por otros motivos: bastantes muertes ha habido en la historia del mundo por culpa de las religiones. No se oyó ningún comentario opositor entre el movimiento ateo, agnóstico, laico y demás nomenclaturas. Al contrario. Las caras se alegraron y mostraron interés por buscar un sitio para colocarlo. Los polvorones y las bebidas de cierta graduación ayudaron a crear ambiente. Fue un momento mágico: el Santo Jaume debió quedar satisfecho. Consiguió sonsacar creencias y centrarlas en esas figuras. El hueco elegido fue depositario de la reliquia. Y una gran mayoría de personal rompió en villancicos y cantos de alabanza. Se desconoce si hubo lágrimas de emoción pero sí se hicieron fotos del evento. Los rostros cantando con alegría y emoción, la devoción a flor de piel. Debió haber una potente descarga de energías positivas en un acto que obligará a volver a buscar las imágenes e institucionaliza (casi seguro) una nueva tradición, religiosa ya. Nunca es tarde para remover las capas más profundas y que afloren.

Santa Agnès

Sant Jaume permitió el Belén y también la visita a un lugar con nombre de una Santa. Por en medio de un paisaje espectacular, a media montaña, encarados hacia el norte, se descendió a los restos de la ermita de Santa Agnès. Había personas que nunca habían visitado un lugar mítico que fue convento. Terreno resbaladizo, bastones clavados, vista en el suelo y atención al pronunciado camino. La primera impresión fue de asombro y de preguntas. Después de entrar por túneles y habitaciones, el personal escuchó algunas versiones que interpretaban el entorno. Si bien la historia oficial de la época no lo recoge en algunos documentos, el experto guía dijo que el lugar debió acoger a mujeres de vida licenciosa. El concepto no quedó claro. Alguien del público insistió en que se le aclarara ese término y se le pusieran ejemplos en su acepción femenina, qué prácticas hacían para ser recluidas aquí, y qué papel jugaba Santa Agnès en este tema. Otro guía informó de que hace años alguien aparecía aquí con una caña de pescar. Explicaciones e interrogantes que suscitaron la curiosidad de tantas almas inquietas que descubrieron sus orígenes ante las imágenes del Belén.


De vuelta

Como no sólo de religiones y creencias se vive, la vuelta significó satisfacer necesidades gastronómicas y mostrar el reconocimientos a personas muy significativas. Antes se pasó por la Cova del Drac, de subida, els Òbits después y, de vuelta, acabar el camino por una de las canales más desconocidas, la canal de les Bruixes. Una ruta muy completa y muy bien diseñada por los organizadores. El cielo permitió contemplar el parque desde diferentes observatorios, con nubes azules que permitían composiciones fotográficas diversas.
Ya dentro del restaurante, el grupo aún fue más grande. Uno de los actos más multitudinarios, henchido por ese espíritu de hermandad habitual. Luego vendrán los creyentes a adornarlo con el Belén, con la Navidad, con sorteos y otras metáforas. Muchos comensales que dieron cuenta de los manjares, recibieron un detalle muy manual y otro muy bebible y, todos, se unieron para decirle a la cara a un Grmano de los de a 50: “¡Tú vales mucho!”.
El tiempo no dio para muchos otros cánticos pero sirvió para redondear un año que acaba y reafirmar aquello que el investigador en redes sociales, Soumitra Dutta, dijo: “Nadie sabe más que todos juntos”.

Cerremos la epístola y el año 2011 con uno de los pensamientos que alguien envió por Twitter:

Recuerda el pasado porque es tu historia.
Sueña con el futuro porque es tu oportunidad.
Disfruta con el presente porque es tu realidad”

Terrassa, 26 de diciembre de 2012

Evaristo

lunes, 5 de diciembre de 2011

Camí de Sant Jaume, de Vilajuïga a Santa Llogaia d'Àlguema


Cara al sol con nieve al fondo



GRmanos y GRmanas


No hay duda. Después del regusto dejado por la loable hazaña de introducir un papel oficial en una urna el pasado 20 de noviembre, qué mejor que encararse al sol con montañas nevadas al fondo. Nunca más apropiado para los años venideros, ahora que los del Valle de los Caídos quieren remover a quien más cara tuvo, al sol y a la sombra.
El monolito publicitario cercano a la salida del punto 1, a esas horas de la mañana, sorprendía con una palabra que anuncia seres divinos, invisibles, mitológicos, que se montan en las nubes. Un término que ahora es sinónimo de mujer delgada y bella (o quizá apunta también a princesas anoréxicas y demás especies de ladrones regios) pero que también se pudiera entender como un ave voladora que ha cogido aún más ímpetu después del 20 N. La palabra era “Sílfide” y los pájaros que revolotearán sobre nuestras cabezas durante bastante tiempo serán las PoPulares gaviotas.
Ahí estábamos, para afrontar una etapa más de este Camí de Sant Jaume entre Vilajuïga i Santa Llogaia d'Àlguema. Kilómetros llanos, el mayor desnivel era el salto de una cuneta o la subida y bajada a una escalera artística. Sant Jaume de momento lo pone fácil y congrega a 44 personas. Una cifra que sólo este Santo ha sido capaz de convocar. Alabado sea en un paisaje de grandes contrastes: cortinas de niebla que iban y venían, con perspectivas que desaparecían para volver a ser reales más tarde. El sol puede con todo y pronto le puso color a una vida otoñal que languidecía entre ocres, grises y la nieve al fondo.


Calentamientos

No hace falta decir que el gran descubrimiento de la temporada son esos nuevos palos a los que el personal está abocado si quiere avanzar más que cuando era joven, adelantar hasta a los más atletas, presumir de ladeos corporales con salero y garbo, ir siempre con el intermitente puesto, equilibrar los huesos y animar el alma: hay futuro. Aún podemos. “Súmate al cambio” en noviembre de 2011 ( “Por el Cambio”, hace unos años). Ya estamos convencidos. Uno se pone en lista de espera para recibir las enseñanzas de experimentadas personas del grupo. A pesar de los recortes, ahorraremos para adquirirlos.
Quizá sea por la influencia del Nordik Walking o por el Santo Jaume, pero, delante de la Oficina d'Atenció Turística de Vilajuïga (una más que debió ser hecha en época de “vacas gordas”: ¿la cerrarán por aquello de ahorrar?) un nutrido grupo de caminantes se puso en círculo y allí empezaron cimbreos varios, arqueos diversos, movimientos de muñecas, calentamientos corporales para afrontar el kilometraje. El nivel sube y los manuales al uso ya era hora que se cumplieran. Toca caminar por las llanuras de l'Empordà, carreteras poco transitadas, caminos anchos, pocos árboles y menos cultivos en un otoño avanzado.



