Cómo corregir la orientación con la desorientación
¿Alguna vez pensamos que una etapa en la vida a veces se parece a la vida en una etapa?
Literatura, creatividad, intimidades, cultura, orientación, comida, desorientación, bebida, propuestas, celebraciones, reencuentros, energías, puntos de vista...
Cuando se acercan las fechas señaladas para eventos literarios masivos, fijados para un día al año, la literatura corre por las venas hasta de caminantes avezados con trayectorias culturales muy consolidadas por los años. El día 23 de abril revive y se celebra cuando se puede con regocijos culturales que completan la etapa de aquel día.
La salida del recorrido, en Salo (a 620 metros de altitud), municipio de Sant Mateu de Bages, recordaba el paso por aquí hace algunos años y se ignoraba la controversia sobre el nombre: con o sin acento, fuente de inspiración de un ciclo narrativo, ambientado en un pueblo imaginario que es este. El final, en Camps, municipio de Fonollosa, a 600 metros de altitud. De la iglesia de Sant Pere i Sant Feliu en Salo hasta las variadas de Camps: Santa Maria de Camps, Santa Maria de Caselles. Sant Mamet de Bacardit y Sant Esteve de Camps (un respeto a los apellidos).
Abordajes
Cuando el personal se dirigía al punto de salida, este juntaletras fue abordado (sin previo aviso, sin saludos matinales de cortesía) por alguien con riquezas discursivas, léxicos rebuscados y propuestas interesantes, en un reencuentro gozoso. Días antes depositó en el buzón del escriba una joya que hacía tiempo no recibía: una carta manuscrita de su puño y letra dentro de un sobre, escrita con bolígrafo, con rúbrica original, cuyo contenido eran indicaciones y sugerencias literarias para iniciar el próximo curso andarín: versaba sobre aquella idea de agrupar literatura, comida, fotografías y, sobre todo, vida. En la etapa de junio se despejará la incógnita. Un nuevo libro después del poco éxito del propuesto en junio pasado.
El sujeto de la iniciativa es docto en muchas artes, declamador de rondallas, cuentista consagrado, formador de candidaturas a matrimonios como manda la autoridad eclesiástica, consejero espiritual de GRMANIA (aunque no parece que mucho personal necesite de sus doctos servicios apostólicos: en este grupo casi está en el paro, el personal no parece acercarse a menesteres tan espirituales) y persona muy preocupada por elevar el nivel cultural (ya muy alto) del personal. Su atuendo destacaba por sombrero de paja de ala ancha, mochila muy personalizada con diseño a la antigua usanza, con acopio de material literario propio y ajeno: recortes solo del diario casi oficial de la situación actual y fotocopias extraídas de colaboraciones en el mismo medio. Como este cronista parecía que no le demostraba que había leído la carta, reforzó su insistencia con los medios digitales: el correo electrónico. La realidad es que sí que había enriquecido su escasa sapiencia con la lectura de aquel manuscrito. Obtuvo respuesta electrónica y se le remitió a esta etapa, de ahí se supone que procedió la locuacidad matinal.
Incógnitas
Si cada etapa se cree que se sabe cómo empieza, nunca se descubre nada más allá que sea seguro y fiable. O sea, como la vida. He ahí la aventura dosificada, casi en estado semipuro. Y nadie se atreve a predecir cómo acabará, aunque se sabe que sí se llegará al final.
Quizá fuera por el encanto de lo desconocido o por abordar otros retos (si es que queda alguno), esta vez se dio un paso más: no se trajo ningún equipo de transmisiones. ¿Por qué? Quizá fuera para auscultar el sentido de la orientación, para ver cómo salir del entuerto o cómo tensar una situación en la que, a esta circunstancia, se le sumaba que este GR no tiene marcas, los cruces de caminos son variados y la primavera regala pasos descalzos por cauces secos el resto del año.
Pronto surgieron en varios móviles los traks bajados de wikiloc -que no coincidían ni con el supuesto trazado del GR ni con las interpretaciones-, quienes le hacían caso a lo digital mientras otro personal intuía marcas físicas o creía descubrir lo que no se veía porque no estaba. Y a eso se sumaba la poca inspiración del GRmano que cuando viene aporta seguridad. En esta ocasión, su sexto sentido no había despertado, había dejado el mapa de la etapa encima de la mesa y tenía que escuchar supuestas interpretaciones a la causa de tan inusual estado de la orientación, en persona a la que le caben todos los caminos de Cataluña en su cabeza. La orientación, por tanto, nació fruto de la lucha contra la desorientación. Como en la vida.
