miércoles, 5 de febrero de 2020

Itinerarios desde Sant Pau de Segúries (Girona)

Conversaciones de mayores entre piedras milenarias y desniveles de vértigo

La primera salida de 2020 significó el primer encuentro con realidades ya conocidas y personas que confirman estas realidades. El gozo del año nuevo trae nuevos años a cumplir y, después de los jolgorios diversos, las conversaciones no olvidan temas de mayores: repaso al estado de los cuerpos y las mentes, achaques ocasionales  con o sin fundamento, arreglos de chapa y pintura con posteriores convalecencias y, siempre, siempre, descubrimiento de nuevos adelantos médicos, del “yo te recomiendo…” “esto a mí me produce buenos efectos” “tómate esto” o “¿qué médico me recomiendas para…? Claro que hay quienes no pueden obviar referirse también a determinadas satisfacciones,  más tecnológicas. Otros tienen lapsus y,  ¿quién no se identifica con ellos? Y hay quien se forma en las artes del análisis del comportamiento humano y convoca a díscolos caminantes al orden, citándolos aparte en su diván para reconvertirlos hacia “la buena senda” (también en sentido literal).

Tiempos
  Eran días donde la meteorología se sublevó y, bajo el majestuoso y contradictorio nombre de “Gloria”, buena parte del territorio sufrió temporales y efectos colaterales desastrosos. El río Ter discurría en paralelo a la carretera en dirección norte. Aquella agua, más abajo, se convertiría en temeraria. Más arriba, la nieve y, debajo, terrenos que se empaparon con más de 400 litros de agua. Mientras, el grupo A y B pensaba en lodazales, resbalones y acechos diversos. Hubo quienes evidenciaban huellas de barro en zonas concretas de su indumentaria. Eran las muescas de las circunstancias.

Turnos
Atento el primer turno: Sant Pau de Segúrie se presentaba con un juego escultórico y muy visual de letras en medio de la rotonda de la entrada, y con una oferta variada de rutas excursionistas. Les esperaba el Puig de l’Ou pel Forat dels Sunnyers. Después, el segundo turno, sin datos del cronista por no haberlo pateado: Via Romana pel Capsacosta. Vadeo de aguas, impedimentos por piedras milenarias con subidas y esfuerzos diversos. Calzadas romanas bien conservadas, señal de que hubo intereses variados por estas zonas ya en épocas pasadas. ¡Con el buen ojo y lo prácticos que eran los de Roma!
La idea era circular, ir por un lado, paso por arroyos y pisoteo de algunos restos de nieve, rodear profundos desniveles, reseguir la ruta que está muy bien explicada por el autor que firma como  AVENTURA´Ten Wikiloc y que remarcaba en su track: Puig de l’Ou pel Forat dels Sunyers, Mirador de l’Avi, Cova del Sitjar ( a la que no llegamos, por no estar en el plan y porque en sus inicios te sorprendía con restos óseos de rumiantes bien visibles: ¡como para atreverse a entrar en el agujero!), etc. Con una crónica más objetiva y mejor detallada que la que ahora se lee: “Església de Sant Pau Vell (Sant Pau de Segúries)-Planes del Mariner-El Mariner-Pla d’en Puig-Collada del Faig-Coll d’Aura-Camp de la Teula-Collada del Sitjar-Avenc de la Tomba del Sitjar-Coll de l’Alec-Coll de Canemar-Forat dels Sunyers-Mirador de l’Avi (natural)-Coll de la Bau-Coll d’Arrencafels-Ras del Freixe-Puig Ou (1299m)-Ras del Freixe-Coll d’Arrencafels-Cal Roc (ruïnes) / Roures monumentals-Escaler de les Trevinedes-Collet de les Trevinedes-Cova del Sitjar-Ermita de Sant Bartomeu del Sitjar-Font del Sitjar-Bac del Mariner-Font del Mariner-El Mariner-Planes del Mariner-Església de Sant Pau Vell (Sant Pau de Segúries)”:  muchas gracias, AVENTURA’T. 
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Incógnitas
Al lado del camino apareció la especie humana denominada “Cazador de liebres”. Alguien, sospechando que pasaríamos por en medio de la cuadrilla tan bien armada,  se le dirigió en estos términos: “¿No tendremos algún problema? Con una respuesta enigmática: “Por nuestra parte no tengáis miedo, los problemas pueden venir de vosotros mismos” . Sabiduría cazada al vuelo o incógnitas sin despejar. Frases lapidarias que te obligan a pensar a aquellas horas. Si a la vez que fue dicha por una persona anónima, la subimos a una red social y se la asignamos a pensadores de prestigio, éxito y reenvíos seguros. 