Arte

Como no podía ser menos el Santo concentra puntos religiosos de alto valor. De hecho, en la iglesia de Sant Feliú de Vilajuiga hay hasta una sinagoga, junto con vestigios del románico. Cruce de culturas y creencias, mestizaje religioso. Más adelante, Sant Esteve de Pedret. Fotos, visita rápida sin guía pero con nuevos aparatos. Esta vez quien lo tiene más largo sacó fotos magníficas, con una demostración práctica en la web de la teoría avanzada de la fotografía: planos, diafragmas, exposiciones, etc. Los objetivos modernos llegan antes a todo. Incluso antes que el ojo. Éste lo ve después en la web: tiempos contemporáneos.
El camino sigue sin sorpresas, por en medio de acequias, granjas, ocupantes interculturales del territorio que se afanan con abonos, maquinaria, animales y labores agrarias diversas. El barro cercano o lejano es la prueba de las copiosas lluvias caídas en una comarca que alardea de vientos artísticos y aires cerebrales diversos. Pronto, más arte en forma de oferta lúdica y cultural de alto abolengo.
Peralada ofrece muchas caras. Una es una amplia plaza donde el personal dio rienda suelta a sus ansias gastronómicas. Una ikurriña ondeaba en una casa cercana del pueblo. No hubo tiempo para ver el núcleo antiguo, con una parte histórica próxima a la plaza mayor y el Centre de Turisme Cultural Sant Domènech, museo de esta villa medieval, con un claustro románico del siglo XII muy valorado. Pero es que todo no se puede ver. Tampoco con estos atuendos ni se intentó acercarse a la puerta del casino, donde los juegos de élite se acompañan de jornadas musicales veraniegas, ágapes y festejos varios para gentes de alto postín (se les supone). Solo se contempló el recinto por fuera, con majestuosos árboles llenos de nidos de pájaros diversos (parecían cigüeñas, no gaviotas), con colores y cánticos atípicos (éstos son otros pájaros, diferentes a los de dentro).
La llanura dio paso a más arte. Vilabertran sorprendía por su magnífica restauración y acondicionamiento interior. Un ejemplo de buen trabajo que dio pie a un debate muy canónico. Hubo fieles Grmanos que estaban preocupados quiénes eran los antiguos habitantes del lugar. Si monjes o monjas. Después de sesudas interpretaciones y elucubraciones no demasiado ortodoxas, quien administraba el sello de la entrada pontificó que eran canónigos ( o sea, sexo masculino, ¿no?). Iglesia románica, sala capitular, claustro, capilla y otras dependencias monacales extasían a caminantes de Sant Jaume. Un gran trabajo en beneficio del arte y las creencias.



Pasos

Cerca, a tres kilómetros, Figueres. Antes, severas consignas del mejor guía. Agrupamiento, no perderse, menos dispersión y más atención. Nadie se quedó pegado a ningún escaparate ni encantado con algún ser humano de interés. A aquellas horas del mediodía, el ritmo comercial de la capital empordanesa daba paso a la degustación gastronómica. Hubo una Grmana que disparó las alertas del grupo cuando hizo un intento de deserción. Dolores varios que al final los aguantó hasta el final. ¡Más madera!
De paso, el final se acercaba. Los 22 km tenían como destino Santa Llogaia d'Àlguema pero no su diminuto bar. Hubo que efectuar un transbordo motorizado para dar con un establecimiento embriagador: los efluvios del carburante de la gasolinera de al lado parecían recordarnos que el precio no para de subir. A este paso, algún día nos conformaremos solo con olor.
División de la tropa: unos adentro, “protegidos” por cámaras de videovigilancia y otros al sol que más calienta, o sea, fuera. El yantar dio paso a la celebración del futuro atleta maratoniano que se prepara a fondo para dejar los 50 años sobre el asfalto y acabar un recorrido mítico. Degustación de un buen cava de uno de esos rincones que, quizá por herencia paterna, debía tener a buen recaudo por ser bueno y barato. Tanto que se ha convertido en el nuevo brebaje oficial de la numerosa compañía. Pero no solo concelebró con bebida. Los dulces prenavideños completaron la sorpresa. “Voy a echar un polvo...rón” sentenció un avezado experto en gaitas, dulzainas, grallas y danzas diversas. El personal lo acompañó y vio que eran buenos. Los cánticos demostraron que el homenajeado se lo merece y se conserva un perfecto estado de revista. Para ello han tenido que transcurrir 50 años bien invertidos. A ver si la suerte nos acompaña, una vez esquilmados los bolsillos aún más recortados con tantas loterías, luminetas y sorteos varios.
Pero no todo salió bien. Alguien aprovechó la multitud para fijarse en una mochila ajena. Fue capaz de apropiarse de ella, y eso que había cámaras. Pero ya se sabe, Murphy es un buen aliado del tradicional espíritu de este país y cuando las cosas deben funcionar, pues no. Una Grmana fue la víctima, como podíamos ser cualquiera. Y vienen a la memoria las anécdotas que cuenta nuestro más empedernido visitante del Camino de Santiago. Su profusión de detalles delatan que hoy los salteadores del Camino siguen ahí. Y para muestra, un botón. O dos, pues a él los amantes de lo ajeno también lo “limpiaron”.

Os dejo porque, como alguien dijo en Twitter: “ Mañana hay que hacer tantas cosas que hoy quiero que sea ayer”