Formación
Quienes aún están cotizando y se desenvuelven laboralmente en el mismo entorno, a veces prolongan sus interesantes reuniones en el acomodo del asiento matinal y aleccionan a los ignorantes sobre cómo seguir formándose. Las maravillas previstas para adolescentes que se titularán en ciclos formativos dedicados a actividades deportivas y similares, parecían insinuar una adaptación a GRMANIA en un futuro no lejano. Esa juventud que aprendería con la hípica, socorrismo, natación, aguas diversas y más destrezas, podría provocar el nacimiento de una unidad formativa para este grupo: orientación práctica para llegar al final de cada etapa cuando las mochilas y los bolsillos van a tope de enseres, mapas y tecnologías pero cuesta consensuar por dónde continuar. Sería una formación para muy adultos, quizá con un reconocimiento oficioso cuando se demuestre que algo se ha aprendido. El título Máster aquí ya no llega ni a bono basura. En el camino de vuelta esos docentes también se llevaron ideas para promocionar esos estudios con metodologías comunicativas de gran impacto emocional. Después se verá. O sea, formación a lo largo de la vida.
Orientación
Camino adelante, después de senderos apenas sin esfuerzo, la orientación estomacal insinuaba al grupo que había que aportar energías al cuerpo. ¿Un lugar? Claret dels Cavallers, grupo de masías documentadodesde el siglo XIII perteneciente a Sant Mateu de Bages desde 1857. El grupo comía a la sombra de antiguas masías medievales, con la iglesia calle arriba, con retablos dedicados a Sant Pere el más grade y los laterales a la Mare de Deú del Roser y a Sant Isidre. Arriba, el castillo de Claret, el gran señor cuyos caballeros aportaron el nombre al lugar. Una tartana debajo de un cobertizo daba fe de que había caballos; unos excrementos, que pasaban por allí, y una hormigonera, obras. Los únicos habitantes (¿caballeros podríamos llamarles?) visibles en aquel momento eran un manso gato y su peluda madre (se supone).
Agua
Los arroyos obligaban a ensayar saltos fluviales, unos fáciles y otros con lavado de pies incluidos. Naturaleza explosiva, propia de una estación bien regada, con acuíferos llenos y el verde como forma y fondo.
La ablución en el último paso sirvió como prolegómeno para una dura escalada. La señal inicial indicaba que era una zona de pastoreo para la prevención de incendios. No obstante, se echaba en falta la habitual señal en carreteras de montaña, útil para conductores y, sobre todo, para ciclistas. Aquí sería de la siguiente manera: un tramo con pendiente al 17%, 611 metros al 22% y otro al 15%. Sudor, esfuerzo, camino sin visión final, cuando creías imaginarla había otra curva y la vista se perdía más arriba. La agrupación final suscitó comentarios diversos mientras se vaciaban los bidones de agua, miradas de soslayo para ver rostros exprimidos y alguna frase ambivalente, sin decir ni sexo ni quién la dijo: “No me mires así que vamos al reservado”.
Observatorios
Boixeda, Valentines, Roters, Cal Ferrer, Cal Ferreret, y letreros varios en un cruce con aires de derroches del lujo.
Hasta por aquellos dominios tan rurales de la Cataluña profunda llegaba el sonido de una expedición de coches Porche. La ostentación urbana en rostros lozanos, con colores de estar a la sombra, joyas, relojes de marca, sonrisa por el placer de ser visto y creyéndose admirados por el envoltorio, aunque muy desorientados si un coche no iba detrás de otro. Estaban fuera de lugar. Diversiones con libertad.
Al lado, el Observatori Astronòmic de Castelltallat, visitable siempre con cita previa. No así en el bar restaurante, que algunos caminantes visitaron antes de subir al autobús. Primeras cervezas y el recuerdo de cuando alguien hace años iba a comer a aquel antiguo restaurante, que era un añadido al comedor de los dueños. Hoy el local ya es otro.
Señales
En aquel contexto, donde debía haber señales del GR para descender, había colocados lazos amarillos. Una persona, muy de acuerdo con su significado (más bien devota), tuvo un lapsus mental que le traicionó con esta frase: “Por aquí vamos por mal camino”. Que no cunda el pánico. En esta ocasión, por la boca no muere el pez. Mientras, indicadores bidireccionales: a Camps 7,3 y a Camps 5,6. Se le supone la opción elegida.