Realidades
Las buenas ideas se adaptaron a nuestras realidades. O sea, acoplamiento de señales en forma de traks,  desorientaciones habituales, bajadas por repechos, líneas rectas entre maleza y, como siempre, confluencia por espacios campo a través hacia el camino acertado. El sexto sentido está muy desarrollado. ¡Qué remedio!
Llegados a un replano, una vez comidos y bebidos llegó el momento del efecto CO2. Quienes acertaron de lleno con el regalo tan ecológico por Navidad pasaron por alto que las memorias fallan a efectos prácticos. Cuando los cafés y otros espirituosos deberían contar con los vasos para varios usos, volvieron a aparecer los de plástico. ¡Cuánta contaminación evitable! ¡Qué atentado a la filosofía del momento! ¡Si se entera Greta Thunberg! No obstante, los líquidos se bebieron sin importar el soporte. 

Satisfacciones
La vegetación caducifolia permitía una mejor orientación natural. Enormes extensiones de hayas, robles y avellanos desvestidos. Tanto árbol tan despejado ayudó a reseguir el Wikiloc y a intuir por dónde debería ir un camino con profundidades, pendientes y disimuladas piedras, tapadas por la hojarasca. En una pronunciada subida, después de la ascensión al Mirador de l’Avi,  hubo quien apeló al placer de sufrir con el esfuerzo propio, momento en el que quien está al día de la última tecnología de otros  placeres dio una lección sobre un éxito mundial al parecer muy satisfactorio: el  objeto del deseo, regalo y/o autorregalo, sustituto o no, con efectos rápidos y gozosos en cuerpos femeninos. Como las secuelas de estas subidas cuando solo se mira hacia el final. 

Divisiones
Antes de encarar la ruta hacia la cima del Puig de l’Ou (1299 metros) se formaron dos grupos con objetivos variados, como ya es habitual aquí. Unos alegaban ir más rápidos hacia el final, otros querían ollar la cumbre y seguir pisando nieve. Arriba nevaba y el personal iba bien pertrechado con la indumentaria adecuada. En un momento dado, un sujeto se exaltó y alegó haber perdido el gorro. Ante tal nerviosismo, la búsqueda acabó en su cabeza. Lo tenía puesto. Un grmano testigo suspiró muy hondo y lanzó un pensamiento universal a estas edades: “No veas el consuelo que me has dado, qué descanso que también le pase a otras personas!

Diván
Durante el camino se notó que alguien del grupo olfateaba y confirmaba cierto libre albedrío de una persona en concreto, con mucha energía y dotes de empuje a buen ritmo. Su preocupación fue in crescendo hasta que, con gesto enérgico, se dirigió en voz alta al individuo en cuestión, lo llamó al orden y lo citó para otro día con el fin de hablar a solas. Quizá, ahora jubilado, ha dedicado tiempo a meditar sobre los desvaríos del cuerpo y mente, ha leído manuales y webs sobre las complicaciones del comportamiento humano y quiere reconducir a tal atleta en alguna larga y trabajosa sesión de diván.  Estaremos atentos para ver los resultados de tamaño objetivo en próximas etapas. Difícil empresa.

Celebraciones
Por una vez y para que sirva de precedente, una persona observadora y muy cuerda puso de manifiesto varias veces algo positivo:  en esta etapa siempre se iba esperando al grupo, sin apenas  distancias que propiciaran pérdidas. Lección aprendida. En esta ocasión nos ahorraremos otra sesión de diván colectivo. 
Ya al final, el primer mes del año comenzó con celebraciones y elevación de los niveles de glucosa y colesterol en sangre, por si habían quedado descompensados después de los ágapes navideños. Gran y alargada  mesa en el cámping Vall de Bianya, ambiente festivo, continuo trasiego de grandes jarras de cerveza para repartir y amabilidad por doquier. 
Y después de tano texto, hagamos caso a la sabiduría japonesa. Dejar de escribir también es callar:

Si no es tuyo, no lo tomes.
Si no es justo, no lo hagas.
Si no es cierto, no lo digas.
Si no lo sabes, cállate



Evaristo
5/2/2020

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