Terrassa, 4 de diciembre de 2011


Evaristo

martes, 1 de noviembre de 2011

El mensaje de los cerezos Sakura, también en nuestros otoños

Los japoneses nos sorprenden cada año con sus pleitesías, celebraciones y espiritualidad en torno a la flor de los cerezos Sakura. Cada primavera las televisiones les guían sobre la evolución de unos árboles que despiertan y regalan emociones. El festival de Hanami es más que una fiesta. Es una manifestación más de la cultura de un país que se rinde al paisaje blanco, a una flor que reafirma lo efímero de la vida humana. Una tradición, una forma de ver la vida, un culto lleno de fiesta, ritos y miradas.
Por estas latitudes nuestras también emocionan los árboles en flor. El valle del Jerte, en Cáceres, no es nuestro Japón extremeño pero sí una manifestación sui generis de otro tipo de turismo: blanco, rojo y comestible.
Más cerca a las fechas actuales,  Halloween se impone a los cementerios, las brujas a los muertos, las celebraciones de los vivos que se ríen de los muertos a los vivos que lloran sus difuntos. Cambios culturales, sibilinas imposiciones de otras culturas, evoluciones naturales al son del que la toca más alto y más fuerte. Las brujas rebajan la importancia de los muertos y alegran las supuestas penas,
En medio de todo,  nuestros Sakuras otoñales los tenemos aquí al lado. Parques, calles, bosques, campos brindan una gran riqueza cromática con multitud de matices de hojas que pronto se convertirán en una gran alfombra. Si abres los ojos y observas uno de estos árboles, quizá te evada de las cotidianidades perversas, el espíritu zen te ilumine, te ayude a recomponer pensamientos importantes que pueden ser tan trascendentales  como la caída de una hoja, te demuestre que un matiz estético de cualquier hoja vale más que mil problemas.
Sólo se trata de mirar al trasluz una hoja y darle la importancia que se merece.

domingo, 24 de abril de 2011

Tuits desde el Camino a Santiago 2011

Desde el 16 al 20 de abril, ambos incluidos, un grupo de GRMANIA recorrió cinco etapas del Camino de Santiago. El inicio, donde quedamos el año pasado: en Puente La Reina (Navarra). El fin, hasta el año que viene: Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).
Twitter me descubre cada vez más posibilidades, sobre todo por las personas de las que aprendo con sus recursos y enlaces seleccionados. Yo también intento participar, aunque nunca al nivel de las personas a las que sigo. ¡Saben tanto! Os ofrezco algunos de mis comentarios que escribí a mis seguidores, surgidos antes de comenzar el Camino y durante las cinco etapas recorridas y vividas.
Total: 140 caracteres no deben hacerse muy pesados. O, por lo menos, eso espero. Tratan sobre temas como la educación, la innovación, las TIC, la publicidad, el Camino.

@EvaristoG en Twitter:


Es curioso cómo a veces las nubes no dejan ver el cielo. El exceso de información deforma la realidad y enmascara mentiras y verdades.
..............................
Cuando las TIC se quieren introducir en las aulas, las autoridades o las sacan o las moldean. Mientras, los alumnos las usan sin descanso.
...........................
¿Por qué lo que pasa en el mundo no pasa por las aulas? La escuela sería más creíble. ¿El mejor currículum?: la vida tal como suena.
.........................
Llevo un tiempo observando que muchos hombres llenan los gimnasios mientras muchas mujeres se forman estudiando.¿Posibles consecuencias?
.............................
Ayer hablé con un pastor de ovejas. El oficio se pierde. Aprendí con él más que en todo el día. Es una pena que desaparezcan estos maestros
...............................
Hoy enseñar y aprender parecen la misma cosa: cada día las redes te agilizan las neuronas si te dejas.
...............................
Es indignante que el Indignaos aquí no mueva a quienes pagan la crisis.recortan y suben todo,lo justifican y nosotros: individualistas. Calla.
...............................
El márketing alimentario nos engorda más que el contenido de los alimentos que promociona: comidas gaseosas en cuerpos rollizos.
...............................
Volvemos con el opio del pueblo: cuatro partidos de fútbol:recortes en sanidad, educación, TIC y casi nadie se indigna.14abril:significados
..................................
¿Cuántos de los expertos que hablan de TIC y educación están pisando un aula cada día y viendo lo que pasa allí con las TIC, innovando?
.....................................
La independencia también es dependencia. Y todos dependemos de todos, pero con las Tic depender es compartir y aprender
.....................................
Emprender, comunicar, innovar, crear: con las TIC son verbos como para que su conjugación fuera una obligación en los centros educativos.
........................................

En las cajas de cereales Chocapip promocionan un juego con Realidad Aumentada. Desayunar y aprender con las TIC antes que en clases.
.........................................
"Cuando el mundo se derrumbe,hazte emprendedor":Dicho por Pau García-Milà, de eyeOS, hoy en el diario La Rioja. Yo por el Camino de Santiago
..........................................
El Camino de Santiago es una gran red en que la suma de muchas realidades deja huellas si te abres al entorno. No te cambia si no quieres.
.........................................
En el Camino de Santiago, ahora abundan mucho más las mujeres que los hombres. Una vez más nos superan. Y van...

........................................
Si el C.de Santiago nos demuestra que nuestro mundo cabe en una mochila, podemos prescindir de muchas superficialidades que nos atan
.........................................
Una persona en el Camino dijo hoy: "El Camino de Santiago es el reflejo de nuestra vida"
...........................................
Hoy dejo el Camino a Santiago:122 km de una red de redes alimentada por muchas pisadas que sostienen objetivos diversos. Es la vida de paso
............................................
Nos enteramos de lo que pasa pero no sabemos lo que está ocurriendo” (Ortega y Gasset): los docentes hemos de ayudar con y sin TIC.
.................................................
"Nadie lo sabe todo, todo el mundo sabe algo, todo conocimiento reside en la humanidad" (P. Lévy, 1997)

Twitter:
@EvaristoG

martes, 19 de abril de 2011

Octava etapa del Meridiano Verdre, entre Collformic y Cànoves i Salamús

Especies vivientes en la primavera del Montseny


Grmanos y GRmanas


En este macrocosmos que es GRMANIA, recibir a personas nuevas en el mundo excursionista es causa de gozo general, y más cuando han venido con el visto bueno de reconocidos miembros del grupo. O sea, han pasado por una selección previa o cierto “control de calidad”, con el consiguiente visto bueno. Así acrecentamos las especies vivas que poblamos esta agrupación. Bienvenidas sean. Y un recuerdo para los ausentes, pero en especial para un miembro destacado que ahora le toca trabajar (¡y qué trabajo!) los fines de semana y que seguro que nos acompaña desde la distancia. Una persona que es símbolo de todo un ejemplo vital, uno de tantos héroes anónimos sin los cuales el mundo no funcionaría. ¡Qué ejemplo!