Ya de bajada al destino final, mentes doctas y cocos muy bien amueblados instruyeron al respetable con tendencias sociales preocupantes, a partir de su visita a territorios allende los mares que marcan tendencia. La sociedad del bienestar se acabará. Estadounidenses y chinos son inteligencias que erosionan las comodidades europeas y los sistemas a los que creemos tener derecho para siempre. Las predicciones para el futuro son muy negras. Queda dicho.
Mientras, el presente se enfilaba hacia la Necròpolis de la Plaça de la Creu Camps(Fonollosa), muy documentada con cartel alusivo de la Diputació de Barcelona, iglesia Camps, con necrópolis turística al lado de una iglesia parroquial muy bien equipada. No solo por la cristalera interior que aísla la estancia pero muestra el entorno sagrado sino por disponer de lavabos. Se supone que así se aporta seguridad a las próstatas de fieles entrados en edad. Quien voluntariamente mostró la zona de culto fue interpelado con profusa devoción por la tumba de un soldado y el lugar donde estaba enterrado. Como señal de respeto, llevaba en la mano la histórica gorra de una causa perdida más, el Viet Cong. Ese soldado también debía luchar por causas diversas, como en todas las guerras casi siempre perdidas. Fuera, frutales en flor, jardines cuidados, rosales y campos verdes. La naturaleza ganada.
Diversas señales denotaban que la conducción del autocar estaba delimitada por condicionantes diversos (por no decirlo de otra manera más corta y directa). Maniobras y partida hacia Manresa, donde destacó la visita de un querido e ilustre GRmano al que todos deseamos que nos acompañe de nuevo cuanto antes mejor. Siempre en actitud de servicio, con voz de mando y atento a que el grupo se sienta bien. Lo consigue siempre.
Ellas
El altillo del bar acogió al grupo, si bien los cerebros situados en cuerpos más altos debían evitar dejar neuronas pegadas en el techo. Celebraciones de aniversarios con paso de década y bodas de hijos, gustosos dulces de Almería. El azúcar al poder.
El acto literario fue conducido con gran acierto por ellas, aunque no podía faltar el habitual infiltrado masculino y buen maestro de ceremonias literarias, muy ducho en temas de la actualidad con recortes que alegaban a libertades diversas y con copias de un artículo de Fernando Trias de Bes (diari ARA del 12/02/2018), sección “Correpinsiboticlastes” (la fotocopia no da fe del título original: “Correpins i Boticlastes, separado), título “Virtuals i covards” (enlace al original): abusamos del Whatsapp.
Intercambio de libros después de las frases de mujeres con rotundos y muy necesarios mensajes, leídas por ellas; punto de libro personalizado con fotos de momentos del grupo y una poesía más de quien domina el arte rapsoda y se atreve con éxito a mezclar el catalán y castellano: buenas palabras, paraules, palabras…¡maestro!
Presión
Parece ser que ya hay en marcha un grupo de presión (lobby) con más fuerza a medida que tiene más adeptos. Han hecho un censo de la procedencia de algunas personas y han detectado que crece el número de quienes provienen de Rubí y Sant Cugat. Están a punto de solicitar parada de autocar por allá. Atentos a sus maniobras, muy razonadas.
Intimidades
Durante la etapa no pasaron por alto destapes reales o citas a otros de fuera. Si ya es habitual mostrar las carnes a señores que enseñan sus cuerpos con gallardía mientras se cambian de camiseta, si mientras se desayuna se dan cremas a los pies, si en el autocar hay quien cambia sus calcetines sudados como si tal cosa (“a mí no me huelen los pies”, justifica), de vuelta causó furor una nueva práctica observada en vestuarios masculinos de clubs de alto nivel. Parece ser que ya es práctica habitual que haya hombres que introducen el secador por debajo de la toalla, a la altura de la entrepierna. Dicen que es para secar zonas no rasuradas. Será así. No se sabe si esta práctica ha pasado a ellas o no.
Otra intimidad contada con orgullo fue de quien dijo que tenía más pecho que su pareja. No se aportan pistas sobre ambos sexos, ni quién dijo qué. Y, entre intimidades y marketing digital, aquellos doctos docentes preocupados por captar más alumnos jóvenes para su ciclo formativo, se llevaron gratis toda una campaña comunicativa para difundir sus buenas prácticas: propuestas para fotos de cuerpos, máquinas, poses, insinuaciones y demás lecturas.
He aquí la vida de una etapa desde el punto de vista personal. Apuntes que pueden aplicarse a otras etapas de la vida.
Evaristo
Terrassa, 22/4/2018