Estampas

La luz del amanecer descubría conceptos urbanos que con la noche quedan etéreos y por el día, con el ajetreo, los ignoramos. Si a eso le sumamos el tamaño de una luna llena enorme, la postal despunta con los reflejos de la incipiente luz en las chimeneas de otros tiempos, monumentos aún erectos que hacen conjunto con la verticalidad de edificios hospitalarios, bloques de pisos y...al fondo, La Mola.
El repaso a algunas novedades descubrió que ya se sabe quién es el padre de la novia pero prevalece el respeto al anonimato.
Pero lo que causó impresión fueron esas vidas licenciosas de gentes que pasean su humanidad por debajo de transparentes y paradisíacas aguas, sin tener miedo a tantas especies como por allí pululan. Paraísos submarinos que se completan con viajes diversos aprovechando semanas blancas y la condición del funcionariado de la enseñanza en épocas de vacas muy flacas. De los tiburones (con o sin tíos) se pasó a quienes aportaban incógnitas literarias para descubrir el destino: “Una ciudad a la que llegan los aromas de sus aguas atlánticas, los cuales se huelen en entornos peninsulares de aire antiguo, de otras épocas. Una capital bañada por el Atlántico”. O quienes aportaron símbolos casi prohibidos para reconocer el sitio: puros humeantes enrollados en islas afortunadas, con casas coloniales de indianos y enormes barrancos. O aquel mozo que quedó prendado de un museo del ejército en ciudad isleña pendiente de bodas reales. Claro que hubo una minoría que no olvidó referirse al espíritu japonés ante los desastres, el valor del grupo en vez del interés personal, el confucionismo y hasta el sushi. Algo tendrá un pueblo que ha sabido sobrevivir a múltiples desastres y es capaz de proclamar como fiesta nacional el reunirse un día al ñao alrededor de los cerezos en flor, en acción de gracias a su belleza (suspendida, por cierto, la fiesta que tocaría celebrar ahora por los motivos que todos sabemos).
En medio de todo, la estampa capilar que casi creó tendencia de pasarela fashion fue una gorra con colores chillones, la cual resguardaba un cerebro muy acostumbrado a contar historias y a aportar enseñanzas.

Floras y faunas

Si en la anterior etapa la flora estaba dormida y cubierta por la nieve, ahora la vegetación parecía despertar aunque con tranquilidad. Sobre faunas humanas, el otro día iban preparadas para las nieves pero hoy, los estratos eran diversos hasta llegar al fenómeno último del díaen un bar: los recortes, señal de crisis, de marcar tendencia, de adelantarse al buen tiempo o de descubrir para animar.
Collformic fue el punto de salida, a 1.150 metros. Ya otros bajaban veloces por la carretera en indumentaria de corredor de montaña. También las bicicletas asomaban sus manillares (¿dónde estaría la holandesa del otro día? Se preguntaba alguien con curiosidad se supone que no libidinosa). Mientras, la zona del restaurante fue el punto de salida. Suave subida por pista forestal con vistas al amplio valle del pueblo de Montseny, la nieve detrás y al fondo el Pla de la Calma. En la zona había una encrucijada de rutas muy bien señalizadas con postes verdes: GR 5-2, Matagalls-Montserrat, Ruta de Verdaguer y Meridià Verd. El avance tranquilo se completó en la zona más alta, donde el desayuno se consumó en un entorno con amplias vistas, suave brisa, buen vino y alimentos variados. Mientras un grupo tomó asiento en el suelo, una mayoría prefirió comer y beber a pie firme, con la mirada no perdida en el paisaje sino fijada en el condumio y en la bebida.

Bajadas

La continuación de la marcha sorprendió son dos informaciones sobre el terreno: un letrero llamado “El Vilar de la Castanya”, CUP 54, propiedad de la Generalitat, en el Brull, una finca ordenada, con vegetación diversa y amplio mapa incluido en el cartel con membrete de la máxima institución. Mientras este cartel debió costarnos a todos un buen estipendio, la otra señal era más rudimentaria. Para indicar que un amplio camino tenía franquedao el paso, habían colocado un largo tronco en forma de V muy abierta, procedente de un seco árbol, en posición cruzada a una altura respetable. Una señal barata y muy ecológica, sin patrocinios oficiales. Más adelante, en una zona alta y sin vegetación, una verja metálica protegía la rehabilitación de una cabaña que parecía de pastores, de forma redondeada y fusiforme, construida con piedra por fuera y un sostén de madera en su interior. No tenía cartel . Una labor loable para conocimiento de las nuevas generaciones. Se llamaba la Casa Nova de Vallforners, a 1.293 metros.
La suave bajada inicial nos condujo a otra rehabilitación esta vez con cartel informativo. Se trataba de la rehabilitación del corral de Vallforners, en Tagamanet. Un trabajo dentro de la reserva de la biosfera con varias instituciones implicadas y más de 58 mil euros de valor. Otro monumento al trabajo del pastoreo. Pronto aparecieron los primeros estratos de vegetación de altura: las hayas y los abedules aún desnudos y sin asomo de la actividad de la savia. Ahora la bajada empezaba a ser pronunciada y pedregosa, con el rumor de un arroyo que caía con gran fuerza y ciertas figuras que se veían subir en dirección contraria. Eran ciclistas de figura estilizada que ascendían con gran esfuerzo, después de remontar una pronunciada subida: la que vamos bajando poco a poco. El resoplido del trabajo no impedía que respondieran al saludo y apreciaran la consideración que algunos teníamos a su enorme esfuerzo tan de buena mañana.
Bajar, bajar ya en medio de vegetación que brotaba. Más agua en el arroyo y también en el camino. Más ciclistas que empezaban a ralentizar las fuerzas para afrontar las rampas. Algunos aparentaban una figura más redondeada, una especie de personal joven que ama la bicicleta y afrontaba un buen reto un sábado por la mañana. También admirables por su voluntad y esfuerzos. Mientras, los saltos de pequeños torrentes pusieron a prueba lo que un mozo del grupo dijo: el nivel de patosidad o de pericia para no mojarse. Él se mojó.
A medida que la bajada se suavizaba y daba lugar al principio del valle, se llegaba al pantano de Vallforners, a 548 metros. De lo que se deduce que el esfuerzo hecho se empezaba a notar en las rodillas. El enorme chorro del desagüe y el camino debían formar parte del atractivo de esta zona del Montseny. Y nuevas especies humanas aparecían: las parejas interculturales de paseo, la infancia al lado de sus familias, la vestimenta y calzado urbanos que se enfrentaban a territorios diferentes. Las gentes que saludas y ni te responden. Y las diversas motorizaciones que ya se hacen notar: motos, todoterrenos y otras especies con ruedas. Y los perros atados que tiraban de sus amos, que los paseaban o bien que eran paseados. Hasta llegar al origen del paseo, donde una amable informante de la Reserva de la Biosfera desplegaba sus manuales informativos en un lateral de su vehículo. Informa, sonríe, se interesa por el grupo de caminantes y se despide con el mayor halago del día, dicho por aparente convencimiento: “Hasta luego, jóvenes”. Los dos mozos y la moza de aguas submarinas se volvieron y le agradecieron el piropo.

Lucidez

El camino seguía por una amplia pista. Olores a comida recreaban el olfato, procedente de un cercano restaurante, la brasería Canel.la, situada cerca de un vivero de plantas. Árboles situados en filas, plantados en recipientes negros de plástico, alineados hasta el fondo, diversas especies vegetales cultivadas y atendidas por alguien.
De pronto, un joven magrebí se acerca veloz y conversa mientras se dirige a Cánoves i Salamús. Gran lucidez y sentido común. Explica su vida, su trabajo en el vivero y en otras casas de labradores y gentes pudientes, su satisfacción por la ocupación que tiene, por el ambiente y por el trato recibido en este país, aunque el oficio sea duro. Una lección de alegría cuando la crisis y la inestabilidad campa a sus anchas entre casi todos menos en el funcionariado (de momento). Y decía que hay gentes en este país que tienen sueldos fijos, que trabajan en ayuntamientos y otras instituciones (él lo había hecho en brigadas de obras de varios municipios), felices por no preocuparse por la inestabilidad laboral. Y le hablaban a él de lo mal que está todo. Que no trabajan los fines de semana, llevan hasta dos sueldos fijos a casa y se permiten el lujo de hablar de crisis ajenas cuando ellos seguirán cobrando al fin de mes y no los echarán de su trabajo. Él decía que los veía en la televisión, bien lavados, bien alimentados dando consejos. Quien escuchaba le daba la razón y no podía menos que callarse por sentirse afectado de pleno, reflexionar ante sus pensamientos y sentirse demasiado afortunado ante la que está cayendo. Y pensaba en tantas gentes Grmanas y de fuera que podían verse aludidas (si querían), que hablaban de crisis ajenas sin conocimiento directo de la causa en sus propias carnes.

Recortes

Ya en el pueblo de Cànoves i Salamús, uno de los lugares de esta Reserva de la Biosfera del Montseny que debería tener otro cartel institucional a la fuerza es el bar La Terraza. Sin duda, como para ser objeto de ayudas públicas para reflexionar sobre modos, maneras, trato y espíritu de servicio al cliente. Una vez acomodado el grupo en mesas exteriores, quien debía atender era persona inquieta, precipitada y con un sentido del negocio ciertamente peculiar. Libreta en mano, esta especie humana intentaba imponer sus normas disciplinarias a sus nuevos clientes. Pide, ordena que se atienda sus demandas, que uno se adapte a sus maneras, exige rapidez, amenaza con no atender, se queja por tener abandonados a sus clientes fijos, se hace un lío en el servicio, se le ayuda en su nerviosismo. Mientras, quien sirve pasea por entre las mesas con ambiente primaveral. Debía ser un reclamo estacional o una señal evidente de los recortes textiles o responder a esa libertad personal. Pronto la vista de la clientela se fijó en su imagen exterior y en su decisión en cuanto a vestimenta interior, expuesta al público. Podía ser un anuncio veraniego, una promoción de la nueva moda que vendrá, una interpretación personal de la estética, nuevas tendencias respetables que forman parte del ser de cada uno. Qué prenda era o qué sexo tenía quien la llevaba son cuestiones que sólo se pueden despejar acudiendo a este bar.
Por si todo fuera poco, le exigió a uno de sus clientes fijos que bajara los dos escalones que faltaban de su escalera exterior que daba acceso al local. Estaba fumando fuera y le aplicó con dureza su peculiar normativa vigente: allí se fuma de esa manera y las escaleras al aire libre también están libres de humo.
Menos mal que en el día de autos se celebraba la onomástica de quien allí mismo tuvo detalles impagables. Junto con su mujer nos sorprendieron con tartas de fabricación casera y buenos vinos. Ellos sí que demostraron mucho más espíritu de atención, amabilidad, servicio y detalles a la comunidad que quien sirve en el bar La Terraza de Cánoves y encima cobra las consumiciones. De eso debe vivir.

Ante panoramas sociales tan variopintos y especies tan diversas en esta Reserva de la Biosfera que es el Montseny, acudamos a quien de filosofía sabía mucho:

Nos enteramos de lo que pasa pero no sabemos lo que está ocurriendo”
(Ortega y Gasset)



Evaristo

Terrassa, 3 de abril de 2011

domingo, 13 de marzo de 2011

Séptima etapa del Meridiano Verde, entre Viladrau y Collformic por la cima del Matagalls


El “blanco” de todas las pisadas


Grmanos y Grmanas,

Perspectivas: muchos desniveles, miradas, pisadas, kilómetros, subidas, bajadas, estancias, resbalones, mojaduras, fotos, primeros planos, perspectivas, marcas de la Matagalls-Montserrat desgastadas, marcas recuperadas, nuevas marcas, cruces, casas abandonadas, perros enormes, más cruces, más tamaños, troncos huecos, figuras humanas en los troncos, robles, castaños, hayas, abedules, fuentes, bolas de nieve, confusiones, hielos, blancos, grises, marrones, el cielo, el horizonte, bastones, polainas, frutos secos, buffs, gorros, guantes, agua, vino, cerveza, cafés, infusiones, idas y retornos. Mucho desnivel acumulado.
Y...¿quién es padre de la novia?


Matices
Media hora más tarde de lo habitual, el grupo se preparaba para saborear muchos significados de más palabras que las anteriores pero sobre el terreno, sobre los cuerpos y sobre un ambiente invernal: desniveles positivos y desniveles negativos con su esfuerzo correspondiente. Unas montañas como las que forman el Montseny eran capaces de ofrecer paisajes sorprendentes, más propios de otras cordilleras si no fuera porque esta montaña es especial. Tan cercana a las multitudes y tan agradecida como para sentir la profundidad de las estaciones a pocos kilómetros de casa.
Antes de llegar al inicio de la etapa, Viladrau, la luna llena se reflejaba en ese gran parque del ocio del Vallès, con matices dorados diversos, reflejos de edificios con una muy cercana caducidad. El sol anunciaba su presencia y anulaba esas tonalidades que hasta decoraban la moderna casa de justicia de la ciudad, situada en un cruce de caminos como si fuera una metáfora de tantas posibilidades como cualquier asunto turbulento puede dar ofrecer.
La claridad dejaba al descubierto la capa más temprana del mundo al alcance de los ojos. Claridades cercanas y relieves lejanos. La serpenteante carretera discurría en medio de zonas industriales momentáneamente en declive, hasta llegar a la altura de un punto llamado “Cuatro Carreteras”. Cuatro eran cuatro y.. a la derecha, tierras de campeones de motos, de fuets, leches diversas, industria maderera, y aguas. Y también heladas con tonalidades blancas. Un manto que apareció por sorpresa y que fue la señal de presentación de Viladrau, a 824 metros sobre el nivel del mar (importante el dato), con el Centro Cultural Europeo de la Naturaleza.

Pistas
Muchos caminos, muchas pistas a ambos lados pero siempre la mejor pista la selecciona el mejor guía. La calle Matagalls es la orientación de salida del pueblo: un dato obvio. Pero el guía, siempre en primera línea, con cachivaches tecnológicos variados, nos conduce hacia las alturas y es capaz de dejar confundir a quien se aparta de sus instrucciones. Allá arriba se ve Sant Segimon. Parece inalcanzable en las alturas, flanqueado por nieves y árboles desnudos. La barrera montañosa de las alturas del Montseny está bien nevada.
Se deja una planta relacionada con la licuación de vegetales, fuentes protegidas por arcadas de piedra, más casas bien conservadas, con arcos que sirven para el avituallamiento del grupo. Nos referimos, a 877 metros de altura, a la Mare de Déu de L'Erola. Curioso lugar con una reseña en una puerta a nombres de personas, divididos en dos apartados: L'Erola y L'Arola. Días después, alguien que nació aquí concretó quién es el propietario de estos dominios. Ya es la tercera generación de militares de alta graduación la que campa por zonas bajas y altas de esta montaña. Más abajo de la ermita tienen su refugio de élite: una enorme fortaleza desde donde controlan tantas tierras, incluido Sant Segimón (dicen las fuentes).
Y, pronto, el camino se enfila en suave ascensión inicial por en medio del bosque. Ya a 850 metros, Can Bosc. Castaños enormes flaquean la subida. Algunos, con oquedades interiores aptas para refugiarse hasta personas humanas. El nivel de vegetación pronto dará paso a otras especies. El Oratori queda a la derecha, a 1.088 metros. Aparecen las hayas y la nieve a los pies. Las vistas al valle son muy abiertas y tan amplias que por mucho mirar no es fácil verlo todo. El ascenso ya deja ver Sant Segimon, a 1.222 metros pero no se visita. La bifurcación sirve para hacer fotos, recibir de forma amable (con bolas de nieve incluidas) a quienes llegan hasta aquí después, para pisar el blanco manto con fruición. El indicador anuncia Collformic y se observan puntas aéreas. Una es la torre de la iglesia de Sant Segimon. La otra, unas cruces situadas a la derecha del camino, con amplias vistas y suficiente espacio como para fotos de grandes grupos. Es la pasión por la cruz, por retratos simbólicos llenos de matices, por rastros generacionales que llenan el paisaje de creencias ancestrales.

1.697 metros
La cruz (no, una no: tres en una) sirvió para decidir si se dejaba el camino inicial que conducía a Collformic para degustar el placer de subir a la cima del Matagalls, lleno de nieve. Decisión aceptada y aplomo para afrontar el reto. El guía: siempre pendiente de posibles pérdidas. Dos individuos que no le hicieron caso y pasaron delante tuvieron que pagar sus culpas y retroceder, ante cierto escarnio público.
Pisar la nieve tiene buenos efectos y una sensación de frescor interior que luego a veces la salud lo paga con creces. Pisar, correr, descargar adrenalina. Un atleta bajaba veloz buscando un instrumento tecnológico que se le pone a la zona delantera de la zapatilla de montaña, para asegurarse el avance en la nieve. Alguien apunta a que correr es el tantra de los occidentales. Los caminos se abren hacia la cumbre y se confirma que no estaremos solos. Poco a poco los humanos vemos que nos repetimos, pisadas diversas de quienes ya bajan del reto. En este caso, subimos poco a poco. Pasados los descampados donde las ovejas se juntan en épocas estivales, los rastros de las pisadas conducen hacia el fin. Una nueva fuente, la fuente Matagalls es un buen punto de concentración de una gran parte del personal. Agua fresca, nieve, árboles y cada vez menos camino hasta el final.
La font dels Cims es el anticipo de la cruz definitiva. Pronto llega, muy bien rodeada por excursionistas que han tenido la misma idea que nosotros. La cima está muy solicitada para fotos de grupo. El símbolo de la cruz se junta con el Matagalls, con banderas, inscripciones, puntos geodésicos y vistas fantásticas. El ojo digital ya es capaz de percibir más que el humano: la biónica al poder. Las composiciones dependen del arte de quien enfoca. Hasta perros San Bernardo se suman al turismo de alta montaña. Todo bajo la gran cruz.
La cara de satisfacción de tantas personas como allí había significaba un gran reto y una ocasión que había que aprovechar. No siempre se daban estas circunstancias, con los Pirineos nevados al fondo mientras tú también pisas mucha nieve. Aquello no era un desafío extremo pero puede que se convirtiera en un reto hasta ahora no alcanzado y que significada mucho para la autoestima personal.

Resbalones
Al subir ya se veían descoloridas marcas de la travesía de la Matagalls a Montserrat. Ahora, estas marcas siguen hacia abajo por una ruta ya abandonada por la organización actual. El imperativo legal protege las agresiones de tanta multitud al medio ambiente. O eso dicen. Ahora el reto es cómo poner el pie, cómo clavar los bastones (hubo quien rememoró los bastones de Atapuerca con el uso de un palo de grandes dimensiones) qué pasa si se pisa más con la punta que con el talón, o si se pisa esa piedra brillante, o ese barro, o la nieve de color marrón, o ese hielo que apenas se ve. Y si es mejor retener el peso con los cuádriceps o dejarse caer (pero sin caerse). Poco a poco el falso tobogán descubre que se baja una montaña pero aún viene otra. Y después ya otra más baja. Así hasta el final, mientras hay grupos anónimos que comen sentados en el suelo, otros suben y nosotros ya casi estamos al final. Es ese punto en que los recuerdos de la Matagalls-Montserrat señalan que de aquí parte la travesía cada septiembre.
Es momento como para esperar al resto, mientras un equipo de ciclistas profesionales enseña la naturaleza de los cuerpos de Holanda que se entrenan por estas tierras: muchachos jóvenes que corren y una joven que conduce la furgoneta de apoyo. Es un buen momento para pedir prestado el título de una película para despejar incógnitas.

¿Quién es el padre de la novia?
Pocas personas caminantes se dieron cuenta de la pregunta del día. Tampoco se quiso difundir ni efectuar un rastreo profundo, por si acaso. Resulta que un joven aguerrido “en edad de merecer”, buen nadador y de buen aspecto físico le dijo a su padre que mantenía cierta relación sentimental (o estaba en proceso, o lo intentaba, o ya la había consumado) con una joven cuyo padre había tenido o aún tenía relación con GRMANIA. Pero el hijo no le dijo al padre ningún dato que pudiera identificar al otro padre. Por tanto, la incógnita es muy significativa. Si la relación cuaja y sigue adelante, en un futuro puede que haya otras celebraciones a la vista. Aún no hay respuestas para la pregunta. Se pide la colaboración de aquellos padres Grmanos con hijas “en edad de merecer”. Se les invita a que las observen por si pueden aportar pistas para resolver el enigma y saber quién es el padre de la novia.

El “reservado”
En estos pensamientos estábamos los menos cuando se imponía otro reto: buscar cobijo a cubierto para recuperar fuerzas. Hubo varios intentos pero los lugares no podían dar cabida a tanto público de bocata y similares. Hasta no quedó más remedio que recurrir a ese bar añorado en Aiguafreda, pueblo en donde hubo acogida de perros en otros tiempos.
El espacio estaba libre, sólo reservado al mejor postor. Un espacio para almacenes diversos, con mesas y sillas variopintas. Pero ante la necesidad pronto cambió de aspecto, apareció una estufa, se acomodó el personal bajo la atenta mirada de dos cabezas: la disecada de un jabalí y la real del camarero. Una dama dijo no ser capaz de subir su temperatura corporal. Hasta que aparecieron un bombones rellenos de licor y todo se consiguió.
El camarero trastoca las costumbres más tradicionales. No hay duda: hemos de abrirnos a los cambios en el sector de la restauración. Bienvenidos sean. La lentitud inicial para acomodarse en las sillas de plástico de orígenes diversos dio paso a la parsimonia del barman, con libreta y mandil. Fue capaz de tomar las primeras notas de alcoholes varios. Después los trajo y se aclaró en el reparto. Pero lo bueno vino al final.
Después de los postres, vuelve a tomar nota pero aquí introduce los cambios más significativos. Observa que en el grupo aumentan cada vez más las manzanillas, poleos, mentas y tilas. Por tanto, primero satisface a estas hierbas, una circunstancia sociológica que las mentes más sesudas del grupo empiezan a analizar: de la cerveza se deriva a la clara, del buen vino al peleón de la casa, y lo que antes era lo propio, o sea, empezar a distribuir los recios cafés solos, estos ya se sirven al final (ya pasó a la historia aquello del café solo bien cargado, la copa y ¿el qué...?). A alguien se le ocurre preguntar al cobrador del grupo si el presupuesto daría para ni tan siquiera oler un chupito. La respuesta fue fulminante, y más cuando el tema de conversación eran las restricciones que el gobierno de los mejores provocaba en la enseñanza. En éstas, el solicitante de unas gotas de alcohol fue inmediatamente satisfecho por la petaca modelo Tovarich. La calma le entró por el paladar y satisfizo la imperiosa necesidad etílica. No obstante, este individuo venía con aires transgresores y por poco provoca un lío. Como encima de su cabeza estaba colocada la del jabalí, no se le ocurre otra cosa que fabricar un cilindrín modelo cigarrillo artesano con servilleta de bar. Y pretendió colocárselo en la nariz del animal. Y lo consiguió. Si lo hubiera encendido, no se sabe cuántas normativas medioambientales y humanas hubiera infringido.
El resultado final de una etapa con la nieve como el “blanco” de todas las pisadas: 1.000 metros de desnivel positivo, 500 negativo y cerca de 15 km. andados.
No está mal para estos tiempos, una época en que quizá haga falta hacerle caso a Stéphane Hessel, ese admirable anciano francés con una biografía de vértigo, autor de las apenas 50 páginas de un libro éxito de ventas en Francia titulado “¡Indignaos!”, un breve texto que acaba con esta frase:

Crear es resistir.
Resistir es crear”

Terrassa, 8 de marzo de 2011
Evaristo



domingo, 6 de febrero de 2011

Sexta etapa del Meridiano Verde, entre Sant Julià de Vilatorta y Viladrau

El agua y la cerveza del Montseny, ni a temperatura ambiente

GRmanos y GRmanas

Pocas cosas como el clima para saber si uno de esos líquidos que se beben está a temperatura ambiente o no. Por ello a menudo los frigoríficos ayudan al placer de saborear con deleite el brebaje de turno. Pues en esta ocasión no hicieron falta las neveras. Ese agua tan afamada, procedente de una montaña esquilmada, agujereada, saqueada por las multinacionales de turno, no se podía beber a temperatura ambiente. El exterior era gélido y el líquido elemento (purificado, tratado ya con ozono, potabilizado, envasado con bouquets específicos de cada marca) a diez grados bajo cero estaba demasiado sólido. El agua del Montseny que corría por esta etapa del Meridiano Verde no estaba en sus mejores condiciones.
Y qué decir de ese otro nuevo invento, una cerveza con nombre de esta montaña que se elabora en sus estribaciones. Otro producto más, de gran calidad, artesanal (¿qué no se denomina así hoy día? El marketing manda), imposible de beber en la calle a la temperatura que dice el envase: entre 8 y 15ºC. Por tanto, la cosa iba de líquidos en un ambiente glacial. Una etapa como para no sudar.

Capas

El personal había interiorizado muy bien los mensajes meteorológicos y tenía muy claro aquellos versos que a alguien, en su etapa de escolar, le valieron una reprimenda. Al final los tendréis. Sobre fríos hay muchas clasificaciones, observables en la etapa: frío real, interno, externo, psicológico, grupal, de carácter y el último: frío mediático. Es aquel al que hay que creer porque, aun siendo cierto, todos lo sentimos a base de repetírnoslo hasta la saciedad. El frío ya ha salido de los ascensores y es un tema recurrente en invierno.
Uno de sus efectos inmediatos fue la teoría de las capas llevada al extremo. Tanto a la hora de subir como de bajar del autocar, hubo cuerpos más disimulados que si de un burka se tratara. Ni los ojos asomaban. O sea, hacía frío a diez bajo cero.
Lo que sí se veía era el potente GPS de un guía demasiado programado, que horas antes había acabado una etapa nocturna en bicicleta. El muchacho es incombustible. Ya pensaba en el ascenso a un pico al día siguiente. Igual que otro, que presumía de su hazaña bien entrenada en la media maratón de la ciudad. El trote en las alturas granadinas le encumbró su ego competitivo.

Más sobre temperaturas

Aparte del tiempo invernal, existe un fenómeno que ya comienza a ser estudiado. No se trata de que en la zona de atrás del autocar haya que poner ropa de abrigo para subsistir. Pero se ha observado cómo una persona que antes dormitaba plácidamente en la zona de atrás ha desparecido. Se ha situado en zonas intermedias y bien cerca de alguna persona de sexo opuesto. Quizá sea por el placer del calor o por la fluidez conversacional sobre temas con más temperatura. No obstante, a lo largo de la etapa se vio cómo este desplazamiento ya provoca sus bromas (y las fotos hechas así lo delatan), dentro y fuera del habitáculo motorizado.

Bifurcaciones

En pocas etapas como ésta ha habido más caminos que se separan. El plano estaba lleno de una realidad apta para confundirse. Pero no. Con el guía actual, difícil. Ya se pierde el placer de la duda, del debate, del comentario jocos. Demasiada seguridad contra el volver atrás y quitar galones a quien interpretó mal los signos gráficos. Parques de las siete fuentes, ruinas del castillo de Bellpuig, paso superior por encima de un túnel de l'Eix Transversal, terraplenes y pequeña subida para divisar el paisaje. Un camino lleno de piedras en forma de losas, donde confluye el GR 2, por donde pasa la marcha Rupit-Taradell.

Cantinela

Llegados a este punto alto, el guía tuvo que repetir hasta la saciedad el nombre orográfico del horizonte. Venía alguien y empezaba con lo del santuario de Bellmunt al fondo, el Puigmal, sierra d'Ensija, Cadí, Pedraforca....Acabó extenuado con tal recitado de tantos nombres asignados imaginariamente a puntos geográficos lejanos. Se desconoce qué quedó en las mentes de los escuchantes.
Lo que sí se identificó pronto fue el santuario de Puig-L'agulla, lugar donde se concelebró por Navidad. Hasta hubo quienes se imaginaron fuentes de embutidos en las mesas exteriores y máquinas de cafés a tida marcha. El cartel te invitaba a esperar hasta tres días después, día en que volvían de vacaciones. Y no era cuestión, allí a la sombra y a unos grados bajo cero. O sea, subida y búsqueda de zona ancha y al sol para reponer fuerzas. Se encontró en un recodo de la ancha pista. Mientras, siempre pasa lo mismo: se observa un desperdigamiento del personal a la búsqueda de lavabos diversos. El frío reinante desató la imaginación masculina y hasta hubo propuestas tecnológicas de última generación: cómo encontrar el apéndice para la micción cuando queda reducido al ridículo. Desde un hilo conductor hasta el uso de supuestas pinzas reconocedoras, un concurso de ideas cuando el quién te ha visto y quién te ve sorprende.

Marcas

Después del vaciado de viandas, saciados los gaznates con el vodka original de Tovarich, paladeados los vinos perfumados y degustados los matices de chocolates diversos, el camino no ofrecía dificultad alguna. Causaron honda sensación los recursos incónicos de las originales marcas. En un palo, una chapa de una botella de agua Viladrau era indudable que guiaba al destino final, cual rudimentaria flecha de dirección.
Mientras el camino discurría, hubo quienes deleitaron al escuchante con nuevas recetas de cocina. Otros profundizaban en los excesos del dueño del mayor harén actual. Hasta resucitaron oficios ya olvidados y, sin duda ahora no usados por el rufián y magnate italiano: el de palanganero.
La principal marca era la del frío. El sol apenas se atrevía a despuntar, mientras los árboles eran seres aparentemente muertos. Ausencia de excursionistas en los tramos medios y finales. Como casi siempre. Al principio, dos seres se entrenaban a saber para qué retos montañeros. Pronto unas antenas auguraban que el estino final estaba cerca. Y así fue.

Almas

El recibimiento del pueblo de Viladrau no pudo ser mejor. De aspecto señorial, un marco verde con buenas aguas, tranquilidad, reposo y paz. Nada más acercarse a la iglesia, el gran interrogante en un cartel: “¿Qué has hecho de tu bautismo?”. El enfrentamiento ante cuestión tan profunda y personal provocó muecas, dudas y quizá también pensamientos internos. El consejo episcopal diocesano venía en la siguiente frase, que apelaba a que seamos santos. Enfrente de este lema, había un viejo edifico con otro letrero al lado de su añeja puerta. Era el hogar de jubilados “la flor del Montseny”. Los allí presentes estábamos en medio de los dos letreros. Más allá, otro que anunciaba la artesanal cerveza del Montseny. Todo en las cercanías de la plaza mayor, donde resaltaba un gran cartel que decoraba una pared con el dibujo estereotipado de un abuelo y de una abuela: “Respecteu als avis que són la majestat del poble”.
Mientras los más terrenales se nutrían de cervezas, cocas, panes y otros manjares, el resto buscó un bar con solera y de los candidatos al premio de ahorradores hasta el infinito y más allá. Sorprendía con sus letreros en el interior, donde pedía que la gente trajera ya cargados los ordenadores portátiles y teléfonos móviles. También disponía de una estufa de las de antes en la zona central. Pero sólo tenía finalidades decorativas.
En lo que no se escatimaron esfuerzos fue en la celebración de los primeros cincuenta años de alguien cuyo asiento en el autocar ya casi nunca está libre. Entre arrumacos y carantoñas, las fotos dan fe de que se conserva muy bien, con vitalidad y siempre pendiente de sus trabajos profesionales. Tarta, bebidas espirituosas, dulces y buen ambiente hasta que hubo que salir del pueblo en dirección al autocar. No sin antes observar cómo en este pueblo se preocupan de sus recursos, de resaltar sus encantos, fuentes, ermitas, masías, rutas, espacios naturales y a tamaño gigante.

Pero el frío seguía y anunciaba una noche como para taparse. El invierno recordaba hechos de la infancia. Un momento en que un profesor pidió a sus alumnos que inventaran una poesía con alto valor literario añadido. Casi todos recibieron pescozones y pellizcos varios porque el tal profesor no vio arte en versos tan originales como éste:

El invierno es la estación de la manta,
pues mucho frío siento
y ciertamente no miento
que del frío nadie se aguanta
si no es con manta”


Evaristo
Terrassa, 6 de febrero de 2011